El sueño de la mariposa
La mariposa era una soñadora empedernida. Una mañana, al romper el alba, soñó que era un hombre y que ese hombre se llamaba Chuang Tzu. Chuang Tzu predicando a sus discípulos sobre la necedad de buscar lo infinito del conocimiento desde los límites temporales que supone la vida; predicando sobre la necedad de lamentar la oscuridad de la muerte desde la luz del conocimiento que nos hace inmortales.
Al despertar no sabía si era una mariposa que había soñado ser un hombre o un hombre que ahora soñaba ser una mariposa. Una mariposa más en un vasto jardín preñado de mariposas, de cientos, miles de mariposas.
Blancanieves
El espejo dictó su sentencia: Tú eres y serás la más bella. El resto de la historia quedó guardado entre las páginas de un cuento de hadas y caballeros que regresan de su eterna cruzada, en los hexámetros griegos del primer poema de los hombres y en las primeras páginas del Antiguo Testamento. Morder la manzana no fue solo el hambre de este mundo ni un acto tramado en la inocencia. El mayor, el más esbelto de los siete enanos se llamaba Adán.
El Flautista
Y habiendo llegado justo a la ribera
las ratas (y los niños) te empujaron.
Germán Guerra
(Foto de Alejandro Guerra)
Germán Guerra nació en Guantánamo, Cuba, el 13 de agosto de 1966. Poeta, fotógrafo y editor. Reside en Estados Unidos desde 1992. De sus poemarios ha publicado Dos poemas (Colección Strumento, Miami, 1998), Metal (Dylemma, Miami, 1998) y Libro de silencio (Ediciones EntreRíos, Los Ángeles–Miami, 2007). Trabaja como editor de noticias y diseñador gráfico en el periódico El Nuevo Herald de Miami.