Oración de los espejos
Ojos ávidos y a la vez serenos
con varias capas de expresión multiplicadas
donde otra que no soy yo
sabe a qué hora muere
como lo supo Miyó Vestrini
y como se pudiera adivinar en los ojos
de Kurt Cobain
porque dios es complejo e impensable
en el amor de siglos de quien
no supo nombrarlo
y una mujer inventa la vida
como tú ahora
dentro de un bote de cristal
y desde el mismo agujero que abre sus fauces
trenzas la falsa victoria
y no te extingues –como te mereces–
y es inminente que te diluyas
en pequeños recuerdos latiendo
para no romper con las luces implícitas
y tal parece que nunca repitiera la ola
en esta casa que no es mi patria
porque yo: no vivo aquí
sino en los lugares donde amé la lluvia
desde la más frágil nocheoscura
y en un país que se desploma
en medio de un bosque de balas ciegas
montañas sin otro nombre
ni apellidos que el hastío
y el golpe de mi dedo haciendo
lo correcto.
Lo dejaron cerca del hoyo bajo la lluvia
donde el agua solo lava las suturas
de cuyas vértebras se van fracturando
lo dejaron como a una cicatriz
dentro de la carne
como el detenimiento de las uñas
de un muerto
sin lo próximo por ver
lo dejaron en el hábito de la tierra abandonada
lo llevaron a un lugar para corroerse
algo parecido al resultado de dos árboles
cuando arden
lo juntaron junto a miles de desaparecidos
sin escuchar el empuño de la daga
-sin vida- como una nueva forma de nacer
algo con lo que arruinarlo
a la intemperie
donde los animales se mueven
silenciosamente
lo dejaron quieto en ese resplandor
sin flores amarillas
sin fiebre que sudar
algo marchito –sin luna–
como una rata en descomposición
como un recién llegado al barrio
donde nadie lo buscó
–excepto los perros– en su vieja costumbre
de querer fertilizar el suelo.
Yosie Crespo
(Foto cortesía de la autora)
Yosie Crespo nació en Cuba, y reside en Miami. Tiene publicados los libros de poemas Solárium (Miami, Baquiana, 2012) y La ruta del pájaro sobre mi cabeza (Madrid, Torremozas, 2013). Estos poemas pertenecen a un cuaderno inédito.