En el cuarto de enseguida
La silla, el escritorio, el anaquel,
El filtro de aire, música de Bach.
En frente de los libros tus cenizas
Entre una caja de madera, madre.
Encima de la tapa una tarjeta
Escrita a mano, nunca te la di.
Meses atrás abrí la caja, había
Trocitos de tus huesos, arenilla,
Como gravilla verde, olor extraño
A libro viejo, a tierra, o a metales.
Estás ahí, no duermes, no descansas
Inerte entre los libros y el desorden.
Estás aún ahí, entre polvo y descuido.
Alguien habla en el cuarto de enseguida
Alguien llegó después de que moriste,
Era tu aniversario. Había frascos
Abiertos en el baño, en la cocina
Ollas, regadas por doquier, desorden.
Él se acuesta ahora en mi cama.
Come en mi mesa, bebe vino, ríe, y
De repente siento tu olor a talco,
A jabón johnson’s en tu traje azul.
Ternura
Doce patos echados en la hierba
Otros en diagonal hacia el cercado.
La casa ya evacuada, en silencio.
La madera apilada en el jardín.
Faroles en el camino de la entrada.
La hamaca aún, la cicla ya no está.
Contenedores de basura huecos.
Vasos de yogurt, latas en la hierba.
Plástico en las ventanas apagadas.
Lagartija arqueada en la pared.
Un indigente yace bocarriba
Su perro amarrado, muy cerquita,
Le lame las mejillas, las orejas.
Soy esa perra que te lamió el cuello
Anoche mientras te dormías.
Duermevela
A veces por la noche
Con un libro en la falda,
Te dormías en la silla
De terciopelo verde.
Como en aquel domingo
… una taza de agua
Resbaló de tus manos
Soñolientas
Y se regó en añicos
Por el suelo.
De tarde en tarde,
Abrías los ojos de par en par,
Cuando un petirrojo
Picaba junto a tus pantuflas,
O escuchabas las voces
O pasos de tus hijas en la puerta…
Y volvías a cabecear.
Cuántas veces la música
Sonaba hasta el amanecer
Mientras tú dormitabas
Sin poder dormir.
Ahora miro el álbum de familia
En mi radio se oye el “Zapateado”
Y como en un tablado a media luz
Apareces de nuevo en tu sillón.
Duermes, con sobresalto
Despiertas y preguntas
¿Qué hora es?
Goya
Hay humedad y calor,
Después de la llovizna.
Me levanto, doy un traspié,
Carraspeo, él no despierta.
Voy hasta la cocina, ansío
Un chorrito de miel en la garganta.
Regreso al cuarto, veo la claridad
De su espalda masculina, descobijada.
Y me convierto en Goya
Pero en vez de pintar a la Maja sin ropas
Dibujo con los dedos su espalda descubierta.
Ximena Gómez
(Foto cortesía de la autora)
Ximena Gómez (Colombia). Psicóloga, traductora, profesora de español como segunda lengua. En su país ofreció cursos de literatura para niños y talleres de fomento de la lectura e iniciación a la literatura para niños y maestros. Creó programas de bibliotecas circulantes para niños de sectores marginados a través de algunas ONG e instituciones gubernamentales. Poemas suyos han aparecido en diferentes medios digitales e impresos. Ha sido incluida en la antología de poetas del siglo XXI, del poeta español Fernando Sabido Sánchez. La editorial española Torremozas ha publicado su libro de poesía “Habitación con moscas”.