HISTORIA
El sonido de la primera palabra fue la de un árbol,
y los animales y las aguas respondieron.
El primer humano era sordo.
No escuchó el soplo de la corriente vital.
Desde entonces, heredamos la sordera.
De Soplo de corriente vital (2008)
Entre bejucos trepadores
y estandartes con alas,
crecen los ojos de los ciegos.
Enredados, tienen un corazón
que se apiada de los recuerdos inútiles.
Ellos deslizan su mirada certera.
Suertero el elegido
a quien le han de vaciar
los distantes sortilegios…
Transcurren las horas y fluye el viaje.
Silencioso pacto de imágenes,
divisando las vocales de un nombre.
Los ojos traspasan las sombras estiradas
de las Cañafístolas y los Caraos.
Río abajo, nadan con las Tilapias,
y, desde el lomo de una Ballena, regresan al mar.
Kilómetros recorridos
desde su sarcófago negro y arrugado…
Insistentes, marchan con su liviana redondez,
acercándose hasta la mano que los reconoce dichosa.
Dichosa mano, elegida para quedarse con tus ojos.
De Soplo de corriente vital (2008)
Si me hubieran dejado construir
cada parte de mi cuerpo,
habría elegido la fortaleza de los árboles.
Mis pies serían esculpidos en Laurel
y mis piernas fueran dos troncos sólidos
en madera de Pochote
para andar sin cansarme
por llevar mi memoria a cuestas.
Mis caderas las moldearía
con el ritmo bronceado de Caoba.
Con ellas ahuyentaría la desgracia
en días y noches de indiferencia.
En cálida casulla donde crece el Cacao
convertiría mi vientre,
y par de fuertes Lianas mis brazos
para seguir fuera de mí, mucho más lejos,
agarrándome con manos de Guarumo.
Si me hubieran dejado construir
cada parte de mi cuerpo,
los colores variados de las plantas
y las frutas hubiera elegido.
Con el rojo del Malinche,
pintaría mis labios para el laberinto de batallas.
Me cubriría el cuerpo
con el color de los pecaminosos Nísperos.
Y dos semillas negras de Tamarindo
encenderían mis ojos.
El Guanacaste me regalaría dos orejas,
la Grosella una redonda nariz,
la Guaba almohaditas blancas para dientes.
Enredaderas de Catapanzas
con flores de Jalacate serían mi pelo,
y un dúo de pequeñas mandarinas
alegremente cantarían en mi pecho.
Si me hubieran permitido construir mi corazón,
lo habría tallado con la carne de un Roble,
las flores de todos los Madreados en mayo,
una rebanada de obstinados Cactos,
la tolerancia insufrible de una Amapola
y la frialdad con que miran las Orquídeas.
Si me hubieran permitido construir
cada parte de mi cuerpo,
habría elegido el adormecedor aroma de las flores.
En la queja de los Madroños
y en el vía crucis de los Corozos se volvería mi lengua.
Mi boca tendría el aliento de las Brugmansias.
Entonces, moriría transparente y despierta,
añorando el paso lento de una estrella,
yo, ahora imaginando ser la que hubiera sido.
Manojo de Siempreviva mi cerebro
y alaste flor de Avispa mi sangre.
De Soplo de corriente vital (2008)
La vida pasa a la velocidad de los puentes
que no alcanzamos a contar en nuestros viajes
porque cada viaje guarda puentes que la vida desconoce,
y contar no es necesario.
Ahora nada interesa.
Un grito jubiloso no fue escuchado a mitad de la noche,
porque el júbilo es un sonido desconocido,
una partícula muy lejana no apta para los humanos,
el escondite sellador de voces.
Ahora nada interesa.
De colores, dicen, se visten los campos en la primavera,
¡Colores!, reclamarán los campos en su nueva sequía.
Porque las iglesias hacen lucir sus jarrones
con cadáveres que exigen novias y quinceañeras.
Ahora nada interesa.
Somos violenta ofrenda sobre espinas,
un oasis de esponja que sostiene las apariencias,
y el incienso de nuestro réquiem hábilmente se suspende hasta los santos.
Ahora nada interesa.
Porque el salvaje aspecto de una Heliconia no regresa.
La inquietante fragancia de las Violetas no regresa.
La inocencia de una pulcra Margarita no regresa.
Los Lirios y los Crisantemos tampoco han de regresar
a la rama de la que fueron arrancados.
Nada interesa ahora.
De Coyol Quebrado 2012
El viejo de agua clavó su plan cósmico
en la fertilidad de las doncellas
antes de que la angustia huyera del circular cuerpo de Cristo.
Un corazón pequeñito soñaba
con el pensamiento de su viejo padre
antes de ser desprendido de su insomnio.
Desde lo más hondo de un gemido
surgieron las hojas del primer Ahuehuete
antes de que los ídolos aprendieran a llorar.
Una fila con diferentes vías fue su templo
donde escribieron sus prosaicas iniciales los ancestros
antes de que la sangre fuera un breve infinito.
Desde allí Netzahualcóyotl diseminó las semillas
en Texcoco para proteger la alborada de su descendencia
antes de que su alter-ego fuera descuartizado.
Una espiral de tul advirtió la grandeza Mesoamericana
y una fugitiva hoguera lanzó sus señales temblorosas
antes de que el crepúsculo se volviera cenizas.
Nada de espacio entre los espejos y el pedernal
que concentraba la mística furia de una raza
antes de que fuera el refugio de la Noche Triste.
Un canto de tu majestuosa gigantez
fue raptado hasta la torre de la corona doble
para exhibirte como trofeo milenario
y colocarlo como utilería en un circo de parque.
Tu hijo-canto aprieta su puño sin titubeos
tu tímpano reconoce el crujir de sus ramas.
En ellas las Urracas y las Tórtolas se apiñan en invierno.
Ahuehuete, viejo guerrero,
guía de mil batallas y dos mil historias,
en tus grietas juegan los niños
y en tu altura un vitral fue pintado por Moctezuma
antes de que se hunda el artificio
de los que sobrevivirán.
De Coyol Quebrado 2012
Esthela Calderón nació en Telica, municipio de León, Nicaragua en 1970. Es la autora de varios poemarios: Soledad (2002, editorial CIRA), que ganó el primer lugar de los Juegos Florales Centroamericanos, Belice y Panamá en 2001, Amor y conciencia (2004 Editorial UNAN-León), Soplo de corriente vital (2010, 400 Elefantes), una colección pionera de poemas etnobotánicos, La hoja (Centro de Arte Moderno de Madrid 2010), Coyol quebrado (2012, 400 Elefantes) siguiendo la veta ecológica, Los huesos de mi abuelo (2013, 400 Elefantes) Su novela histórica 8 caras de una moneda fue publicada en 2006 (Editorial UNAN-León) con una segunda edición tres años después. Es coautora de Cultura y costumbres de Nicaragua (Greenwood Press, 2008). Durante 10 años fue la Coordinadora Técnica del Simposio Internacional Rubén Darío, para el cual compiló las memorias anuales. Desempeñó el cargo de Secretaria General de la Asociación Nicaragüense de Escritoras (ANIDE). Sus poemas han aparecido en las antologías Cruce de poesía Nicaragua-El Salvador, Revista Alforja (México), Festival Internacional de Poesía de Granada (Nicaragua), Encuentro Internacional de Poesía El Turno del Ofendido (El Salvador), Verbo desenrejado (Chile), así como también en las revistas World Literature Today (Universidad de Oklahoma), Translation Review (Universidad de Texas en Dallas: número especial dedicado a la nueva literatura latinoamericana), y en Review: Literature and Arts of the Americas (Americas Society-Nueva York). Ha ofrecido recitales a través de Centroamérica y como invitada en la Universidad Alcalá de Henares, Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad de Salamanca. Actualmente, es directora de la Promotora Cultural Leonesa e Instructora Adjunta en el departamento de Lenguas Modernas de la St. Lawrence University de Nueva York.
Correo electrónico: yapacalderon@yahoo.es
Teléfono: 3152627569 NY.