Revista Conexos

Una revista de arte y literatura, sin fronteras generacionales ni geográficas

¡Ay, Habana! y otros poemas

EFRAÍN RIVERÓN

 
De las eternas voluntades
 
No quiero saber nada. Nada quiero.
Me alejo los objetos. Voy al alma.
Busco la voz del aire en cada palma
y llevo de la mano a un cristo-obrero.
Beso el parque y el busto que venero
-al héroe espíritu, no al mármol frío-.
No quiero saber nada. Lo sombrío
de cierto resplandor busco en mi andar.
¡No pido mucho Señor! ¡Ay, solo estar
encenizado junto al padre mío!
 
 
 
¡Ay, Habana!
 
Canto ll

Para Rafel Alcides Pérez

 
¡Ay, Habana!
Habana tan de carne en la carne mía:
Mitad noche en la bahía.
¡Mitad mañana en el pan!
¿De qué adulto framboyán
cuelgan mis otoños viejos,
y en qué eminentes espejos
pasan citas, parques, sayas,
arenas sin lujo, playas,
mosquitos, velas, cangrejos…?

Pasan sonrisas, dolores,
lunas, mediodías rotos
y una procesión de fotos amarillas.
Tristes flores sin jardines, sin colores,
sin ápice de fragancia.
Algún rostro sin estancia
y el recuerdo enmudecido,
de un pájaro mal herido
en la cruz de la distancia.

Pasan los sueños de prisa
con su carga de pasado,
en un melancolizado
rosario de incienso y misa.
Pasa la luz indecisa
de alguna estrella tal vez.
Una mueca de acidez
se azoga; imagen se hace,
y aparentemente nace
una cana sin vejez en los espejos…

También pasan ligeras neblinas
y cargan las golondrinas
el barro del terraplén.
El minúsculo almacén
de las vainas suena.
Cruza.
Un ojo de gris aguza
el cristal de lo enmarcado
y de un solar asolado
alguna que otra escaramuza.
Pasan nube, lluvia, ayuno.
Resacas de íntimo alcohol.
Muelas cariadas al sol
y mesas sin desayuno.
Un diabólico tribuno y sus mentiras.
Los hechos de otras biblias.
Los derechos conculcados por ingratos
y un amanecer de gatos
en las calles y los techos

Pasan meses, ayes, penas
sudorosos de cristal,
como si toda la sal
ocupara las colmenas.
Pasan torturas, cadenas,
indoblegables rodillas.
Disímiles pesadillas
en largo acontecimiento
y hasta lo azul descontento
del mar separando orillas.

Pasan parajes, gemidos,
copas, bares, guitarreos.
Abohemiados deseos
y amores nunca vividos.
Los nobles.
Los pervertidos.
El de raida chaqueta.
El trajeado de etiqueta.
El General.
El recluta.
Una que otra prostituta.
Uno que otro proxeneta.

Todo pasa.
Paso a paso.
Habana de mis entrañas.
Comida por las arañas del polvo.
Me duele el vaso sin tu vino.
Me es escaso en la herida tu algodón,
y en una desolación
andas espejo y espejo,
desmemoriada en el viejo
muro de tu malecón.
 
 
 
Aquel día de mis adolescentes años

A mi abuelo Nicolás Reverón.

 
Después del alba
pude calzarle los pasos,
alcanzarle el bastón,
llevarlo del camastro a la mesa
y servirle el desayuno.

Prometerle otra mañana igual
con más sol y pájaros en el aire
y en más de un niño
su primera sonrisa de agradecer.

Pude, seguro que pude…

Llevarlo al mar
donde el azul que no tenía
le argumentaba otros rumbos
y aquellas extrañas mareas
que subían y bajaban
según el asombro en sus ojos
y el salto de imaginarios peces
ágiles de elocuencia marina
y llamativas escamas.

Pude, es verdad que pude…

Afeitarlo,
peinarlo, ajustarle su guayabera
“de siempre es domingo
y hay guitarras,
guateque,
versos,
aguardiente;
domingos de hay gallos
en los ojos de tu abuela
y el sol se pondrá rojo
de aserrín, voces y espolazos” …

Pude, es cierto, pude…

Pero ella no quiso,
parece que lo amaba más que a otros
y muy de prisa.
 
 
 
Dejaste lo que te sobraba

Para Rafael Alcides Pérez

 
Dejaste lo que te sobraba:
Los dolores,
la carne,
los heridos huesos.

Las penas y las llagas,
como el hambre y los ayunos,
fueron otros.

Los golpes te agrietaban los días
y en tus nervios
dolían como pedradas
de época insolente.

Subiste a médula limpia
para estar donde eres
índice acusador.

Los mismos
que te disolvieron,
tendrán que regresarte
poro a poro, uña a uña.

Miami 8/20/2019

 
 

EfrainRiveron

Efraín Riverón (foto: Ernesto G.)

Efraín Riverón. Poeta y repentista. Nació en Güines, Cuba en 1942. Ha publicado: El rumbo de mi sangre (UNEAC 1979), La exacta Memoria (1994), Nube y Espuma (1999), Un punto en el tiempo (Recopilación 2002), Los ojos en la Isla ( Editoria Iduna, 2006), De la Isla, la familia y otros recuerdos (Editorial Iduna, 2007), Los días de otro almanaque (Editorial Iduna, 2008), Después de la ceniza (Editorial Iduna, 2010), De la palabra y el espejo (Editorial Velámenes, 2011), De la luz su fondo (Editorial Silueta, 2012), HOMBREQUEMIRA (Editorial ERIGINAL BOOK, 2013), La palabra en el espejo (Antología. Editorial Letras Cubanas, 2014), El otro lado del rostro (Editorial ERIGINAL BOOK, 2016, Odas, elegías güineras y otros poemas, Voces de hoy (2020).
  Obtuvo varios premios en su país. Escribió y dirigió programas campesinos en la radio y la televisión en Cuba. Ha sido incluido en varias antologías tanto en su país como en el extranjero. Sus poemas han sido traducidos al inglés y al italiano. Participó en el filme documental La improvisación de décimas dirigido por el cineasta David Riondino; que fue publicado también en formato de libro en español e italiano. Vive en Miami desde 1992.

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Esta entrada fue publicada el 17/09/2023 por en Poesía.