Por Yumary Alfonso Entralgo
YAE: ¿Se puede decir que en un principio tu obra comienza con una intención de archivo, por ejemplo los documentales Degeneración (2007) y Ex generación (2010)? Debido a que recogen de alguna manera las vivencias personales dentro de un espectro de experiencias individuales de algunos jóvenes que crecen en Cuba durante la crisis económica y la consecuencia de esto en sus vidas. El otro documental refiere otras personas que salen de Cuba y se instalan en México, pero en esencia todo eso responde a ilustrar fenómenos de reacción humana ante situaciones límites, en un modo implosivo en el primer caso, en otro se exterioriza como lo es el caso de la emigración dentro de un momento de crisis económica y contradicciones de todo tipo a las que se exponen estos jóvenes. También pienso que con Calle G (2003) La Habana (2012) puede haber una sugestión de archivo de conductas con respecto a tu intención inicial de trabajo.
AVA: Mi primera inclinación fue la ficción porque me gustaba escribir cuentos. Fue digamos mi primera etapa creativa o digamos de creación artística literaria. Digamos que lo primero que hice fue escribir, pero también como parte de la escritura hubo una parte de reflexión de la realidad que estaba viviendo. Tenía una atendencia a crear personajes, historias ficticias, narraciones. Los primeros guiones que escribí fueron de ficción, en el taller de cine con el Director Enrique Pineda Barnet, que tiene un taller por donde han pasado muchísimos jóvenes directores de Cuba. Nunca estuvo alejado de mí la reflexión, de mi época, de mi espacio, de lo que vivíamos en Cuba y de lo que estaba ocurriendo fuera de nuestro país. Pero digamos que en el momento que ya decido crear audiovisual, lo que inició el documental, inicialmente fue una razón de producción. Lo primero que traté de hacer fueron cortos de ficción. Y realmente eran muy costosos, todavía no tenía la preparación porque la ficción requiere actores, necesitas saberlos dirigir y organizar un equipo, tienes que hacerlo de un modo cronometrado, de un modo lógico en un delimitado tiempo de producción etc. Requiere más preparación, más tiempo de pre producción y en ese sentido el documental es un género en el que te puedes acercar más intuitivamente porque es un producto que lo vas construyendo en el camino. No partes de un guion estricto, partes de una temática, de un tema que quieres abordar pero lo que va sucediendo es muy espontáneo, lo logras en el momento que se filma y el sentido final lo das en la edición. Es el momento en que revisas todo lo que filmaste, cuando comienzas a organizar y a encajar esas piezas comienza a surgir lo que es el sentido de esas obras. Hacer documental fue como decir, quiero hacer ficción pero ahora quiero hacer documental. Y también me gusta, pero comencé por ahí porque era algo que yo podía autofinanciarme, pedía una cámara prestada porque en ese tiempo no tenía cámara. Tenía un amigo que editaba en una computadora en su casa. Lo primero que hice, así propio, junto con Erick Coll fue Calle G, que tú lo mencionas. Erick Coll tú lo conoces, trabajamos juntos al inicio y era como un compañero de creación. Ese fue nuestro primer proyecto, pero siempre tuvimos en la mente hacer ficción. Como sabes ya una vez que empiezas en un género, le empiezas a agarrar amor. Con Calle G hubo una respuesta inesperadamente positiva, nos dieron un Premio Opera Prima, Cine Plaza, nos dieron premio de la UNEAC. Fue un documental que a pesar de bien cortito tuvo su impacto, lo pusieron en la muestra, en el Festival de Cine Pobre y todo esto de algún modo comienza a acercarte a este género. El documental tiene otra manera de conectarse con la audiencia, con el público y en Cuba específicamente te da la posibilidad de abordar de modo rápido autofinanciado, de acercarte a temáticas que no se estaban abordando o que se estaban abordando pero desde un punto de vista blanco y negro. Específicamente la mayoría de los documentales que hice en esa época tiene que ver con el tema de la juventud, que era justamente mi generación. Yo apenas cuando hice Calle G tenía 22 años. Y tenía 23-24 cuando empecé a filmar Degeneración que fue el otro proyecto personal que le siguió, de los personales. Porque no es lo único que he hecho en mi carrera por supuesto. Desde el inicio empecé a trabajar con un director de documentales que se llama Rolando Almirante. Empecé siendo asistente de dirección de él y luego me empezó a pasar proyectos como director que eran proyectos comisionados, comerciales, de cultura cubana, ahí también me acerqué a temas muy interesantes, por ejemplo el jazz en Cuba, pintura cubana.
Uno como realizador tiene esos dos caminos siempre, uno va desarrollando proyectos, que yo le llamo proyectos comisionados, que te contratan, te pagan para que los filmes, a los que uno siempre trata de ponerle de su parte y demás, pero no son proyectos que sean originados por uno mismo. Siempre los he hecho. A la par de esta fase he tratado de realizar al menos un proyecto personal al año. Ahí me enfoco mucho, porque sin dudas es el tipo de proyectos donde uno tiene la mayor libertad, donde te puedes focalizar en los temas que te están llamando la atención, que quieres abordar. Al inicio fui muy documental, muy de registro como tú mencionas, sobre todo enfocado en el tema de mi generación, o sea, los jóvenes en Cuba en las primeras décadas del 2000. Es la fecha en que concibo estos documentales. Siempre con esta actitud de cuestionamiento de quiénes somos, cómo nos vemos dentro de nuestro espacio, como podemos generar un cambio o no en nuestro espacio, cuáles son nuestras dudas, con lo que o estamos de acuerdo, lo que quisiéramos transformar. Digamos que en esa cuerda, con esa intención de cuestionamiento, de la reflexión es que van estos primeros documentales. No sé si decirle si siempre es un archivo, pero mi estética no fue documentar con objetivo periodístico clásico, al estilo de los hechos documentales que trata de narrar los hechos de muchos puntos de vista o que trata de desarrollar muchas herramientas para alcanzar la objetividad periodística. Yo nunca tuve esa visión, sino que mezclaba un poco mi intención por la ficción, pues se contamina aunque no quieras. Usaba el género documental pero lo usaba en un sentido de mostrar una voz. Yo no creo en la objetividad periodística. Cualquier producto cultural, cualquier producto artístico siempre tiene el filtro de quien lo creó. Yo estudié Periodismo, estudié Comunicación, leí mucho de Teoría del Periodismo, tengo claros los mecanismos que tú puedes aplicar para acercarte lo más posible a la objetividad, pero aun así no era mi intención. Yo estaba hablando de temas muy personales, de temas que me dolían, que sentía y donde yo quería expresar mi punto de vista o un punto de vista colectivo pero sin dudas yo nunca renuncié a mi filtro personal sobre estos temas. De hecho si te das cuentas en estos documentales no solo está el testimonio de las personas que entrevisto, sino que hay un discurso audiovisual que creo con el sonido, con la imagen. Es mi propio discurso, de algún modo yo no me desaparezco que es un poco el sentido del documental objetivo periodístico, que quien lo crea desaparece y puede ser cualquier autor, yo no hago así. Sino que trato de darle un sentido de unidad, de voz, que se pueda percibir que es tu propia voz y tu intención detrás de eso.
YAE: ¿Pudiéramos decir que se trata de una descripción de “tipos psicológicos” como sucede con “La Comedia Humana”?
AVA: Claro, en todos estos documentales, yo siempre busqué la mayor diversidad que pudiera encontrar, pero por supuesto que yo creaba como parámetros o creaba límites, en estos temas que eran temas que tenían ese matiz político siempre, de algún modo, mis límites decían mira, no quiero sumarme a los discursos extremistas porque de eso hay muchos , o sea en la televisión cubana es extrema la izquierda y es todo un discurso extremo en ese sentido , en la televisión de Miami o en la televisión de España , el discurso de la juventud cubana o de la realidad cubana es el otro extremo. Entonces, digamos, mi intención, y ahí te digo, no es objetivo, es una intención muy definida y muy clara desde el inicio del proyecto: Yo no quiero sumarme a los extremismos de ningún lado yo quiero tratar de dar una tercera vía, una tercera proyección de estos temas que sea más cercano a como yo lo vivenciaba, mi vivencia personal y subjetiva, sin duda ¿no? Entonces busqué siempre entrevistar personas que tuvieran cierta capacidad primero de reflexión, que por alguna razón yo los hubiera conocido o que alguien me los hubiera sugerido, que supiera que eran personas que tenían algo que expresar o que tenían una capacidad de dialogar o complejizar esas temáticas. No he estado buscando el entrevistador, el entrevistado cuya entrevista me condujera a estos extremos. Si no que buscaba personas que fueran capaces, algunos con un cerco más a la derecha otro más a la izquierda sin duda, pero que supieran articular sus respuestas, que supieran también dejar una puerta abierta a lo distinto, al que piensa diferente a mí, digamos ese fue uno de mis parámetros. Ahora, en todos estos documentales, yo siempre entrevisté a más personas de las que aparecen y ahí está como el otro filtro. O sea siempre en el documental tú tienes, como el modo en que yo lo produje en Cuba, un modo de producción económico, muy barato, pues tú tienes la oportunidad de decir, bueno me voy yo con un amigo, con una cámara y un micrófono y nos vamos a la locación real de este personaje, donde él decida en tu casa, en su trabajo, en un parque. Ahí también trataba de buscar diversidad de locaciones. No trabajaba desde un punto de vista de archivos, sino desde un punto de vista también ya visual. Ya ahí pensándolo como revisador audiovisual. También decir, bueno pues yo quiero también mostrar la diversidad de esta ciudad, también visualmente estaba tratando de alejarme de esos opuestos de que la Habana es solo las ruinas o la Habana es solo las manchas, y la plaza del malecón. Hay mucho más, hay mucha más vida en esa ciudad. Hay personas reales que viven su vida acá y que piensan de modo diverso, o por lo menos, sin acercarse a estos extremos. Entonces, sí hubo siempre esa intención de crear documentales que fueran un poco en el carril del centro por decirlo de algún modo. No que fueran neutrales porque yo tampoco creo en la neutralidad, como no creo en la objetividad, no creo en la neutralidad, entonces, no es que sea neutrales u objetivos, son mi visión personal de estas cosas y huyendo de estos extremos, de estos extremos que nos marcaron y siguen marcando la sociedad cubana y la historia cubana. Es una historia muy marcada por extremos de opiniones ideologías, de visiones de vida y en ocasiones parecen extremos irreconciliables. Pero bueno estamos en un momento histórico positivo en ese sentido donde se está buscando la reconciliación, pero pues lo que yo viví en Cuba no fue parte de eso, fue una contradicción, una lucha de extremos y yo no me sentí identificado con ninguno de los dos. Mira, yo no me sentí identificado ni con la extrema izquierda ni con la extrema derecha y eso no existe, tampoco digamos, buscar algo articulado que no fuera un discurso contrario. Aunque si con pasión, claro que hay pasión en los documentales, claro que hay pasión entre dos personas que hablan pero yo no quería hubiera una tendencia, digamos al odio o al voy a destruir al que piensa distinto de mí. No quería sumarme a algo que era tan, tan colectivo en mi historia.
YAE: ¿Cuál fue la recepción crítica de los documentales y de tu intención?
AVA: Mira pasó de todo, de hecho si entras en internet y buscas comentarios en mis documentales y todo eso, te encuentras de los dos lados, te encuentras de quien dice que yo soy de la CIA o de la mafia pagada de Miami y te encuentras con quien dice que yo soy pagado por el gobierno porque no hago una crítica más dura o más extrema que muchas veces, era lo que yo estaba tratando de evitar. Pero no, pero también hubo otro sector, en Cuba, en los lugares donde se estrenó, fue bien recibido, de hecho, pues es un documental que me premiaron mucho en Cuba, en varios festivales y fuera de Cuba también. En ese sentido, tuvo buena recepción como producto documental así en su sentido creativo, como producto de creación, pero también, yo creo que hubo mucha gente que agradeció que esta tercera voz que no acudía a ninguno de los dos extremos clásicos surgiera y existiera, que al final no era la mía, era la de mi generación o la de parte de la generación con la que yo compartía todos los días, o sea no es como una voz única o algo así, todo lo contrario, justamente me llamo la atención construir ese tipo de documentales, en ese punto porque era el punto de vista de mucha gente que me rodeaba a mí, o sea, que no éramos extremistas, que no partíamos de un odio. Pensando que son opiniones y que hay visiones de nuestra realidad que algunos compartimos otros no, pero eso no nos da derecho a criticar. Cuando tú tienes una visión extremista, es cuando tú ves que el otro no tiene nada que aportarte, cuando el otro tú lo sientes que está completamente equivocado y más aún, cuando tú crees que es tu enemigo, entonces de algún modo más que un registro, porque si yo hubiera hecho un registro de mi época, hubiera podido poner estos dos extremos, porque eso era lo que estaba ocurriendo, por lo menos en los medios, en la proyección. Ahora, sí te digo que volviendo al tema de si es registro o no, sí es un registro en el sentido de que esto no surge de mí, surge en un entorno, surge de un grupo de personas con las que diariamente dialogaba, entre las que te encuentras tú también, que se encuentran muchos amigos con los que platicábamos de nuestra realidad de nuestro mundo, personas que teníamos una visión de pensar, de reflexionar sin llegar, digamos al odio, sin llegar al extremismo, sin llegar a estas actitudes Entonces digamos por ahí viene esa intención.
YAE: ¿Cómo podríamos definir ese proceso en ti a través de las constantes Archivo-Realidad-Ficción-Película/fotografía analógica-Arte digital?
AVA: Yo soy de la era digital cien por ciento, de hecho eso es un tema muy importante que yo siempre abordo porque fue lo digital lo que me dio la posibilidad de realizar estos documentales, de modo autofinanciado. Antes de eso tu tenías que acudir al ICAIC, tenías que pasar años trabajando en el ICAIC y muy pocos realmente llegaban a tener la oportunidad de desarrollar un proyecto personal. O sea, prácticamente muy pocos directores lograron desarrollar proyectos personales en esa era, donde era mucho más costoso la producción con todas las tecnologías del treinta y cinco milímetros, del dieciséis milímetros… lo que se usara. En mi caso yo soy de una era donde nos llegan estas herramientas, estas cámaras digitales que para su momento tenían bastante calidad y que te permitían producir documentales que se pudieran proyectar en una pantalla sin la necesidad de tener que acudir a una institución, sin necesidad de tener que pasar mucho tiempo consiguiendo financiamiento. Era una suerte, algo que estaba mucho más a la mano y esto define el crecimiento que hubo en Cuba en la primera década del 2000, de los que se llaman los nuevos realizadores. Que básicamente es el cine independiente del ICAIC en cuba, en el cual me formé yo y en el cual inicié mi carrera.
YAE: ¿Crees que hay una evolución en la elección de las temáticas, géneros, objetivos creativos? ¿Crees que pasar del video documental con finalidad de “archivo” transgrede de un contexto determinado al amplio mundo de la ficción como muestra de una madurez artística o responde a otros intereses; digamos económicos, estéticos o ambos, o simplemente se trata digamos de una “evolución natural” del proceso creativo de estos tiempos en este campo, o ha sido casual?
AVA: Fue paralelo, yo estaba estudiando comunicación y cursé muchos talleres. Yo nunca estudié así todos los años en una escuela de cine , no , yo estudié Comunicación; cursé talleres de dirección de guion, de documental, leí mucho también de esos temas; pero básicamente yo soy una mezcla entre alguien que estudió y alguien autodidacta. Hubo muchas cosas que también las aprendí en la práctica, o sea muchas cosas técnicas, muchas cosas de lentes, de iluminación, del lenguaje cinematográfico que en realidad lo fui adquiriendo en la práctica y en estos talleres que sí me dieron herramientas para empezar, pero sí creo que esto es una carrera de mucha práctica.
Sin duda el documental es un buen género en el cual iniciarse por que digamos hay muchas formas de documental no hay un formato tan establecido. La ficción en ese sentido, aunque puedes crear mucho, tiene mucha normatividad, o sea tiene muchas reglas, que tienes que conocerlas, luego las incumples, si quieres, como estética, pero tienes que conocer muy claramente el lenguaje cinematográfico, las reglas de continuidad, las reglas de iluminación, o sea, todo, cuando usas un lente, para que y cuál es el mejor ángulo o la mejor escala de plano que vas a aplicar en cada momento. Son las dos cosas, en general la creación audiovisual tiene elementos técnicos y elementos también del lenguaje establecido que no puedes ignorar. Si te vas de eso, claro que te acercas al video experimental, puedes hacer cosas muy atrevidas, pero probablemente vayan a ser cosas muy breves, porque para determinada audiencia es muy difícil aguantar una película de hora y media donde se transgreden todas las normas, donde la cámara no respeta nada, donde no se respeta ninguna regla narrativa. Te digo, sí se hace, hay autores que apuestan por el cine más experimental, más atrevido, pero es la minoría, la mayor parte del cine y de la audiencia que consume el cine se acerca a este lenguaje a partir de ciertas reglas preconcebidas. O de comprensión también , o sea, en estas reglas, aun cuando sea una película no disfrutable, dura, igual hay reglas, hay reglas de continuidad, hay reglas de comprensión narrativa , hay reglas para que tú puedas entender la evolución de eso que está sucediendo en pantalla, entonces en ese sentido, si me ayudó mucho empezar en el documental, por que pude empezarlo cuando aún yo no estaba ni listo para hacerlo, cuando yo estaba aprendiendo el arte visual, algo que demora años por supuesto que todavía estaba aprendiendo, toda mi vida voy a estar aprendiendo. Pero entender lo básico demora años, años antes de que tú puedas aprender porque este plano funciona más que este y porque en edición este plano debe de ir aquí y no acá y son una mezcla entre reglas, estética e intuición artística. Es una mezcla porque si todo lo haces por las reglas, terminas haciendo un producto súper aburrido. Igual a todo entonces si tienes que mezclar, tienes que tener muy claro todas estas reglas en lenguaje cinematográfico que existen, que ahí están , que llevan un siglo o más de un siglo construyéndose, pero luego , pues claro, tienes que tener tu aporte también, tú tienes que decir, bueno , dentro de esta regla y dentro de todas estas posibilidades estéticas, porque no se resume a una forma de contar, hay muchas formas de contar historias, pues yo me empiezo a sentir identificado con tales estéticas, con tal fotografía, con tal iluminación , con tal forma de edición y empiezas como a construir ya tu propio discurso.
YAE: ¿Cuál es la diferencia para ti entre estas dos etapas, si pudiéramos dividir tu obra entre lo primero que hiciste y lo que haces ahora? En caso de que consideres esta división, si existe un ante y un después entre dos etapas, o tres, si asumiéramos como tercera tu última producción asociada al arte digital, sí o no, si lo ves así y ¿Cómo lo explicarías esto desde tu experiencia creativa?
AVA: Mira, la ficción es mucho más exigente en ese sentido, porque tienes que dirigir actores, porque tienes que dirigir a un equipo más grande y porque tienes una exigencia, de que tienes muy pocos días de rodaje porque es muy caro llevar a un equipo de diez personas a un lugar para conducir algo, por lo tanto la ficción vive en el extremo, en tu habilidad como como director, o sea tienes menos tiempo. En ese sentido, un documental lo puedes estar construyendo por dos años, por tres años, por diez años, o sea, puedes irlo haciendo un poco aleatorio y luego vas encontrando el sentido. La ficción no. Partes de un guion, partes de algo muy establecido, desde el inicio tienes que prever muchas cosas para que funcione, luego en pantalla, en imagen. Yo me alegro de no haber iniciado la ficción porque hubiera hecho cosas horribles al inicio, porque es un género donde uno puede equivocarse. El documental te da una libertad estética, incluso las imperfecciones son parte de este género, porque no es del todo limpio, está hecho a un modo más en el camino un poco callejero como le llaman, o sea, lo vas construyendo. La ficción no. En general el tipo de ficción sobretodo, que quiero hacer, que es un tipo de ficción que es muy visual muy bien elaborada y además lleva a prever casi todo lo que está ahí. La evolución ha sido con el aprendizaje, digamos, como ahora ya me siento más atrevido para enfrentarme a proyectos mucho más complejos.
YAE: ¿Cómo organizas y diriges una producción?
AVA: En eso yo soy bastante clásico, yo sigo bastante, según la norma, el orden establecido del cine. Yo inicio con un guion, hay directores que son mucho más experimentales, dicen voy a filmar sin guion, por ejemplo o voy a improvisar, y demás…Yo no, soy meticuloso, preveo cada detalle. Luego paso una etapa de preproducción larga, entonces, en esa etapa yo organizo al máximo todo lo que va ha ocurrido en la filmación. Ahí es donde yo me siento con el director de fotografía y ahí se diseña, pues, lo más cercano posible a lo que va a ocurrir en la filmación, plano por plano, vamos diseñando y ya luego en la locación real se nos ocurren otras cosas. Pero ya llegamos con un guion técnico que se llama, que es un desglose de la historia, plano a plano, donde tú dices esto se va a filmar de esta manera, con tal movimiento de cámara, o sea vas con todo lo más organizado posible. Lo mismo con el arte, desde el inicio pienso los colores, la gama de colores, la iluminación, pienso el vestuario, pienso los colores en la locación, todo. En ese sentido paso mucho tiempo en reproducción y además ensayo con los actores, o sea, paso tiempo haciendo castings, buscando el actor, luego cuando los tengo, paso tiempo ensayando, hasta que lleguemos a donde queremos sobretodo. El director, ahí tiene, digamos , la culpa de hacia dónde va un actor o no, porque el director es el que tiene que orientarlo, tienes que decirle a donde tú quieres que llegue, de qué modo quieres que actúe, con que intensidad, en cada momento, entonces eso es todo un proceso largo de preproducción. Ya últimamente si escribo directamente el guion, se me ocurre una idea, un argumento sobre todo para los cortos. Un largometraje si es mucho más complejo, porque si empieza con lo que llamo primer tratamiento que es como una larga historia, de treinta cuartillas donde cuentas todo lo que va a ocurrir hacia dónde va y luego lo empiezas a transformar en guion. En el caso de un corto vas directo al guion, piensas la historia, escribes el argumento y a partir de ahí ya.
YAE: ¿Crees en la idea de dejar abierto el final, en que el espectador pueda tener su lectura personal?
AVA: Ahora pensando en eso que me dices uno no lo ve en el momento así de esa manera. A lo mejor hay una continuidad en ese sentido. O sea, los documentales tampoco cerraban en una única conclusión, tenían un cierto grado de ambigüedad donde tú podías interpretar y eso se mantiene en la ficción. Entonces realmente, eso ya es parte de mi estilo. Cada audiencia ve algo diferente, ahí tu encontraste eso, ya eso son cosas que uno no las trae seguras todo el tiempo, uno concientiza mucho en el proceso, pero no todo. Hay muchas cosas que ocurren porque se te hace que así está bien o tu sientes que por ahí tiene que ir la historia pero ya las motivaciones detrás de eso, de pronto te las empieza a encontrar, más bien, alguien que ya ha visto varios de tus cortos, de tus película te lo dice. Entonces empieza a notar las constantes de forma más evidente. Bueno tú tienes un interés en esto, te gusta, ahora que me dices no, no cierras, creo que sí hay como una libertad de interpretación siempre. Estoy de acuerdo, o sea no lo he concientizado todo, no creo que en todo lo que he hecho, no en todo lo que tengo proyectado hacer está totalmente pensado así, pero en gran parte sí.
Mira, por ejemplo, en Recursivo, antes de nada, yo lo quise hacer como un experimento narrativo, antes de todo lo erótico del cuerpo del contenido, yo quería una historia, crear una historia que el final fuera el inicio y volver a empezar, y justamente viene del concepto de la recursividad, o sea, ese concepto de esa ecuación donde el resultado, se vuelve a añadir a la ecuación y vuelve a conectar, entonces, digamos, lo inicia. Lo inicial fue esa estructura, ah quiero escribir una historia donde el final sea el inicio y vuelva a comenzar y sea un loop infinito. También Relevo tiene eso, sí como no, lo tiene y en los dos guiones que tengo escritos de Gato (mi nueva producción) hay mucho la repetición, hay mucho lo onírico. Si puedo decir definitivamente que son cosas que se están repitiendo en mis historias: lo onírico, el mundo de los sueños, esa incapacidad a veces de distinguir que elementos son reales y que elementos son imaginarios, y que todos están en tu mente, entonces, digamos eso ya son intereses personales, que empiezan como a repetirse.
YAE: Respecto al mundo crítico y teórico del mundo audiovisual ¿Tienes algún patrón, escuela, filosofía que sigues? ¿Qué directores de cine te atraen, te marcan de alguna manera?
AVA: No, mira en realidad, no. No es como que diga, me leí una obra filosófica o una obra de este, de Lipovetsky o a Benjamin y voy a hacer una película a partir de eso, no es así directo. Más bien como que todo eso se te va acumulando, o sea lo que lees, lo que otras personas te enseñan, lo que vas aprendiendo. Todo eso está dentro de tu cabeza, pero la mayoría de mis argumentos me surgen en un sueño o me surgen en un momento totalmente básico, ordinario…y pum surge una idea, un argumento que me atrae. Eso es sin duda la acumulación de todo lo que he leído, de todo lo que he vivido de todas las películas que he visto, o sea también es eso, yo siento que mi influencia a veces es mas de ciertos directores o de ciertas escuelas visuales y de ciertos pintores. En ese sentido a veces puede haber una claridad, puede ser más directa la apreciación.
De los directores, pues me atraen muchos en general así que te voy a hablar mejor del tipo de cine que me interesa. Prefiero el cine que no es solo historia, sino que también en el que la parte visual es muy importante para lo que tú sientes con la película. Ahí para mí, el que primero te menciono es a Stanley Kubrick. Es el tipo de director, que puedo ver una y otra vez y que aprendo algo siempre que veo su trabajo. Pero hay muchísimos que tienen esta línea que yo he seguido donde lo audiovisual es tan importante como la historia. El modo en el que yo te la cuento, los colores que yo elijo, la manera en que yo muevo la cámara, el sonido que yo le agrego es tan importante para lo que tú vas a sentir como la historia misma o la parte narrativa de la película. En ese sentido si, yo nunca voy a, o sea espero no perder, me interesa mantener esa línea. Para mí tiene mucho valor lo visual y lo sonoro. No es solo la historia que te cuento, sino que me interesa mucho el modo en que la voy a construir que eso un poco es lo que tú me cuentas que viste, quizá en los dos cortos. O sea que hay como, cada plano, cada movimiento es muy deliberado, ahí sí está la diferencia digamos del documental y por eso si me gustó mucho la ficción y por eso ahora le estoy dedicando toda mi energía y todo mi tiempo a proyectos de ficción. Como director uno tiene el control en ese sentido de todos los aspectos, o sea, puedes planificar los colores que va a haber en escena y cuales no y porqué y en que ángulo vas a filmar cada detalle; hasta qué sonido mínimo vas a agregarle luego a esa escena. Entonces, ese nivel de perfección, digamos, técnica, es algo a donde quiero llegar, es una intención como director, que me atrae mucho y me atrae, digamos este tipo de cine. Ahí te puedo empezar directores porque hay muchísimos ¿no? Pero te menciono a Kubrick porque para mí es como de los que más sigo, pero esta Paul Thomas Anderson esta Christopher Nolan, muy reciente esta Piers Malik, Paul karasc, está Jean-Pierre Jeunet, el de Amélie y todas estas películas, o sea, hay muchos directores que tienen ese nivel de perfección visual.
YAE: ¿Eres científico o artista, crees que tus conocimientos de Física han permeado tu obra?
AVA: Sí, si quieres decirlo así no me molestaría, o sea si mi pensamiento tiene mucho de ciencias, sin duda. Me encanta las ciencias, leo mucho de ciencia, sobretodo de física, de astronomía, son temáticas que me atraen muchísimo y lo vas a ver si logro producir un par de proyectos que vienen próximos lo vas a ver directamente. Siempre me han atraído mucho los personajes del mundo científico. Por ejemplo, me atrae mucho el género de la ciencia ficción. Es algo que todavía no lo he producido, pero que esta entre mis intereses, esta mezcla entre reflexión del futuro, filosofía pero ciencia a la misma vez es fascinante. Entonces sí, digamos dentro de mí está todo esto. Está alguien que hubo un momento que en el que se inclinó mucho por la ciencia, por las matemáticas por la física y también un artistas. Lo puedes notar desde el título de Recursivo ¿no? revelo mucho de estas temáticas que me interesan, pero yo realmente me considero más artista que científico. Entonces las historias que cuento, las temáticas que me atraen tienen que ver mucho con mi mundo interno, mi mundo personal y subjetivo.
YAE: ¿Cómo trabajas mejor, sólo o en colectivo?
AVA: Primero solo, pero en colectivo definitivamente y eso también me gusta mucho de la ficción, tienes que colaborar con muchas personas; con el director de fotografía, el director de arte, actores, músicos, que te van a hacer la música original luego, o sea son muchas especialidades que también llegan a aportarte su visión y llegan a aportarte sus ideas. Como director uno tiene que saber que quiere, tienes que estar claro de hacia dónde va esto y no dejar que el proyecto se te vaya de esa idea inicial, pero esto no significa que uno sea cerrado, no. Si no que simplemente tienes que ir valorando todas estas nuevas ideas que te van a dar en el camino para ir viendo cuales se adecuan a esa idea inicial de esa estética que tú quieres y te apropias de eso, y cuáles no, cuales se irían hacia otro camino, entonces, en ese sentido, sobre todo con el director de fotografía, siempre hay un debate muy amplio. El director de fotografía es alguien muy importante en el resultado visual de la película, y en ese sentido, pues, tienen ellos mucha experiencia, tienen muchos conocimientos pero a veces tienen una estética distinta a la que tú quieres, entonces es donde tú tienes que decir, ok , sí, me gusta eso que me estas proponiendo, pero vamos a cambiarle esto porque si le damos demasiada sombra entonces ya no voy a lo que quiero, si me pones este movimiento de cámara aquí, se va a ver más artificial de lo que quiero, ciertas escenas y así. Entonces digamos, son cosas que si llevan años de ya probar, es probar, probar, vas probando muchas cosas, muchas cosas, muchas te fallan. Son años también de hacer cosas muy malas también, eso la gente a veces le cuesta decirlo, pero es que eso es bueno también. Ninguna carrera es una carrera de éxito, de continuos, los fracasos también son pruebas que haces y no funcionan y eso son aprendizajes.
YAE: ¿Lo que escribes cómo influencia el cine que concibes?
AVA: Hubo una época en la que también escribía cuentos y demás y ahora estoy escribiendo guiones nada más, entonces en ese sentido me he centrado mucho en la parte de lo audiovisual, en el cine, al final esa es mi intención o sea yo o sea cine y cine de largometraje es mi nuevo paso digamos, hacia lo que estoy ahora trabajando. Ya una vez que uno se siente listo y que ya tú tienes como una historia, un guion escrito y demás, el próximo paso es convencer a los inversionistas de que estas listo y que te financien la película, ya ahí si no funciona el sistema de autofinanciamiento, o sea ese tipo de gustos personales y de experimentos y de más funcionan muy bien en los documentales y en los cortos de ficción. Yo creo que todo el mundo debería de empezar por esos géneros ¿no? Porque te dan la libertad, estás haciendo cosas que cuestan mucho menos, algunas las puedes financiar o financiarlas entre un grupo de amigos y no hay un gran riesgo ¿no? O sea estas apostando, estas probando, y tú te sientes muy libre como director y empiezas a, voy a poner la cámara de cabeza ¿no? O voy a poner el filtro de esta manera, que yo he hecho ya yo creo que todas las barbaridades que se me han ocurrido las he probado y descartado el noventa por ciento. Porque lo que pasa es que en la mente suenan muy bien pero luego las haces en la práctica y el resultado, pues no es lo que esperabas y pum ya eso no lo vuelves a hacer, pero ya un largometraje, digamos que es el género, que es el formato hacia el que ahora estoy súper enfocado, ya implica ,que ya tu tengas cierto conocimiento como director, que tengas ciertas elecciones estéticas6.50, es decir, pues quiero hacer este tipo de cine, digamos, pero además ahora requiere mucha paciencia y mucha voluntad, porque llevar a cabo un largometraje es cien veces más complejo que un corto.
YAE: ¿Autores de la narrativa que te enriquezcan, que te interesen?
AVA: Mira es que es muy complejo. Hay algunos que son por temática, otros por estructuras narrativas y demás, pensando en lo que estábamos hablando de estas historias circulares, estas narrativas experimentales, sin duda ahí está Borges y ahí está Cortázar. Son dos autores que su influencia es súper innegable en esta manera de concebir la narrativa y digamos, son como ejemplos en la literatura de algo que de algún modo he tratado de emular en el cine, en Relevo y en Recursivo. Son dos autores que tengo muy claro que marcaron mucho, y justamente me marcaron porque hacen en la narrativa, en la literatura lo mismo que me gusta a mí de los cineastas, esos que te mencionaba. En el caso de ellos es que no solo te cuentan una historia, si no que juegan con la estructura y el modo en que te lo cuentan, o sea, son creadores que no solo te dan un mensaje, si no que dominan perfectamente el modo en que te lo están transmitiendo, la estructura. Entonces digamos, si tu llevas eso al cine tienes lo de la literatura, o sea tienes toda esa estructura narrativa que puedes transformar, virar de cabeza hacerle luz, lo que quieras, pero además tienes todo el lenguaje audiovisual, en ese sentido a mí se me hace que el cine es precioso, hermoso porque tiene de todo; tiene pintura, tiene su música, tiene teatro, tiene filosofía. Una película es una visión del mundo, entonces por eso es que me he apasionado por el cine, no me imagino haciendo otra cosa, o sea, realmente es mi sueño, vivo pensando en el cine. Veo mucho cine, escribo, estoy constantemente produciendo, haciendo proyectos y la cosa, es que es un medio muy completo, es un medio donde de pronto puedes dedicarle la mayor parte a, por ejemplo, experimentar con el sonido. En Recursivo experimentamos muchísimo. Este fue un proyecto que me enseñó a mí mucho de postproducción, de sonido, porque trabaje con unos jóvenes que hicieron cosas que yo ni habría soñado, ni habría imaginado que podrían funcionar y así es. Por eso te dije antes, es individual y es colectivo y es lo bonito del trabajo en equipo, cada uno pone lo mejor de sí.
YAE: ¿Qué parte se hace en fotografía y que parte en edición?
AVA: Realmente todo parte de una buena preproducción, de un buen diseño inicial, que tu planifiques cada detalle, que pienses absolutamente en cada detalle, mientras más detalles tomes bajo tu control, mas deliberada sale una imagen final, y va a acercarse más a esa perfección, o esa adecuación a la historia que tú quieres. A veces no es la perfección, si no la imperfección lo mejor, pero en este caso tienes que planificarlo. Como por ejemplo, en el caso de Recursivo, inicialmente yo lo pensaba filmar todo muy limpio, con doble y grúa y puros movimientos fijos y cuando empecé a hacer las pruebas, me di cuenta que no funcionaba así. Me di cuenta de que funcionaba mucho más con cámara en mano, para dar esta sensación de inestabilidad que tienen esos personajes. Entonces algunas cosas tú las planificas o las imaginas de un modo; luego las pruebas y te das cuenta de que no se produce la emoción que tú quieres. Ahí en juego mucha intuición y ahí hay mucho de gusto estético y de apreciación visual de cada cual.
YAE: ¿Crees en el sujeto doble, tenemos posibilidades de otros universos, qué dice la ciencia, que crees tú, hasta qué punto estos criterios fijan tu creación con el concepto de lo recursivo, el doble, etc.?
AVA: Creo que la existencia implica muchas repeticiones. Pero repeticiones no exactas, sino en el sentido de lo recursivo, de que lo aprendido se incorpora en nuestros recuerdos, y aunque repetimos la misma situación, tenemos una nueva forma de lidiar con ella. Pero en general la historia humana, y la vida personal, es una serie de reiteraciones, pensamientos y emociones cíclicas. Uno puede quedar atrapado dentro de esos ciclos, y no lograr desprenderse de algo, aunque sea dañino, o puede aprender con el tiempo un modo de lidiar con esos ciclos, y variarlos levemente. Creo que el sujeto tiene su papel dentro de esa realidad, pero a la vez, hay muchas cosas que suceden de modo programado, en un sentido de programación social e histórica. No somos culpables de todo lo que nos sucede, pues a veces estamos atrapados en ciclos ajenos. Pero en otras ocasiones sí somos nosotros quienes creamos los límites y nos quedamos atrapados dentro de ellos (como la historia de Recursivo).
En el caso de Relevo, lo cíclico se refiere a algo más concreto, a los roles en la pareja, y esto puede verse en una relación amorosa, pero también en otro tipo de relaciones familiares, profesionales. A veces uno es el apoyo de otra persona, y a veces somos nosotros los que necesitamos ese apoyo. En este sentido es que escribí el guion de Relevo, pero ya he escuchado otras interpretaciones de la historia que también me gustan, y al final, son historias que he escrito y realizado con una deliberada ambigüedad, para que se puedan interpretar de muchas formas. Pero es inevitable encontrar el juego con los ciclos, con el loop, con aquellos límites circulares que nos encierran.
Este tipo de repeticiones me atraen a la hora de escribir una historia, pues son patrones que veo en todas partes, en mi propia vida y en la naturaleza humana en general. Por eso es algo que continúo explorando en nuevas historias.
YAE: ¿Crees en la teoría de un cine sin “sujeto”?
AVA: De verdad, no concibo un cine sin sujeto. Cuando yo te hablo de este tipo de cine que juega mucho con el discurso audiovisual, con todo lo que está además de los actores y la historia, a lo mejor, por ahí, puede venir esa interpretación. Que hay una revalorización o hay un gran valor de aquello que rodea ese sujeto. Que rodea al actor, a los personajes, digamos, no sé si por ahí venga la interpretación que hace esta teoría, pero un cine sin sujeto para mí es imposible, de hecho cultura humana sin sujeto para mi es imposible también. Nunca puedes controlarlo todo, pero es que estoy pensando eso que me dices y digo bueno, es que una cámara sin sujeto como una cámara de vigilancia de un banco a lo mejor ¿no?… Que está ahí grabando lo que está ocurriendo y punto. Pero de hecho la cámara no se mueve sola, no enfoca sola, la cámara no elige un punto de vista, un recuadro por sí sola, no, no entiendo, o sea, el día que haya una inteligencia artificial, que haga películas, pues ahí, ahí podríamos hablar de cine sin sujeto. Un cine automático, auto-pensante que se genere en computadora o lo que sea, sin duda vamos a llegar a eso. Si tú te vas a ver los avances que hay ahora en la tecnología digital, en la inteligencia artificial, podríamos llegar a eso, pero no es lo que yo hago, ni es lo que va a hacer ningún ser humano.
YAE: Sobre tus nuevos proyectos ¿puedes hablar?
AVA: El nuevo filme que estoy haciendo que es corto también. Está todo filmado en green screen, o sea sobre una pantalla verde, para luego hacer un recorte de los actores y construir todos los fondos digitalmente. Eso es algo que yo nunca antes había hecho y que me ha gustado mucho, pero es muy complejo realmente, la verdad, me ha resultado más complejo de lo que pensé inicialmente pero me ha atraído mucho y en este caso se produce casi todo en postproducción desde el inicio tienes que planificarlo, pero la libertad, ahí es total. Porque los fondos los estas construyendo, los estas re-iluminando, estamos haciendo un trabajo muy intenso de postproducción y entonces, ahí casi todo se construye en computadora. Más que en la cámara se construye en la computadora. Si te puedo hablar del proyecto, de hecho ya está terminado, ahora estoy en sonido, ya la parte visual está terminada. Yo espero que mes y medio, dos meses a lo mucho salga el tráiler y ya salga a festival Estos cortos yo los hago principalmente para enviarlos a festivales de cine y luego pues ya los pongo en internet. Son proyectos personales como te digo, en algunos he conseguido dinero por residencias artísticas, eso ha sido uno de los mecanismos a los que aplicas.
Con el cortometraje Gato (2015), cierro una trilogía de cortos de género similar, que es algo que me interesaba hacer desde hace mucho, desde que escribía cuentos. Dos de estos cortometrajes son en sí adaptaciones de cuentos míos. Estos cortometrajes han sido un modo de poder dirigir de modo independiente, sin restricciones ni censuras de ningún tipo, creando algo que me interesaba a mí como creador y como persona.
El próximo proyecto que viene, es un largometraje de ficción que ya tengo escrito. Se titula Fracturas y es un guion que empecé a escribir hace diez años, en el taller Como se cuenta un cuento, que impartió Gabriel García Márquez en la escuela de cine de Cuba. Es un guion que empezó como cortometraje y ahora es un largometraje conformado por varias historias, todas dentro del género del realismo mágico, con un toque de suspenso.
Pretendo que este largo sea mi ópera prima de largometraje de ficción. Es un proyecto que realizaré en México, con actores mexicanos y productores mexicanos. Aún el proyecto está en la etapa de búsqueda de financiamiento, así que no puedo hablar de fechas, pero es el proyecto personal en el que estoy poniendo más energía. Creo que este será el inicio de una nueva etapa en mi carrera, donde podré aplicar todo lo aprendido en estos primeros diez años de experiencia.
Aram Vidal Alejandro (Cuba, 1981). Director y guionista.
Producción Audiovisual
Últimos Días (2014) Ficción. México.
Relevo (2013) Ficción. México.
Recursivo (2012) Ficción. México.
Bubbles Beat (2012) Documental. Estados Unidos.
Ex Generación (2009) Documental. México.
De Generación (2006) Documental. Cuba.
Yumary Alfonso Entralgo (La Habana, Cuba, 1981). Graduada de Licenciatura en Letras de la Universidad de La Habana (2004) Trabajó como profesora de Gramática, Literatura Universal y Latinoamericana, impartiendo cursos a las carreras de Letras, Historia del Arte y Comunicación Social. Trabajó como asesora y escritora de programas radiales. Actualmente está en su primer año del Programa de doctorado de Estudios Hispánicos de Texas A & M University. Tiene diversas publicaciones relacionadas con su campo de investigación el cual está dirigido hacia la Literatura Comparada, Teoría y Estudios de Literatura Trasatlántica. Trabaja como instructora en los laboratorios y asistente en la Oficina de Soporte de Lenguaje del Departamento de Estudios Hispánicos en TAMU.