Revista Conexos

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Confesiones del Panga sobre su ecobio Guasabito Miranda y el caso de los cinco espías

EDUARDO MESA

 

Guasabito Miranda siempre ha sido mi ecobio, en Cuba criábamos palomas y gallinas para surtir a todos los santeros del barrio. Nunca me dio la mala en los negocios y en el momento que decidí pirarme me llevó en su almendrón hasta el Mariel, le estoy agradecido por eso y por otras cuestiones que harían largo este cuento. El problema es que ahora Guasabito Miranda, cincuentón y aburrido, se ha empatado con Cliteria Fresnillo, intelectual de izquierdas, ferviente radio escucha del programa de Edmundo García. A Guasabito nunca le había interesado la política y yo me temo que tan rápido cambio se debe a la profesora Fresnillo, su nueva compañera. No sé qué pueden tener en común Guasabito y Cliteria, pero en este exilio el amor puede unir a criaturas muy diferentes y a estas alturas de la vida uno puede comprender muchas cosas. Todo iría bien en nuestra amistad de tantos años, si no fuera porque a Guasabito le ha dado ahora por defender la causa de los cinco espías, los chivatones héroes que están presos por no solicitar sus licencias al gobierno federal. Ya le expliqué a Guasabito que los demás espías cuadraron la caja con el fiscal y están libres, chivateando tranquilos y que estos cinco siguen presos por verracos. Esta es la Yuma, aquí no se puede chivatear por la libre. Aunque estamos un poco distanciados por culpa de los espías, el otro día quedé con él en el Palacio de los Jugos, para después llegarnos a una subasta de animales con la idea de comprar unos caballos y revenderlos, Guasabito es un lince en las subastas. Resulta que en medio de la conversación me dice: “¿Viste?, le piden 20 años a Alan Gross, acabaron con él, pero hay que reconocer que a los de la Red Avispa los llevaron peor”. Le respondí: “Coño chico, ya no sé si tú ahora además de comemierda eres comunista”. Entonces se encabronó conmigo y me dejó solo en la mesa con medio galón de garapiña. Desde esa tarde no lo he vuelto a ver, cada vez que lo llamo responde Cliteria y amablemente me dice que Guasabito no está. Lo que él no sabe es que lo estoy llamando para decirle que me perdone, que quizás tenía razón al defender la causa de los 5 espías; y es que mi prima Cuca, al poco tiempo de la discusión con Guasabito me mandó un email donde me cuenta que Hassan Pérez, el que hacía los discursos en tiempo de rap, quiere redimirse y volver a las filas de la Juventud Comunista. Hassan, en su afán de agradar al comandante, ha lanzado una convocatoria para canjearse por el espía jefe Gerardito, que está enfermo de gota en una prisión federal y lo torturan mucho con la música de Barbra Streisand. Con esta iniciativa Hassan se ha convertido otra vez en una celebridad y 150 000 jóvenes cubanos, imitando su gesto, se han ofrecido para canjearse por Gerardito en una avalancha de generosidad revolucionaria sin precedentes. Aquí, por el contrario, nadie quiere cambiarse por Alan Gross, y eso confirma que el capitalismo fabrica gente mezquina y egoísta, mientras que aquel sistema logra que sus espías trabajen por el salario mínimo, que gente como la profesora Fresnillo ame la Revolución, aunque no ha vivido, ni quiera vivir en ella y tipos como Guasabito Miranda se pongan a hablar mierda después de viejos, que es la mejor y la peor etapa de la vida para hablar mierda. El segundo email de la prima Cuca era para contarme que mandó al consulado los papeles para la ciudadanía española y que el número de jóvenes que quiere cambiar su suerte por la de los espías ya asciende a 190 mil. Ella, aunque no es joven, acaba de apuntarse a la lista, porque si le niegan la nacionalidad española se cambia por un espía. También me pregunta por Guasabito, quiere saber si está soltero y si puede ir a Cuba a casarse con ella en caso de que la ciudadanía española le falle. En la lista para cambiarse por los espías ve pocas probabilidades de escape, los jóvenes hacen cola en la sede del Partido desde hace varios días y se ofrecen a gritos para el canje.
 
 

Eduardo Mesa
(Foto cortesía del autor)

Eduardo Mesa (La Habana, 1969). Ha publicado El bronce vale y otras crónicas (Editorial Silueta, 2011) y es coautor de la compilación Homenaje a Pedro Claro Meurice Estiú (Editorial Silueta, 2012). Fue fundador de la revista Espacios, dedicada a promover la participación social del laico. Coordinó la revista Justicia y Paz, Órgano Oficial de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba y el boletín Aquí la Iglesia. Formó parte de los consejos de redacción de las revistas Palabra Nueva y Vivarium. Ganador de los premios de poesía Ada Elba Pérez y Juan Francisco Manzano. Ha colaborado con las revistas Convivencia y Conexos. Edita el blog Fe de Vida, donde trata temas relacionados con la fe, la sociedad y la cultura. Tiene en proceso de edición el libro “Crónicas de una fe”.

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2 comentarios el “Confesiones del Panga sobre su ecobio Guasabito Miranda y el caso de los cinco espías

  1. pablo aguabella valdivia
    16/10/2017

    El domingo pasado, frente al Versailles, donde nos paramos con banderas y carteles a protestar la represión en Cuba, pasó en su carro un Guasabito y nos gritó sin detenerse, ! Viva fidel ! Yo le respondí , Si te sale agáchate porque te lleva.

    Gracias Eduardo.Mesa. Un gusto leerte.

  2. Eduardo Mesa
    18/10/2017

    Gracias Pablo, aprecio mucho tu comentario.

Los comentarios están cerrados.

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Esta entrada fue publicada el 15/10/2017 por en Crónica.
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