Revista Conexos

Una revista de arte y literatura, sin fronteras generacionales ni geográficas

Poemas de Vladimir Amaya

VLADIMIR AMAYA

TRISTA

Hoy que estás triste

permítenos a mis ángeles anémicos y a mí

habitarte como una casa abandonada.

Atravesar con el vacío de nuestras plantas

tus pórticos derrumbados.

Acceder al polvo y hollín anidado en los aros de tu voz;

recorrerte y saber que en ti ocurrieron todas las vidas,

todas las luces.

Por favor, recíbenos en tus salones desmantelados.

Haznos reposar en tus habitaciones malolientes.

Sabemos de la mugre en los pedazos de espejos,

de los retratos estropeados;

Sabemos del rechinar de los escalones.

De tus fantasma en la azotea,

y del resplandecer de alacranes que trae consigo toda esa madera podrida.

Déjanos habitarte y habitarnos de ti,

abrir tus manos, ventanas rotas que dejó la angustia;

Ir a tus balcones oxidados, trampas mortales para niños

y hombres solitarios que huyen del mundo.

Por favor, acógenos.

Como crece la maleza en tus paredes, acéptanos.

Como la lluvia se filtra en tus goteras, así recíbenos.

Hoy que estás triste

permítenos a mis ángeles anémicos y a mí

habitarte como una casa abandonada,

solo por un momento

solo un instante,

no haremos ruido para importunar a tus lágrimas.

Caerán, caerán limpias.

Tú caerás limpia sobre nosotros y nada te diremos.

Caerás sobre nosotros como una casa antigua

que tuvo al sol por lámpara en sus mejores días,

que tendrá al cielo, siempre por jardín.

 

LIGIA PASADO MERIDIANO 

 

Entre tú y yo
San Salvador es un pulpo rojo.

Tentáculos de humo
nos llevan hacia su vientre.

Hay gritos en la cólera.
La cólera también es humo en nuestra ciudad.
Mañana ya no importa.

Entre un puerto y una tumba
yace la distancia de un poema.

Los poemas esperan el bus y pagan las cuentas
como nosotros.

Mañana ya no importa.

Tormenta de sales.

Arena que golpea los ojos.

Al otro lado de mi mano: un pie.

Hay gritos por estas calles
y son pocos los que escuchan,
pocos los que todavía viven.

Entre tú y yo
una columna vertebral se retuerce sin nunca quebrarse,
sin nunca quebrarse.
Saliva elástica
Concentrado de sangre y ojos
para verle las piernas a la madrugada.

Mañana ya no importa.
El poema es ahora, ahora es el poema.

Entre tú y yo
la vida importa más que la misma distancia,
aunque San Salvador sea un demonio orinándonos los genitales.

 

SUSTANCIA

 

Déjate sin flores,

sin rumbos en el aire,

sin espuma ni fuego ni poema.

Déjate en el naufragio de la nieve.

Déjate en la huella de lo que no regresa,

sólo huye sin más nombre que lo libre.

No ames esa tarde que te besa la mirada

ni esa bahía para vivir enamorados.

Déjate en el olvido.

Déjate en el silencio

para que nadie recuerde

que un día no moriste.

Déjate de centellas y metales.

De cruces y arrepentimientos.

Duerme.

Silencio,

déjate en silencio.

No dibujes una rosa en el aire.

Déjate sin tu aroma de las mañanas.

No te busques en mis ojos.

Déjate de ese palpitar de estrellas,

de ese llover de ranas.

Toma mis dientes para morder las cadenas.

Toma tus venas para navegar por el tiempo.

Déjate sin recetas para la cobardía.

Suéltate el frío del alma.

Suéltate de tu mano.

La mano de la vida nos ha de llevar a alguna parte.

 

LA TELA

 

Todo.

Hueso chirriante en el lodo.

Todo es desagarre

sobre el vidrio,

en la imagen que soñó el vidrio.

Todo es desgarre en la mar,

en esta ciudad perdida en otras ciudades.

En la música de la luz,

en el silencio de la saliva.

Todo.

Hueso chirriante en el lodo,

alto y doloroso

todo es desagarre,

en el pecho, en la frente;

en el sudor de la  memoria.

Aquí, cada quien olvida el sueño y sus maletas

en un solo desgarre huesochirrianteenellodo.

Todo.

Hilos sueltos,

alambres de la roca -cuarzo legítimo del orden-

Vienen los hijos,

donde el desgarre es nuevo y se perpetúa. Himnos de la sombra.

Todo.

Todo es desgarre

en el perfume del lodo,

en las espinas que perfumó el lodo.

El desgarre es todo.

Todo

hueso chirriante en el lodo.

Vladimir Amaya

Vladimir Amaya

Nació en San Salvador el 18 de agosto de 1985. Estudió Letras en la Universidad de El Salvador. Fue miembro fundador del extinto taller literario “El Perro Muerto”. Ha publicado cuentos, poemas y ensayos en revistas electrónicas e impresas, y en periódicos nacionales y extranjeros. Imparte talleres de escritura creativa, y se dedica a la docencia y a la investigación literaria. Ha publicado las antologías Una madrugada del siglo XXI: poesía joven salvadoreña (San Salvador, 2010), Segundo índice antológico de la poesía salvadoreña (San Salvador, 2011) y Perdidos y delirantes: 36-34 poetas salvadoreños olvidados (Zeugma Editores, San Salvador, 2012). Además, tiene los poemarios Los ángeles anémicos (Editorial EquiZZero, 2010 y 2011) y Agua inhóspita (Colección Revuelta, 2010). Representó a El Salvador en el IX Festival Internacional de poesía de Granada, Nicaragua, en 2013

 

 

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Información

Esta entrada fue publicada el 06/04/2013 por en Poesía.
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