Ars erótica
Camina hacia el altar de la noche
Celebrante
Saluda y besa el cuerpo desnudo
Que aguarda.
Y confiesa ante Dios todopoderoso
Y ante los hermanos
Que has pecado de pensamiento, palabra, obra y omisión
Pero esta noche, pide: “Señor, ten piedad de mí,
Cristo, ten piedad de mí”.
Porque este cuerpo es consagrado
Por el amor.
Lectura del Rey Salomón:
¡Qué hermosa eres, amor mío!
¡Qué hermosa eres!
Tus ojos son dos palomas
Escondidas tras tu velo;
Tus cabellos son como cabritos
Que retozan por los montes de Galaad.
Tus dientes, todos perfectos,
Son cual rebaño de ovejas
Recién salidas del baño
Y listas para la trasquila.
Tus labios son rojos
Como hilos de escarlata,
Y encantadoras tus palabras.
Tus mejillas son dos gajos de granada
Escondidos tras tu velo.
Tu cuello es semejante
A la bella torre de cantería
Que se construyó para David.
De ella cuelgan mil escudos,
Escudos de valientes.
Tus pechos son dos gacelas,
Dos gacelas mellizas
Que pastan entre las rosas.
Palabra de Dios,
Te alabamos, Señor.
¡Hermanos!, este cuerpo despojado
Es palabra de fuego,
Signos de yedra,
Lluvia nocturna, labios desnudos,
Constelación de latidos que arde,
Arquitectura de colores,
Boca
Para los labios ebrios.
Prepara el altar
Celebrante
Purificador
Cáliz
Misal
Y consagra las ofrendas
Del pan de tu cuerpo y el vino de tu sangre
E invoca el poder divino
Sobre los dones
Que has ofrecido esta noche
Para ser un sólo cuerpo,
Una sola alma.
Presenta el cuerpo-hostia inmaculado,
Y ofrécete a ti mismo,
Que cada noche,
Lograrás la perfecta unidad
En el cuerpo y el alma.
Por ella, con ella, en ella,
Dios Padre Omnipotente en la Unidad del Espíritu Santo
Todo honor y toda gloria…
Participa, celebrante, y sé parte
Del sacrificio-banquete
Con la comunión de los cuerpos y las almas
Entra, entra a las brasas que esperan en ardiente familia
Tu tronco dorado.
Vayamos en paz
Ite missa est
Indiferente es para mí por donde
empiece, pues allá retornaré de nuevo.
Parménides
Pero la ciudad vuelve y destaca la evidencia
de que todo es una cárcel, de que no hay salida.
Y yo vuelvo al poema
a la emoción
al silencio nocturno
que desvela otros planos de la realidad.
Vuelvo al tiempo
que era, que es, que será,
regreso a los signos olvidados,
al laberinto de palabras,
al silencio de la página inconclusa.
Vuelvo a esas calles
donde los ecos de la sangre gritan,
donde las lágrimas escapan
a la sucesión racional del tiempo,
vuelvo a ese tiempo
que vive, dice, entre edificios modernos,
centros comerciales,
zona rosa abigarrada de discotecas y bares,
la otra historia.
Vuelvo a esta tierra,
que ahora es el parque de Las Rosas,
visitado por miles de turistas,
que sintió
el calor de la sangre de Ellacuría,
Joaquín, Amando, Juan Ramón,
Ignacio Martín, Segundo Montes,
vuelvo al llorar interminable de Julia Ramos y su hija Celina.
Desde el vidrio del vehículo
las casas de la colonia Escalón
¿serán iguales a la de aquellos años
o las habrán remodelado para olvidar el pasado?
¿y el Sheraton? Me pregunto,
lo busco contra la velocidad del taxi
en este recorrido
con noche de lluvia y silencio.
Y ahora en este parque de Izalco
(que en 1932 fue patíbulo colectivo
de incontables indígenas
que por orden del general les dieron muerte)
nos reciben los indígenas
que la bienvenida con flores nos dan
pero me alejo del festejo
y camino sin rumbo alguno
entre el laberinto de aplausos, voces, cohetes.
Todo queda atrás,
como el tiempo de los aplausos…,
y llegué a un espacio del parque
donde era otro tiempo
que más que tiempo
era dolor, tristeza, miedo:
luto perpetuo sutil
aquello que sentí.
Volví a los aplausos y los versos
pero yo leía en mi mente
otros versos
Enredo circular:
todos hemos sido,
en el Gran Teatro del Inmundo,
jueces, verdugos, víctimas, testigos,
todos
hemos levantado falso testimonio
contra los otros
y contra nosotros mismos.
Y vuelvo al final
que es el principio:
TAZUMAL
pirámide más que de piedra
de tiempo
tus estructuras sobre puestas son tiempo:
tiempo sobre tiempo
donde sentí que nada fluye
donde sentí que todo es.
Pero la ciudad vuelve y destaca la evidencia
de que todo es una cárcel, de que no hay salida
Missael Duarte Somoza (Nicaragua, 1977). Segundo lugar en los V Juegos Florales de Centroamérica, Panamá y Belice. En el 2011, fue becario del Programa de Residencias Artísticas para Creadores de Iberoamérica y Haití en México, convocado por el Fondo de la Cultura y las Artes (FONCA) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). En el 2012 fue seleccionado por el Programa de Movilidad Cultural para Trabajadores de la Cultura, de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). Ha sido publicado en suplementos culturales como La Prensa Literaria, Nuevo Amanecer Cultural, 7 Días (semanario) y en revistas internacionales, como Hispánica de la Universidad de Maryland. Fue publicado en la muestra de poesía Retrato de poeta con joven errante, prologada por Gioconda Belli, editada por Leteo ediciones. Ha participado en festivales internacionales de poesía en Centroamérica. Tiene publicados los poemarios Líricos instantes (Leteo ediciones, 2007) y Lienzos de la otredad (Foro Nicaragüense de la Cultura, 2010). Canvas of the Otherness (Edición bilingüe, Leteo ediciones, 2012). Secretario de la Junta Directiva del Pen Internacional/Nicaragua. Licenciado en Derecho.