… is there anybody out there? era lo que mis oídos saludables preferían escuchar. Poco interés en el mundo exterior demostraba, pues ya había recibido varios cantazos por meterme en laberintos de maleza salvaje, atados a leyendas de carabelas atacando la población indígena. Salir de aquello a como diera lugar fue mi única consideración. Todo y lo mismo y con la vida a cuestas residía en cómo manejaba esas aguas, a veces llanas y otras tan profundas que sentía purito terror. El desfase era obvio.
La proporción de los que se escapan es mayor. Es la historia de este archipiélago. Ya andaba cansada de escuchar el technicolor music de ABBA, particularmente en los tonos grises de la frecuencia radial de mi casa. En la cama, entre el sueño y la vigilia me veía en el invierno eterno de una cuidad fea, pero fascinante. Muy pequeñita, agarrada de la mano de mi madre —abrigadas las dos y calzando botas de nieve— caminando de prisa hacia el parque, la marketa, el subway. ¡Uff, qué frío!
Era todo bastante torturante, porque en muchas ocasiones volvía a enfrentarme a aquella maleza revuelta en tonos grises. A mi madre la veía en gris. A mi padre y a mis hermanas. A todos ustedes… hello, hello is there anybody out there? Curioso, porque tuve la impresión de que esa ambigüedad era pasajera. Pero no era así y me tiraba a la calle en busca de mis amigos de siempre. En aquel panorama de palmeras, sales de mar y tránsitos descocados me topaba contigo, amigo entrañable. Te miraba como queriendo acariciar tu rostro, pasar los dedos por la densidad de tu cabello, apretarme a tu sonrisa, porque te comparaba al hermano que nunca tuve. En azul con bordado fino de mundillo en la garganta y el cálculo espiral del nautilus en el cerebro.
Fuiste madurando hasta convertirte en un pequeño hombrecito flaco, como un niño de teta descalzo personificando a un caballero andante, un Quijote finísimo con su cargamento de niños esperando un vuelo retrasado. Te seguía los pasos hasta que una tarde te vi con ella. Demasiado grande te quedaba ese álbum familiar. Demasiado moza. Sentí unos celos, que para que te cuento. Pero ya tu andabas bastante distraído, dedicándote a lo que se dedican los tontos o los inocentes; organizando la agenda de la vida en torno a quimeras —mientras las minutas que aquellos dictaban sobre ti iban descodificando tus acciones. ¿No notaste las docenas de señoritas que viajaban con explosivos en las carteras? ¿Nunca te percataste de los camiones de floristas repletos de armas?
¡Más aire!, pedía tu hermana en medio de fotógrafos y policías. Entre las grietas del cemento y las torceduras del metal del auto, ¡Más luz!, gritaba tu madre, a la vez que acariciaba tus manos ensangrentadas, los huecos de tus ojitos y tu belleza se deslizaba por la vereda de los amados ardientes hacia el primer círculo de Dante. Era abril y en algún balcón de la calle yacía una jaula con un canario muerto.
¡Maldito país que me quitó a mi amigo! ¡Maldito país! Fue lo que grité.
Lourdes Vázquez
(Foto: Eva M. Vergara)
Lourdes Vázquez (P.R.): Una de las escritoras más destacadas de la diáspora de Puerto Rico. Poeta y narradora. Entre sus premios se incluyen el Juan Rulfo de Cuentos (Francia), la Mención de Honor/Honorable Mention/2014 Paz Prize for Poetry (USA) por Un enigma esas muñecas (Madrid: Torremozas, 2015), Mención de Honor Premio Nacional Luis Lloréns Torres, Casa de los Poetas, 2014 (P.R.) Su libro Bestiary: Selected Poems 1986-1997 fue finalista del Foreword Reviews Book of the Year Award (USA). Una selección de su poesía ha sido publicada en italiano: Appunti dalla Terra Frammentata (Edibom, Edizione Letterarie, 2012); así como la memoria The Tango Files (Edizione Arcoiris, 2016).
Otros títulos son su novela Sin ti no soy yo: segunda edición (2012) traducida al inglés con el título, Not Myself Without You por Bilingual Review Press (Arizona State University, 2012) y que forma parte del listado ‘Top Ten «New» Latino Authors to Watch’‘; así como The New Essential Guide to Spanish Reading. En 2013 se publica una selección de sus cuentos: Adagio con fugas y ciertos afectos (Madrid: Verbum). Ha trabajado con una variedad de artistas destacándose los libros: Salmos del cuerpo ardiente con la reconocida grabadora Consuelo Gotay y Cibeles que sueña con la artista Yarisa Colón. Ha sido miembro de varios jurados entre los cuales se destacan el BorderSenses Literary Prize in Fiction (Texas) y el New York Foundation for the Arts, Urban Artist Initiative Award.