Aguas inacabadas y otros poemas
JAVIER IGLESIAS

Foto: Ernesto G.
HÚMEDAS LETRAS
Adiós pájaro que atardece en la nostalgia
sin saber que el día se detuvo
en el deseo de ayer.
Cuando los cuerpos aún eran
blancas hojas donde escribir mañanas.
Todo oscurece lentamente,
como en un filme de Kurosawa
- Rain –
lluvia que corre por mis venas
hasta cualquier mar preñado de quimeras
capaces de mojar los atardeceres.
De apagar los boleros de la infancia,
que en forma femenina
pasean por la ciudad donde las huellas
terminan inevitablemente en el azul
o en el profundo invierno de letras congeladas.
AGUAS INACABADAS
Un hombre solitario del otro lado del anhelo
con el mar como reposo, de cara para su ciudad,
pesca los sueños rotos, pedazos convertidos
en los deseos de siempre,
la libertad como derecho,
las calles que un día le pertenecieron.
Él no es un pescador, tampoco un vigía,
a pesar de que a mucho tiempo
sólo observa, calla
y observa nuevamente.
Es simplemente un hombre solitario,
que quiere engañar al tiempo
con su caña tan larga como el silencio
y su insomne anzuelo.
Sabe que el mar no traerá respuestas
que la ciudad existe más allá de sus ruinas
aunque no sea la misma que añora.
Alza la vara y la gota de salitre
se confunde con sus lágrimas
coge el pez, único de muchos días.
El solitario hombre que ya no pesca
pues el mar no le alcanza más
en la capital de aguas inacabadas
quizá sea yo o tú, que lees éste poema
desde el infinito frío de la distancia.
NADA MÁS ALLÁ DEL ECO
Esta ciudad que no se parece conmigo
es el hogar que me sobró
lo más cercano
de la palabra patria,
idea inconclusa.
Porque falta el muro,
el salitre
y sobran estrellas en las noches
acompañadas de un trago de ron.
Sin importar que los versos duelan
en los ojos de los que huyen de la luz
y se refugian en el no-pensar
para barrer el temido poema,
aquel que puede destruir el silencio.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Related