Síndrome de perro
De niño quisiste acariciar a un perro.
Le resaltaban las costillas, el espinazo:
el pellejo pegado a la tristeza.
Sonríes acercándote ingenuo.
Caricia de intensión en mano.
El perro chilla de dolor,
la cola esconde al correr
encogido y aterrorizado.
Le azuzan golpes fantasmas,
Sufre como si fuera cierto y no.
Décadas después, en enero de este año
ves una reciente fotografía de ella y tú.
Has olvidado al perro y su pellejo afligido.
Ella es un ángel, dices. Sonríe y sonríes.
Has sido siempre ese perro
con la cola entre las patas
que huye del afecto.
Tratas de cruzar a nado
el río de los abandonados
cambiar la mala estrella
de náufrago o pirata ciego.
Piensas, ahora en otra historia:
Betzabeth y David
quedas en silencio.
Ausencia a través de la ventana
reproduces el destino presalomónico.
David envía a morir al esposo de Betzabeth
A quién vas a enviar. O, Urías, eres tú.
Ella es un amor y tú un perro amargo.
Deberías borrar esto
–dices–
Lo que tienes se llama:
“Síndrome del perro maltratado”
el día que lo quieren, huye.
(Estás ilusionado,
vas a despertar)
Cierras los ojos
abres la mirada
y respiras.
La ves en tu corazón y la sigues,
moviendo la cola
haciéndole fiesta cuando te mira.
La pluma
En el autobús rumbo a Tecámac
pienso en mi padre y en mi hijo.
Mentalmente hice un poema
que ahora no podré reproducir
acaso recuerdo algunas cosas,
golpes que resuenan dentro.
Según mi padre no sirvo para nada:
una vez me recomendaron a un trabajo
él se entromete en la conversación
y exclama “no, Jorge no sirve para eso”.
Hace poco sufrí un asalto, me golpearon;
me rompieron un diente, la nariz, la seguridad.
“tú no sirves para los golpes”.
Esperaba que dijera “¿cómo estás, estás bien, hijo?”.
Entonces pienso cómo resolver
algunas ecuaciones de la vida.
Me cansé de demostrar que puedo.
Esta pluma, con la que escribo
en este cuaderno íntimo
es un regalo suyo.
Junto a ti
si yo estuviera junto a ti,
y tu aroma entrara por mis poros
flotando ofrecería una caricia
que sea flor, mar, luna.
Si yo estuviera junto a ti
besaría tu sonrisa
tu cuello, tu alma.
Vería cómo es la poesía
cómo amar a una diosa
cómo desnudarte
para hacer vibrar la poesía
que junto a ti, cierto,
es absoluta.
Que cómo me provocas, me preguntas
Que cómo me provocas, me preguntas,
mientras se enciende mi sangre,
mis silencios bullen en un hervidero de besos
mi cuerpo no sabe si es alma
y mi alma no sabe si es cuerpo
mis dientes muerden tus lóbulos
como se muerde un anhelo
casi caricia, casi pensamiento.
mis labios, aprenden a caminar en tu cuello
y descansan y sacian su sed, en tu boca
oasis donde la lengua es fuente y es lecho
mi cuerpo o mi alma, mi alma o mi cuerpo
se unen a ti, igual que un perfume que es luz
que es amor, que es alimento.
Jorge Contreras Herrera
(Foto cortesía del autor)
Jorge Contreras Herrera (Tizayuca, Hgo., México, 1978). Poeta, ensayista, editor, promotor de lectura y gestor cultural. Director de Los Ablucionistas A.C. Salud y Felicidad a través del Arte y la Cultura y Director del Festival Internacional de Poesía Ignacio Rodríguez Galván. Compilador de la antología Tributo a Sabines: he aquí que estamos todos reunidos; es autor de los libros de poemas: Inventario de Caricias, ¿Quién Soy Otro sino Tú?, Poemas del Candor, Otro que fui, el más reciente, El espejo adecuado. Ha colaborado con revistas como Círculo de poesía, la Raíz Invertida con sede en Colombia; Electron Libre, de Marruecos; Taqafat, de Jordania; La Revista de Universidad de México. Cuenta con poemas al árabe por el poeta Alí Bounoba, y al italiano por Zingonia Zingone, Antonio Nazzaro, y Antonio Blunda, al Portugués, por los poetas, Leo Gonçalves, y Joao Rios. Ha traducido poesía de Robert Graves, la cual se ha publicado en la revista, Círculo de Poesía, editor del dosier Poesía de Hidalgo, para la misma revista. Ha sido jurado en el premio estatal de poesía de Tabasco, José Carlos Becerra, el Premio Nacional de Poesía Joven, Josué Mirlo y el premio Nacional de Literatura convocado por el ISSTE en el 2016. En la XXIX edición de la Feria Universitaria del Libro, de la UAEH, fue galardonado con el reconocimiento Universitario al Fomento de la Lectura Profesor Rafael Cravioto Muñoz.
Hermosos poemas, cada uno dice algo de lo que hay en mi ser, pasado o presente o quizá futuro, no lo se….