Revista Conexos

Una revista de arte y literatura, sin fronteras generacionales ni geográficas

Musa y otros poemas

RODRIGO DE LA LUZ

 
Musa
 
Como un cancerbero diestro
aguarda incorruptible
su único momento de unánime función.

…La tinta, enrolo
para que luego dance y esclarezca.

Se extiende sin premura,
sin presurosas ansias,
sin alborozo premeditado e ilusorio.

Se va nutriendo de cantos desligados,
de la avidez de los pájaros remotos,
de objetos frágiles, de metales pequeños
que hasta ese entonces parecían absurdos, obsoletos.

(La más leve dulzura fluye blanda y se expande).

Se oyen alegres odas, elegías,
y el quejido de ideas recién aniquiladas
también se alcanza a oír:

Algo olfatea, roe como un castor
la puerta tropológica
de todas las doctrinas existentes.

Avanza amenazante,
como una pantomima indefinida.
Nadie la espera,
pero es inevitable su llegada.
 
 
 
Es posible
 
Después que se termine la función,
el antropoide moverá la cola
para pedir una nueva migaja.

Hará el gesto aprendido, una y otra vez,
hasta que al fin ya no te quede ni un suspiro.
Entonces te pedirá el corazón con furioso ademán,
o una moneda ¡preferible para ti!
que usará sorpresiva y tercamente.

Frunciendo el seño y extendiendo las patas,
como si fueran manos,
comprará una trompeta,
que luego oirás sonar toda la noche
precediendo la aurora.

Más tarde caerán exhaustos antropoide y trompeta,
pero antes pondrá sus cosas en orden
en un lugar que no estorben al transeúnte.

Él soñará que le suben el sueldo;
entonces la trompeta será feliz
imaginando que Arturo la rescata.
 
 
 
Del oficio
 
Se tergiversarán los signos del Zodíaco,
y la zarzaparrilla echará una flor muy negra
que no alcanzará a ser globo en miniatura.

Afuera, se te impregnará en la piel el olor de la lluvia.
Dentro, un olor a aceites rancios,
a inciensos ergotizantes y malignos,
fungirá como el perfume de las cuencas,
penetrando en tu alma.

Los minúsculos naipes
pronosticarán un sueño derrotado:
tú surgirás ceremoniosa,
beatífica, dignificada y distinguida.

Sin embargo, precaria, marginal, degradada,
–como si fueras un lumpen,
o una manzana podrida–, te oscurecerás.
Te borrarás de un golpe.
 

Estos poemas pertenecen al libro inédito Los destellos finales.
 

Rodrigo de la Luz (Foto cortesía del autor)

Rodrigo de la Luz
(Foto cortesía del autor)

Rodrigo de la Luz (1969), poeta y artista cubano. Llegó a Miami en 1998. Ha publicado los poemarios: Mujer de invierno (2012), Poesía viva (2008), Mío mundo (2010), y La luz que se prolonga (Editorial Ultramar, 2012). Poemas suyos aparecen en la recopilación La ciudad de la unidad posible: Selección poética de Miami (2009) y en The City of Possible Unity: A Miami Poetry Collection (Editorial Ultramar, 2011).

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Esta entrada fue publicada el 08/02/2015 por en Poesía.
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