Ven dame tu mano en los senderos frondosos
Del camino de mi infancia
Ven dame la mano en la enternecida evocación
De las horas pasadas allá
Ven a colocar tu mano en la mía
Tendidos en los arrecifes molestados
Por las engañadoras saladuras del Mar del Caribe
Ven conmigo a pasear con pasos vacilantes
Sobre las entornadas huellas de mis antiguas historias
Te llevo conmigo
A Marie-Galante
Donde se hunden mis raíces
Ven a ver las altivas olas silbando espumas de plata
En las grietas del coral usado
Ven a admirar el vuelo de las aves marinas por millares
Castigando las nubes atemorizadas
Ven conmigo a saborear el canto de las luciérnagas por la noche
Ven conmigo a sentir en tus labios dulces
La miel amarga del acacia en flor
Ven a mi isla suave y serena
A coger mi corazón por la mano
Ven conmigo a amar el tiempo entre los doukous[1]
Te llevaré
¡Oh, si!
Te llevaré a lo más profundo de ese país que es el mío
Te pondré a sentarte en mis raíces torcidas
Te abrigaré en las laderas de los acantilados del Vieux-Fort
Para contemplar el vuelo de los hèks numerosos
Tejando la tela de la isleta del mismo nombre
Tomaré tu mano en la tibieza de la mía
Para trepar junto a ti a los escalones del silencio
Te olvidaré en el tálamo de mi mano
Y cuando mi cuerpo encarcele tu alma
Liviano como un copo
Que se va arrullado por los vientos
Te diré por fin mi felicidad de tenerte cerca de mí
Luego dejaré correr en el hueco de tu oreja:
… an kontan vwè’w tou bonman[2]…
Para: Frankétienne
Los que tuvieron la fuerza de quedarse
Los que encontraron el coraje de irse
El día ha nacido
Más tímido que de ordinario
El sol se da de baja
Esta mañana de noviembre
Mi madre me despertó de mi lecho…
Infinita dulzura en mis orejas adormecidas
Mi padre me besó la frente furtivamente
Sin interrogar mis ojos inquietos
Apenas tenía cuatro años…
Mi madre enjabonó mi cuerpo con esmero
Lágrimas de alegría se derramaban
A lo largo de mis mejillas hundidas…
Mi cuerpo reluciente
Daba en mi piel una brillantez rara
Vinieron dos señoras
A cogerme de la mano sin osar conocerme
Una me apretó a la fuerza
Contra la tibieza de su pecho
La otra me sonreía en silencio
Tenía cuatro años apenas…
He sido privado de la vida de mis pares
Adiós inmensos llanos de Artibonite desconsolado
Adiós Cité Soleil hormigueante de tormentos demasiado pesados
Mercado Salomon adiós…
Desbandada obligada
¡adios!
Me voy y dejo mi país, me largo
Sin despedida
Con recelo…
Liquido mis amistades legitimas
Sin tener tiempo…
experimentarlas
Abandono a mi tierra
Disidente culpable
Soy la flor salvaje cortada al cúter
Y mi savia salpica y gime a los alrededores
Soy esa pieza de ébano
Para envolver en las sábanas del olvido
Tenía cuatro años apenas…
¿Volveré a ver algún día
Mi Haití querida ?
Tierra ingrata que permite que me expulsen
Así como un escupitajo malo
Tierra árida con pezones flojos
……………………..
Tu leche agotada abre surcos de miseria
En el pelo encanecido de mi madre
Adiós cirios erguidos
Limitando la cima de las colinas taladas
Adiós arrozales sedientos… ¡adiós!
…………………..
Les pido perdón a sus espinazos curvos
Perdón a sus carnes humilladas…
Hago el inventario de sus huesos demacrados
Hombres de tiro en las alturas de Delmas
Tenía cuatro años apenas…
Me adoptaron
Lloraba a lágrimas vivas
Cuando me llevaron
Hacia horizontes nuevos
Dejando pesar demasiadas cargadas
Inquietudes de niño
En mi corazón herido en lo vivo
Para el fallecido Edouard Glissant
Desde las orillas de Cocibolca en donde te esperaba
Allá las aguas de los lagos prósperos lloran tu partida mi querido Eduardo
Los fragores del volcán Monbacho que ya estás escuchando
Son los arpegios del tañido fúnebre levantándose desde las cimas para saludar tu vuelo
Palabras de Siux en el incensario de la pena
Queremos decirte nuestra tristeza, amante voraz de ideas vanguardistas
Ondas rizomas arrojadas por herederos sin padres
Antillanidad
Creolización
Poeta que fue y ya no es[3]
El tiempo se viste de blanco
De este blanco que enluta los tribunas huérfanas de Tombuctú
De Granada a Bâton-Rouge
Del Gran Norte de América a la confusa punta de la Tierra de Fuego
Desde los desiertos convulsos de Arizona, hasta nuestras puertas tan familiares
De los mundos conquistados, a los mundos sumisos a los caprichosos vagabundeos
Esta mañana se marchitó un arco en el cielo en los límites de las sabanas ebrias
Abrazo la lengua de mi suelo compuesto y me entiendes en la tuya
Cederte el espacio a la mesa de los silencios
Grabar la huella de tus pasos en la arena fina de mi isla
Ba lang travay[4] y decirlo todo del mundo nuevo por construir
Dar pleno sentido a esas naderías que somos nosotros
Alianza osada de nuestras diferencias
Brindar al mundo concordancias cuya tablatura es creole
Creador de conceptos millones de veces lacerados
Fundador de utopías que se unen con los sueños diurnos
Pido a los libros que siguen siendo abiertos marcar la página de este día
Pido a los cuatro cuartos del mundo un big put your hands together
Para ti, demasiado mayor para ser un hermano
Compañero de las luchas cómplices en la travesura de los arroyos transversales
Te saludo como un faro cuyas farolas aun tibias
Enardecen mi recuerdo trastornado
No tendremos lágrimas que volteen los cuerpos
Porque el poeta no desaparece al morirse
Renace luminoso y triunfante en las franjas de los horizontes
Su palabra se deja agarrar en los lazos sueltos de los vientos fecundantes
Y su vía se vuelve palabra flor de sal de los silencios…
Rivière-Sens, Gourbeyre, 3 febrero de 2011
[1] Dulces de Guadalupe
[2] Je suis si heureux de te voir!
[3] En castellano en el texto
[4] hacer vivir/practicar las lenguas
Max Rippon es un poeta y novelista de gran notoriedad, que vive en la isla de Marie-Galante (Guadeloupe). Su poesia en francès y criollo, (el idioma local) es parte de programas de escuelas y universidades en Francia. Tambien ha sido incluida en numerosas obras colectivas y antologías en Europa. Se caracteriza por ser la palabra de la memoria colectiva y también el cantador de las aspiraciones de su pueblo. Max Rippon es el Padrino de la Feria del libro de la isla de Saint-Martin, donde se encuentran anualmente los mayores escritores del Caribe. Ha publicado varios libros, entre los cuales se encuentran: Palabras Ingenuas, Hojas de Palabras, La Úlltima, Pedazos de Silencio, Morriña, entre otros.