Revista Conexos

Una revista de arte y literatura, sin fronteras generacionales ni geográficas

La jaula del gato (Diarios)

ROLANDO JORGE

 

para Esteban Luis Cárdenas,
in memoriam.

enero 11/2014
mi propia oscuridad me trae aquí, imágenes de urogallo u otro
animal.
narro con delicia cómo contemplo o soy contemplado por mi doble,
ficha que juego al centro de mí. de tál mastico pícaros del libro.
disfruto frente a fachada discutir (¿acatar?) predicciones de
mecánico con poesía de aceite o bobinas como medicamento para
ciudad llena de visiones rurales.
imagino estar sentado en el suelo barajando papel.
 
 
 
oí a alguien en la puerta y era la vecina gallega, comentó. siempre
oye historias cuando hay aire, viento, granizo.
«canícula en invierno, qué extraño».
Oigo luz correr de quicio en quicio, pies ondeantes.
 
auge y falsedad: menudencia que en sí desvela a nadie.
ponen empeño en crear lista para salvar una abstracción. me miro
los dientes delante del espejo y hago mueca.
 
Niña larva al extremo del escondite.
Bebo con torpeza polvos estomacales
según hora y estado de ánimo.
 
 
 
esquina en escalera hiede sin sentido hasta mudarse.
 
¿cómo vá a pasar la vejez? ¿con lágrimas? ¿Onal menor que yo?
¿interesarse por la ropa de gentes recargadas con amuletos y otras
asimetrías alocantes? ¿Invenciones. Ventana. Maderos? ¿Dolor de
cabeza. Falta de cafeína? Barriga de niños, ajados después de
dormir. Gremio de dedos (“tienen todas las virtudes y ninguno de los
dones”).
 
 
 
Detesto lo que nó es ruptura. .⁄
Uno escribe; reescribe; tacha; bota; hasta quedar sólo el villancico
que se quiere :tuétano.
 Hubiera querido hacer
de Cuba –como Virginia—otra Inglaterra íntima.
Imploro a mi irritación que ningún pagano de la lengua acerque su
buche.
Agito apuntes delante de nariz de espectro.
Codearse con llagas a punto de explotar, salutación póstuma.
 
Les tocó a los padres, ahora debe tocarle a los hijos*.
 
Lo que uno desea es una buena edición. En Cuba apenas hay libros
yá.
 

* Conversación sobre la muerte de nuestros vecinos, con mi madre.

 
 
 
Toldo. Caras de emigrantes. Nervios de punta. Temblor interior
intenso, inclasificable. Ganas de ver a nadie, ¿toque de locura?
Todos esos seres que tratan de atraerte, y pasan, y esquinan sus
conciencias para sentir al unísono lo que tú sientes sin lograrlo, sin
arrepentirse de quebrar tu soledad con la única palabra que vuela a
tu encuentro: desencanto.
Raskólnikov y Ana.
Ana, sobre aquel tiempo, más allá de aquel tiempo, yo te amaba.
 
 
 
En el retrato de mi madre los chorros de pelo
caen a los lados.
¿Dejarse apartar del rumbo por una palabra?
Prometo que nó. Persistir.
 
En campos con blusas naranja animales a
lo lejos. Abandonar este país para ir dónde.
Vender nuestros servicios a nosotros mismos.
Sale a fumar. Frío. Cuadrúpedo en rejas.
 
 
 
Desde mis entresueños (¿duermevela?)alguien o
algo pasa su mano por mi cara (mango).
Desde allí me asusto. Del susto salto. Al salto
acude nerviosismo (círculo vicioso) con el cual
comulgo parte del santo día, sobre sofá
o dentro de automóvil.
 
Maridaje de sol y aire gélido, salchicha con
pan y refresco, acuerdo y desacuerdo de cuerpo
y mente, diablo y Dios.
 
Chirrido del otro lado de la pared ligado a palabras
caja con objetos para mudanza encargos mandados.
    Orgasmo en la palma de la mano (sin
fortuna)sustancia ligereza con que hombre y mujer
cuelan café como actores profesionales.
Injusto juez con cada uno de sus siete dedos.
 
 
 
 Las personas ván más allá de la vida y las cosas,
dejan marcas.
 
 
 
nó tengo quietud para escribir. derrotado por
mí mismo.
 
 
 
 Se escabullen cada una de mis esperanzas
 de leer la prensa hoy: excéntrico deseo
 después de 40 años.
 
 
 
de acuerdo a costumbre japonesa tendría sesenta pues al nacer
tengo 1 año.
de acuerdo a costumbre cubana yá estoy muerto y enterrado, por
viejo.
Encima de los estantes tiene mi sobrino su arsenal de cucarachas
junto a libros de arte francés que jamás lee aunque hojea de vez en
vez para entrar en contacto de algún modo con el valor monetario de
las grandes obras.
 
 
 
cuando se llega a cierto punto en la palabra es bien difícil seguir
escribiendo, no sé la imagen.
mi cutis siempre ha sido malo, nó me vale de nada dormir temprano.
debo seguir adelante y pagar con timbres temblores.
 
 
 
duelen labios de frío.
leer sobre Schliemann e Ilión trae de vuelta mi antiguo entusiasmo
homérico a rachas; reyes de mis grandes dientes de leche alzan
coronas de hielo en este norte práctico y patético.
conglomeración de notas y recuerdo echo a la basura, nada de
tristezas me digo pero sigo deprimido (¿el clima?). Se acerca la vejez
a pasos largos y me alegra en parte, aquí estoy (gracias a Dios!)con
labios cuarteados y buen apetito.
 
 
 
qué separado de mis contemporáneos vivo!
qué distancia entre nosotros
de acuerdo a nó sé qué!
qué falta de contactos y fé!
 
 
 
debajo, en casilla de correo, gusano roza mi manga, aterido,
con hociquillo parado ¿busca
qué?
todos muertos, tiempos idos.
ceremonia del té junto a pomo de jugo de jengibre.
estació termal ⁄entreacto que precede interrupciones.
Ocho años y olvida puente.
 
 
 
Martí (161).
“A comienzos de abril, el día de esta famosa reunión, había vuelto de
Kyoto sin haber tenido tiempo de admirar los cerezos en flor…”
           (Kawabata-Mishima: Correspondencia)
Sueno a veces lejano (conversación con Ale).
Entidades, relaciones, salones donde se bebe
café y se fuma.
Gentes que beben o consumen. Personajes que
abrazan y olvidan, snobs, titulares de naderías
pegajosas, sueltas víboras, me traen sin
cuidado sus alborotos. (Subordinados a la enferme-
dad del lúpulo recuerdan cierta lectura del
bushidô).
 
Dulce patraña espíritu creador dentro
de la salamandra. Roce rijoso.
De 12 a 2 dormito.
 
 
 
Irritación en cabeza y estómago.
 
En otro tiempo me sentí atraído por ella (primera juventud), pero una
cosa es mi deseo y otra el de ella. ‘Matar los deseos, olvidar’ fue mi
lema.
 
Pues mi pequeño pueblo parece una caja de chocolates apachurrada
por combinada cañera o camión recargado con hollín, melaza,
basura, cordel y mierda mineral.
 
 
 
mi rostro envejece menos que mi dedo, mi pie menos que la tierra.
cada movimiento puede cambiar esto.
(Hay una hermosa carta de Kawabata sobre su insomnio).
      libertinaje insinúa jugo de jengibre
      antes que la tierra se dé cuenta,
      astilla de cerdo focada en negro
      baja brillantina a causa de sones:
      ciencia del tiempo llama a eso falacia.
 
 
 
punto clave: estar escribiendo páginas
mojadas yá que llueve ranuras.
punto secundario: alacrán rueda por borde de
estante y cae.
 
anciana con cataplasma para nó sé qué.
elaborar en viajes ideas de nuevas
expresiones. esta se me ocurrió ayer:
“clienio para pargos”.
 

Rolando Jorge (Foto de Eva M. Vergara)

Rolando Jorge
(Foto de Eva M. Vergara)

ROLANDO JORGE (Cuba, 1955) poeta y ensayista. Obtiene menciones en los concursos de poesía David y Julián del Casal (1985), en Cuba. Mención en el concurso Eugenio Florit, Miami, 2002. Ha publicado varios cuadernos de poesía. Libros publicados: La cantante se va de gira (Editorial Silueta, 2010), Ido a hurgar (Editorial Silueta, 2012), y Tercera persona (Ediciones Lulú, 2012).

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3 comentarios el “La jaula del gato (Diarios)

  1. Maria Cristina Fernández
    10/01/2015

    Es bueno entrar a estos poemas y dejarse llevar…

  2. A.F.
    11/01/2015

    Interesante materia poetica de R.J. Nos regala caminos, que se apartan de la resaca de todo lo sufrido.

  3. Ximena Gomez
    11/01/2015

    Interesante, de verdad… cuando la poesía me cansa me resulta útil leer a cosas como esta.

Los comentarios están cerrados.

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Esta entrada fue publicada el 10/01/2015 por en Poesía.
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