Revista Conexos

Una revista de arte y literatura, sin fronteras generacionales ni geográficas

Mar Rojo, Mal Azul (fragmento)

MIGUEL COYULA

EL HAMBRE

La hamburguesa estaba mal cocinada y Remy decidió que definitivamente no tenía apetito, pues recordó que después del ensayo tenía entrenamiento en el gimnasio, así que de todas formas era mejor no llenarse la barriga, porque más que todo, recordaba también el miedo que tenía. Se había fumado siete cigarros para intentar sustituir lo que tanta falta le hacía. Luego, las habituales vueltas por su casa, hasta que le dio un puñetazo afectado y teatral al marco de la puerta, consciente de su cobardía. No se atrevía a llamar a la casa de Adriana y encima esto le avivaba la imaginación. Junto al teléfono empezó como otras veces a imaginarse la llegada de la ansiedad, que como siempre resultó mucho más fuerte que el miedo. Pero no llamó a Adriana. Llamó a Iván.

–Fíjate bien lo que te voy a decir: te equivocaste conmigo. Ten bien claro de una vez que yo no formo parte de tu mundo.

–¿Pero qué estás diciendo, Iván?

–Te estoy diciendo que te puedes meter todo lo que quieras. Pero si a mí me vuelves a ofrecer alguna mierda de esas o me mandas a un tipo como ese, te digo que no respondo.

–¿Ah, no? Dime, querido… ¿y para que te metiste entonces la botella de ron…? ¿Qué es lo tuyo viejo… o es que no te acuerdas del preuniversitario y las veladas en el Malecón?

–Por favor… fue la adolescencia. No tiene nada que ver con…

–¡¿Ah, no?! Mira, este no es el lugar para hablar de eso…

Iván se sentó en el banco del parque. Junto a él, Remy prendió el décimo cigarro.

–Sí tiene que ver, mucho que ver, querido. ¿Sabes una cosa? El problema tuyo es que el alcohol es una droga legal y… ¿sabías que es más tóxico que la marihuana? La gente sabe lo que hace… Yo, por ejemplo, sé hasta dónde puedo llegar con un espejo. Porque me controlo, porque la domino a ella en vez de que ella me domine a mí. Si hay algo que me jode es la gente que no sabe tomar o volarse.

Iván negó categóricamente.

–Es tu excusa. Ya no eres un adolescente. A mí me bastó con una borrachera. Yo no necesito esa mierda. Te domina a ti, porque dependes de ella… No me vengas con el cuento de que estimula la creatividad o la concentración… como si no te conociera…

Remy adoptó un tono afectado y pedante.

–Todo es droga, cada uno tiene las suyas, y lo que es peor, a veces no se atreven a disfrutarlas. Ustedes por ejemplo, la pareja perfecta y feliz… Apuesto a que te revientas por abrirle las nalgas a Azucena y metérsela por el culo. Pero no… Eso sería inmoral, aunque a ella le brillen sus ojitos azules de placer. ¿Verdad?

Un pestañazo de ira cerró el puño de Iván y lo disparó a romper los dientes de Remy, pero este, con un rápido juego de manos, lo inmovilizó torciéndole el antebrazo e incrustándoselo contra la espalda. A Iván le rechinaron los dientes y se le escapó saliva impotente.

–¡Hijo de puta!

Remy miró alrededor y le pegó la boca al oído mascullando:

–¿Pero qué te pasa a ti, eh? Estamos hablando de hombre a hombre, como personas civilizadas. Ahora por favor no armes un espectáculo en este parque. Oye, la droga que le botaste al socio valía mucho, la hizo un químico volao… Yo tú me alejaba del ambiente por tu bien… Trata de controlarte. Eso, relájate, así compadre… ¿Qué bobería es esa? Hoy tienes el boxeador subido… Querido, acuérdate del color de mi cinta…

No hizo más que soltarlo e Iván se incorporó como un resorte.

–Negra como tu alma. Estás pasado de moda, tú y tus socios, con tu novia del alma, esa guaricandilla que lo único que quiere es que la lleves a la discoteca, que le compres de todo… Después de todo eres un tipo popular. Pero no sabes lo que significa que alguien despierte a tu lado todos los días, no puedes siquiera imaginártelo. Porque ni la diversión ni el talento se compran…

Remy aplaudió burlón.

And the Oscar goes to… ¡Iván Kovelt!
Iván, lo señaló sin perder el hilo, con toda la frialdad que puede tener el desprecio.

–Ah, y se me olvidaba: no me vuelvas a hablar nunca.

Mar Rojo, Mal Azul (La Pereza Ediciones, 2013) se puede adquirir aquí.

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Foto: Cortesía de La Pereza Ediciones

La Pereza Ediciones y el Centro Cultural Español de Miami tendrán el placer de contar con la presencia de Miguel Coyula el 1 de marzo de 2014 a las 6:00 pm. El escritor estará conversando sobre su novela «Mar Rojo, Mal Azul», publicada en 2013 bajo el sello de La Pereza, un libro que además es la inspiración de su muy próxima película «Corazón Azul», de la que también proyectará fragmentos.

Miguel Coyula (La Habana, 31 de marzo de 1977) es un director de cine cubano. Es graduado de la Especialidad de Dirección en la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) de San Antonio de los Baños, Cuba. Participó en el Taller de efectos visuales analógicos y generados digitalmente, impartido por los realizadores de estos efectos en los filmes Indiana Jones, ET, El Rey León, Titanic, Godzilla, entre otros. Es miembro de la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas), la AHS (Asociación Hermanos Saíz) y del (Movimiento Nacional de Video.  Ha realizado varios cortometrajes y mediometrajes hasta su opera prima Cucarachas rojas que ha obtenido varios premios en Festivales Internacionales.

Para su segundo largometraje Memorias del Desarrollo, basado en la novela homónima de Edmundo Desnoes, Coyula obtuvo una beca Guggenheim. Estrenada en el Festival de Sundance, la película ha obtenido numerosos premios internacionales y fue elegida por la Guía Internacional de Cine como la mejor película cubana del año 2010. Actualmente Coyula filma su tercer largometraje, Corazón Azul.

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Esta entrada fue publicada el 01/03/2014 por en Narrativa.
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