Revista Conexos

Una revista de arte y literatura, sin fronteras generacionales ni geográficas

Ciudades amantes y otros poemas

YANKILÉ HIDALGO



Vino a mí la niñez y me dijo:

esta inocencia no te pertenece

A mí se acercaron los discursos avejentados del miedo y me dijeron:

esta esperanza no te pertenece

Aparenté ser la migrante que soy y me escondí en la oscuridad de una noche cerrada y la ciudad me gritó:

este silencio no te pertenece

Busqué el amparo de un náufrago, tan náufrago como yo y sacudiendo estrofas sobre mi boca anunció:

este amor no te pertenece

Asistí a la boda entre mi vida y mi muerte, a empujones me sacaron del baile final y vociferaron al universo:

 esa desnudez no te pertenece

Y entonces fue cuando mi parte más humana conoció el insomnio en las palabras

Y la parte animal de mi soledad

aulló.





Ciudades amantes

Hay un lugar compartido,

un puente,

un punto de convergencia.

En esos sueños

las calles se vuelven infinitas.

Camino y camino

sin sorprenderme ante la continuidad

de tu balcón y el mío.

Mi estrategia es no despertar, debo continuar y sigo caminando.

Es así como el mar de la Habana se extiende hasta las montañas de Quito.

Ella (yo) llega con su baño de sal y se eterniza.

Él (tú) se sacude la tierra que trae en las botas de siglos.

Calman la sed de los veranos indefinidos.

Él se refugia en sus senos

se empapa la frente

para espantar el frío que trae de los Andes.

Camino y camino.

Las dos ciudades se aman ante mí, sin pudor.





Cuando desperté el dinosaurio todavía estaba indagando nuestros pasos por este mundo.

Borracho de poder se esmeraba en hacernos parecer absurdos, inútiles, inseguros, idiotas.

Controlaba nuestros latidos: Ahora corazón bombea menos fuerte, desvincúlate del cerebro, atrapa mariposas al azar,

Inserta vacíos en tus espacios, aliméntate de muerte, de carroña y no te quejes del hambre ni de tus pesadillas.

Extiende las alas,

y no vueles hacia más allá del horizonte,

Enfrenta tus miedos y gástalos en oscuridades.

Cuando desperté, el dinosaurio lamió mis pupilas

 y su saliva fue pegamento en mis ojos para que no los abriera del todo,

me prefería sumisa, idólatra de sus discursos beligerantes,

Me deseaba censurada, hija de la mentira.

Cuando desperté el dinosaurio todavía estaba allí, allí…ahí.





Sin mucho esfuerzo

He visualizado tus manitas cuando tomaban algunas hojas de algún jardín al que creías enorme ante ti

Te imagino dando tus primeros pasos,

Acariciando un perro

Alegrándote al ver tan cerca el mar.

Dime,¿en qué momento te volviste tú en el canalla que hoy eres, Juan?

Robando sueños al azar, Arturo, con ese rostro amable y bonachón y un cúmulo de sonrisas por estrenar.

¿En qué momento, Pedro, sorprendiste al mundo con una falsa promesa

 y una ferviente inútil castidad

 tan intransigente que te has vuelto con la madre Tierra

lanzando escupitajos de furia y odio contra la raza humana y contra todo lo que te rodeaba.

Dime las veces, Ana en la que la memoria te jugó sucio, te obligó a enmendar las cortinas con tu propia vida y te arrimaste a la muerte como única alternativa de amor a ti misma.

¿Cuál fue el instante preciso, Roberto, en el que decidiste jugar a la inversa de los nobles y sacrificados?

Te veo y no reconozco tu boca murmurando palabras atroces.

No reconozco la mirada de ninguno de ustedes, los muertos.





Traigo herido el lado de mi cuerpo menos vulnerable

donde pensé que no tronaba,

que estaba definido el amor y el destino.

Hoy llevo rabia en los mil costados

y mi abdomen de dolor se multiplica.

Hay una roca afilada,

los guantes del emperador,

la lengua del irreconocible,

el pez enredado en el morral.





Hoy quiero comprar hilos para tejer mi propia carpa.

Busco un pico que no se detenga ante el justiciero cobarde.

Me saldrán alas porque para eso me he estado preparando,

amamantaré a mis crías con los pechos heridos, 

seré árbol, río.

Hoy renuncio a mi especie.

Yankilé Hidalgo (La Habana, Cuba 1973). Vive hace más de 20 años en Quito, Ecuador. Es profesora de Lengua y Literatura. Es autora de la letra de dos canciones seleccionadas para participar en Lo Zecchino D´Oro, Bologna, Italia “Canzone indigena” (2002), “Verso l´aurora” (2012). Es autora de la novela juvenil “Nostalgias de un rey sin corona” y del poemario “Para nada inocente” publicada por El ángel editor, 2017.  Invitada al Encuentro Internacional de poetas, Paralelo Cero 2018 (sus poemas presentes en la antología Paralelo cero de este año) y 2019, Quito, Ecuador. Sus poemas se encuentran en revistas como Project Zu de New York y Ekatombe de Miami.

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Un comentario el “Ciudades amantes y otros poemas

  1. Amparo del Rocio Lara
    05/09/2019

    Sueña , piensa y vuela al infinito para reencontrarte con tu retrato querida Yanqui ,estas en el inicio …….

Los comentarios están cerrados.

Información

Esta entrada fue publicada el 29/08/2019 por en Poesía.
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