Revista Conexos

Una revista de arte y literatura, sin fronteras generacionales ni geográficas

“La literatura es siempre un modo de interpretar la realidad, de reflexionar acerca de ella, de tratar de explicarla y de explicárnosla a nosotros mismos.”

ENTREVISTA A ODETTE ALONSO

 

por Rodolfo Martínez Sotomayor

 

Odette Alonso es una escritora cubana radicada en México. Una poeta nacida en Santiago de Cuba, que al expandir su horizonte, se transformó en narradora. Mencionar su origen santiaguero no es un capricho baladí, y es que las ciudades donde ha vivido han dejado la impronta entre sus versos. En su poema “Llanto por la ciudad cuando me alejo”, Odette dice: Oh ciudad/ cuánto amor se me cae/ que triste te me vuelves entre tanta montaña./ Qué sola estás./ A que manos entregaste tu vejez/ con qué artificios te cubren el semblante./ Cómo es posible ciudad/ cómo es posible/ este patriótico olvido en que te dejan.

Hay poemas en que Odette evoca imágenes, que juguetean en la memoria tiempo después de leídas. Una poeta que no hace concesiones ante galimatías; por el contrario, hace primar una transparencia que parece tener su raíz en el coloquialismo. La presencia de figuras literarias junto a los eternos temas del amor y la muerte, conforman entre otros, el atractivo poético de Odette Alonso. Ella es poseedora de una lírica con un tono melódico, que hace conjugar la reflexión con el disfrute de la belleza. Al absorber de la realidad que la circunda, con su ojo avizor, no es ajena a la trágica huella de la historia contemporánea de su país, y nos dice: No es mío este país/ es del que viene verde a sus alfombras/ a sus playas de arenas exclusivas/ a sus hoteles caros en los que nunca entro./ y la ilusión del mar que no es el mar./ Vida provisional la que vivimos. También nos regresa a la memoria sensorial y esa habana de viejas calles bellas y derruidas: Avanzo tierra adentro/ polvo sobre la acera y los apuntalamientos/ los rostros de la gente los comercios vacíos/ el pobre zapatero sin tintes que poner en sus zapatos.

Los cuerpos y la sensualidad descubren a esa otra Odette, la de los placeres lúdicos, la que dice: …Yo descubrí mi cuerpo mojado en la maleza/ y lo empecé a palpar./ Era mi cuerpo solo el que se hinchaba/ inflamada mi vela./ No supe que corría por mi vientre/ trepaba hasta mi pecho/ enceguecía… En la descripción de momentos eróticos con eficacia, puede verse un preludio de la narradora que llegaría después, que ya está aquí entre nosotros; la creadora de un personaje en su novela Espejo de tres cuerpos que se pregunta: “¿No hay manera de que dos personas puedan gozar sin culpas? ¿Y despedirse tranquilas sin tener que arrastrar el resto de su vida ese costal sobre los hombros?”. Me doy cuenta que debo detenerme para cederle el paso a las preguntas. Casi se me ha olvidado que era una entrevista a Odette Alonso, y no un análisis enjundioso de su poesía y su narrativa. Después de todo, nada mejor para penetrar en la introspección de un escritor, que indagar sobre su vida y su proceso creativo.


RMS: La ciudad de Santiago de Cuba transita por tu poesía, también los portales de La Habana, sus iglesias y avenidas. Háblanos sobre la vida de la niña y la adolescente Odette Alonso entre esas dos ciudades.

OA: Viví en Santiago los 25 primeros años de mi vida. Fue la ciudad de la adolescencia y de los primeros amores; también de las primeras rebeldías y las siguientes y las siguientes. Allí estudié y empecé a escribir; allí escribí mis primeros libros de poemas, Enigma de la sed e Historias para el desayuno. A La Habana viajé durante mucho tiempo en ocasiones hasta dos veces al mes por razones familiares (cuando mi hermana se fue a estudiar al ISA), literarias, profesionales o amorosas. Esa ciudad, en los finales de los ochenta, era la tentación y la libertad. En 1989 me radiqué en ella. Estuve apenas dos años y medio que parecieron toda una vida en los inicios del período especial, padeciendo el hambre más grande que haya conocido, pero también con la más grande hambre de conocimiento y creación.


RMS: ¿Cómo nace la escritora Odette Alonso?

OA: Tu pregunta me recuerda aquella canción de Nino Bravo: “Yo nací como todos, llorando, llorando, y conseguí lo que tengo, luchando, luchando”. Tengo un amigo que dice, no sin razón, que a los 15 años todos somos poetas. Yo escribía versos desde más o menos esa edad, pero poeta empecé a ser después de formar parte del taller literario municipal de Santiago de Cuba, cuando empecé a conocer y a vincularme con los poetas, narradores y artistas en general de lo que después se llamó Generación de los Ochenta. Ése fue el inicio.


RMS: Las motivaciones para la escritura son diversas y varían con cada escritor. ¿Cuáles son en tu caso?

OA: La literatura es siempre un modo de interpretar la realidad, de reflexionar acerca de ella, de tratar de explicarla y de explicárnosla a nosotros mismos. A veces es también un modo de jugar, de contrariar lo establecido, de provocar, de transgredir convenciones, como ha sucedido especialmente en mi narrativa. En su momento, muchas personas me comentaron, por ejemplo, que las crónicas de mi blog Parque del Ajedrez podían parecer una terapia de análisis que incluía recuerdos, nostalgia, preocupaciones, inquietudes, ilusiones. La poesía, por su parte, es un poco más instintiva, a veces me sorprende en los detalles y pasajes más cotidianos. Así que efectivamente, como mencionas, las motivaciones suelen ser diversas y coyunturales.


RMS: ¿Cómo se transforma la poeta en narradora?

OA: En uno de esos momentos de coyuntura, cuando emigré a México. Era necesario un replanteo de vida y para hacerlo, también precisaba de una mirada doble: hacia la Cuba que dejaba atrás y hacia lo que iba descubriendo en México. La poesía, que tiene reglas tan estrictas, no me era suficiente para expresar todo lo que se agolpaba ―como las penas de Sindo Garay― en mi nueva circunstancia. Así se dio el tránsito hacia la narrativa: primero con unas piezas de prosa poética que reuní en un cuadernito titulado Visiones (2001); después con cuentos en toda la extensión de la palabra y finalmente con la novela Espejo de tres cuerpos (2009). Alternar poesía y prosa me ha dado mayores posibilidades de expresión.


RMS: Un creador con sentido altruista, suele convertirse también en promotor cultural. Tú has organizado proyectos inclusivos, blogs donde hablas de otros escritores y una antología muy abarcadora sobre la poesía del exilio. Apoyar a otros creadores, ¿es en ti una vocación o una necesidad como el mismo acto de crear?

OA: Creo que forma parte de mi manera de ser y del modo en que aprendí a relacionarme e interactuar con otros artistas. La creación literaria es, la mayor parte de las veces, un acto solitario, pero dar a conocer sus resultados requiere de la colectividad, incluidos los creadores y el público. Lo que intento en esos casos es servir de puente para que unos y otros se encuentren, se conozcan. Y suele ser muy satisfactorio.


RMS: ¿Cuáles son los planes futuros de Odette Alonso?

OA: Estoy esperando la salida de mi segundo libro de cuentos, Hotel Pánico, bajo el sello editorial de la Universidad Veracruzana. En el último trimestre de este año, está previsto que se publique en Monterrey Bailando a oscuras, un nuevo libro de poemas. Hay otros proyectos en la carpeta, pero todavía no lo suficientemente maduros como para hablar de ellos. Mientras tanto, lo único que queda es seguir viviendo.

Odette Alonso (Foto: Ena Columbié)

Odette Alonso (Foto: Ena Columbié)

Odette Alonso: Nació en Santiago de Cuba y reside en México desde 1992. Es poeta, narradora y promotora cultural. Licenciada en Filología por la Universidad de Oriente (Cuba, 1986). Su cuaderno Insomnios en la noche del espejo obtuvo el Premio Internacional de Poesía “Nicolás Guillén” 1999. Su cuento “Animal nocturno” ganó el primer premio del XII Concurso “Mujeres en vida” convocado por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Ha publicado la novela Espejo de tres cuerpos (México, 2009), el libro de relatos Con la boca abierta (Madrid, 2006) y los poemarios: Enigma de la sed (Santiago de Cuba, 1989), Historias para el desayuno (Holguín, 1989), Palabra del que vuelve (La Habana, 1996), Linternas (Nueva York, 1998), Visiones (México, 2001), Diario del caminante (Monterrey,2003), Cuando la lluvia cesa (Madrid, 2003), El levísimo ruido de sus pasos (Barcelona, 2005), Escombros del alma (Le Havre, 2011) y Víspera del fuego (Monterrey, 2011). Sus dos décadas de creación poética han sido reunidas en dos antologías personales: Bajo esa luna extraña (Madrid, 2011) y Manuscrito hallado en alta mar (Xalapa, 2011). Próximamente aparecerá con el sello editorial de la Universidad Veracruzana su segundo libro de cuentos: Hotel Pánico.

Compiladora de la Antología de la poesía cubana del exilio, publicada en España, proyecto que obtuviera uno de los Premios 2003 de Cuban Artists Fund de Nueva York. Ha sido incluida en antologías de poesía y narrativa. Textos suyos aparecen en revistas literarias y páginas de Internet. Es autora de los blogs Parque del Ajedrez (http://parquedelajedrez.blogspot.com) y Sáficas (http://saficas.blogspot.com).

Revista Conexos invita a un encuentro con la escritora Odette Alonso. Viernes 19 de julio a las 7:30 p.m. Presentación a cargo de Ernesto G. En Ivan Galindo Art Studio, 2248 SW 8th Street, Miami, FL 33135. Entrada gratis.

Un comentario el ““La literatura es siempre un modo de interpretar la realidad, de reflexionar acerca de ella, de tratar de explicarla y de explicárnosla a nosotros mismos.”

  1. Juan Carlos Recio.
    13/07/2013

    OA: La literatura es siempre un modo de interpretar la realidad, de reflexionar acerca de ella, de tratar de explicarla y de explicárnosla a nosotros mismos. A veces es también un modo de jugar, de contrariar lo establecido, de provocar, de transgredir convenciones, como ha sucedido especialmente en mi narrativa. En su momento, muchas personas me comentaron, por ejemplo, que las crónicas de mi blog Parque del Ajedrez podían parecer una terapia de análisis que incluía recuerdos, nostalgia, preocupaciones, inquietudes, ilusiones. La poesía, por su parte, es un poco más instintiva, a veces me sorprende en los detalles y pasajes más cotidianos. Así que efectivamente, como mencionas, las motivaciones suelen ser diversas y coyunturales.

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Esta entrada fue publicada el 13/07/2013 por en Entrevistas.