Revista Conexos

Una revista de arte y literatura, sin fronteras generacionales ni geográficas

«Al pie de las montañas» y la angustia de Kierkegaard

RODOLFO MARTÍNEZ SOTOMAYOR

La historia siempre la escriben los vencedores, una certeza repetida hasta el cansancio, que se ha tornado en lugar común. La literatura cubana del exilio, le ha dado voz a quienes no formaron parte de las crónicas oficiales. Me placen los matices que se encuentran en esta narrativa, cuando evocan la intrahistoria, y completan ese rompecabezas de piezas tan dispersas que conforman el tejido de una nación.
La llamada generación literaria del Mariel, ha dibujado, sin proponérselo en muchos casos, los espacios vacios en el oleo inacabado de un país.
Si se me diera a escoger solo tres libros con valores literarios y a su vez imprescindibles para resumir el éxodo del Mariel y su impacto entre quienes lo padecieron, mencionaría «Al borde de la Cerca», de Nicolás Abreu Felippe, un brillante testimonio diario de los angustiosos días que llenaron el episodio de la Embajada del Perú, en 1980, cuando esta sede diplomática en La Habana, se vio inundada por casi 11000 cubanos que se asilaron en ella; el segundo, «Cuerpos al borde de una isla, mi salida de Cuba por Mariel, de Reinaldo García Ramos, otro testimonio, novelado esta vez, de lo que ocurrió a su autor desde abril de ese año hasta que logró salir. Como testigo presencial, Reinaldo hace una evocación precisa del significado espiritual de aquellos hechos, donde sin expresar rencor ni odio, sino perplejidad y alarma, el autor alcanza imágenes de gran intensidad, donde describe las variantes del terror, la violencia y la confusión que el gobierno impuso a la vida de los cubanos, en aquellos días.
Acabo de leer el tercer libro con el que cerraría este ciclo, «Al pie de las Montañas»(Editorial el ateje, 2021), de Luis de la Paz, y mi selección personal se basa en que esta novela, es para mí, el eslabón que estaba perdido de la narrativa sobre el Mariel. Aquí está la experiencia de cientos de exiliados después de llegar a las costas de la Florida. La contraportada lo resume así: » Al pie de las Montañas, recoge las memorias de Tomás, un joven que pasó dos meses en Fort Indiantown Gap, en Pensilvania, donde una secuencia de vivencias inesperadas tuvieron lugar; unas sorprendentes, otras desagradables, pero siempre con la idea fija de salir al encuentro de una vida plena en libertad». De la Paz rompe con el encasillamiento de los géneros literarios, y es que tal pareciera que no quiere dejar escampar ningún detalle, ningún suceso psicológico o externo, y estas causas lo hacen pasearse por el testimonio, la crónica y la novela con sus códigos propios, y saliendo airoso de este viaje.
Los momentos de caos, y desesperanza son una constante en «Al pie de las Montañas», y este elemento de desasosiego, por la incomunicación y necesidad de decir a los seres queridos del paradero, se intensifica entre los exiliados del Fuerte de Indiantown. Ya no es solo el dolor de no poder llegar a los familiares desde el interior de una embajada, o de avisar a Miami, que se está en el campo de concentración de Mosquito, en el Mariel. Aquí, a pesar de haber alcanzado el otro lado, es como si el dolor del aislamiento comprimiera desde todas partes: «…recordaba la voz de su madre regañándolo por salir a la calle en medio de un huracán. Una voz que no era igual a la que unos días antes había escuchado en el teléfono desde Miami. Sus palabras allá, encerraban otro sonido, un timbre diferente que vibraba al ritmo de la infancia, con una resonancia más dulce, más maternal, definitivamente protectora; como si al extender sus brazos para recibirlo, sermonearlo y besarlo, se sintiera más aliviada».
Los personajes son una amalgama que resume los sucesos del Mariel, y es que allí están los protagonistas de la estampida, los disidentes políticos, ex-presos por matar una vaca, el que destruyó la casa antes de que el gobierno se apoderara de ella, los enfermos mentales y delincuentes sacados de manicomios y cárceles hasta embarcaciones, y este caos de personajes pintorescos unos y de complejidad psicológica otros, interactúan con el protagonista, aumentando la tensión del pulso narrativo.
Pero exaltar de la novela Al pie de las Montañas, solo el aspecto político, sería caer en el reduccionismo al circunscribir el comportamiento humano en dependencia únicamente de la influencia socioecoeconómica o política. Tomás, su protagonista, ya fuera del totalitarismo de la isla, se expone a todas las amenazas a las que se enfrenta un hombre en el caos de libertad, y padece ahora la ruda experiencia entre expresidiarios comunes, presuntos espías y dementes, y a su vez la absurda a veces severidad de la ley. Entre líneas de la obra, pudiera deducirse que alcanzar el libre albedrío, además de caro, es también causa de sufrimiento en el hombre. La inefable nostalgia, aparece ya con parlamentos que evocan hasta la cruda naturaleza:…»Hasta los tornados son diferentes en la yuma», dirá unos de los personajes con la descripción del contraste con los ciclones de Cuba», mientras otros evocan en sus cantos a referentes de la cultura nacional. El miedo a lo desconocido, es antepuesto por la vital necesidad de libertad, «…Se percibía un interés por comenzar, por abrirse paso. Le resultó curioso a Tomás, que en las últimas semanas toda la energía de los refugiados estaba concentrada en salir del Fuerte. Ya no se mencionaba tanto a Cuba como lugar dejado atrás. Cuba era la familia que quedó en la Isla. Nada más.»
Mucho más que una pieza de rompecabezas histórico, que un alegato que expone el drama humano del exilio, de sus valores literarios y testimoniales, Al pie de las montañas, se me figura como un aval de la angustia del hombre ante lo incognoscible, esa angustia expuesta por Kierkegaard, consecuente con la condición humana, la Libertad.

Para adquirir un ejemplar del libro Al pie de las montañas: Memorias del fuerte (El Ateje, 2021), de Luis de la Paz, pinchar en el enlace: https://www.amazon.com/Al-pie-las-monta%C3%B1as-Memorias/dp/B08ZW46NZ8/ref=sr_1_1?dchild=1&keywords=al+pie+de+la+montana+luis+de+la+paz&qid=1625784645&sr=8-1

Al pie de las montañas: Memorias del fuerte
(El Ateje, 2021), de Luis de la Paz

 
 

LuisdelaPaz

Luis de la Paz
(foto tomada de Amazon)

Luis de la Paz (La Habana, 1956). Premio Museo Cubano de Ensayo, Premio Lydia Cabrera de Periodismo y Accésit al Premio de Poesía Luys Santamarina-Ciudad de Cieza, España. Narrador, poeta, dramaturgo y periodista residente en Miami.

 
 
 
 
 
 
 

Rodolfo Martínez Sotomayor
(foto: Eva M. Vergara)

Rodolfo Martínez Sotomayor (La Habana, 1966). Ha publicado los libros Contrastes (La Torre de Papel, 1996), Claustrofobia y otros encierros (Ediciones Universal, 2005), la compilación de textos Palabras por un joven suicida: homenaje al escritor Juan Francisco Pulido (Editorial Silueta, 2006), Tres dramaturgos, tres generaciones (Editorial Silueta, 2012) y la novela Retrato de Nubia (Editorial Silueta, 2017). Cuentos suyos han sido incluidos en recopilaciones y antologías como Nuevos narradores cubanos (Siruela, 2001), traducido al francés por Edition Metalie, al alemán por Verlag, y al finés por la editorial Like, Cuentos desde Miami (Editorial Poliedro, 2004), La isla errante (Editorial Orizons, 2011), Cuentistas del PEN (Alejandría, 2011), Reinaldo Arenas, aunque anochezca (Ediciones Universal, 2001). Su cuento Encuentro fue traducido al húngaro por la revista Magyar. Algunos de sus poemas aparecen en las recopilaciones Poetas del PEN (Ediciones Universal, 2007), La tertulia (Iduna, 2008), y La ciudad de la unidad posible (Editorial Ultramar, 2009), traducida al inglés por la misma editorial. Ha publicado críticas de cine, de literatura, de teatro, artículos de opinión en revistas y periódicos como: Diario Las Américas, Encuentro, El Nuevo Herald, El Universal. Fundador y Presidente de la Editorial Silueta; Director de la revista Conexos.

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2 comentarios el “«Al pie de las montañas» y la angustia de Kierkegaard

  1. Ximena Gomez
    08/07/2021

    Gracias, Rodolfo.

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  2. lgomez228
    10/07/2021

    Una invitación a su lectura, a observar la montaña. Enhorabuena a Luis de la Paz y a ti, Rodolfo, por escribir el artículo. Gracias. Luis Marcelino Gómez

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Esta entrada fue publicada el 08/07/2021 por en Crítica.
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