ESO CAE
cascarones azules.
eso cae
cuando el ojo se adentra
en lo que solo en sueños fue nombrado
y que la boca escupe matemáticamente
como un dragón de oro.
cascacarones azules.
metáfora que yace en el vientre de un pez
hasta que se deshagan los antiguos conjuros
y afloren por su nombre
la lluvia
los deseos
y la corteza seca
de lo que muere y canta.
Eso cae.
Traté de escribir cosas que pueda recordar
Cuando venga el momento de la locura.
Hacer con el alba
Un estrepitoso Molino de palabras
Y con la vigilia una sombrilla flotante
Que apartara fantoches
En sus hilos de vida.
Traté de ser común.
De no arder
en los puentes de la literatura.
De ser joven y hermoso.
Pero el que da los dones
Empotró en mi cabeza
cascarones azules.
Yerbas para el amor
que luego se volvieron
Epifanías de muerte.
Traté de ser el hombre maravilla
Y lejos de mi verdadero nacimiento
Terminé aborreciéndome
Y desconociéndome.
LO QUE SE DILUYE ES LA INTELIGENCIA
Para José Kozer.
cómo reconstruir lo que se diluye
lo que no tiene aproximaciones ni días paralelos
lo que se queda en el café y en las comidas glamorosas.
sé que el sentido de la soledad
está en los cambios de estaciones
y en las lavanderias donde la gente tramita
la indulgencia de un viaje sin dolor.
somos fugaces.
lo aprendí atenuando los desencuentros
comprando comida para gatos
y haciendo fila
en el mercado de la inmundicia.
cómo dejar de ser el inválido el niño problema
si hago todavía demasiadas preguntas
y todo lo que presupone la belleza
se prostituye en cuerpos jóvenes
y en cabezas de cíclopes
bordadas por arañas en sus telas de sangre.
lo que se diluye es la inteligencia.
el semen no traerá hijos sino memoria
y muchas caras en un solo cuerpo
y una sabiduría tan bárbara
que en medio de tu mejor discurso
te hará expulsar palabras tórridas
te hará decir
que aguacate no pare mango
y que los días están hechos
para que todo suceda.
UNA HUMANA CONFIANZA
un animal también puede contar su historia.
tiene arterias y corazón mecánico.
válvulas.
días de presentir
y días de desear la muerte.
entre mis tantos amores
ha muerto el que creía definitivo.
una gata barcina que hacía inquietantes preguntas
y en cuyos ojos
como si fueran palabras inteligentes
dos niños de belleza indomable
ejercían el oficio de dibujar mi sombra.
un animal.
una humana confianza
reposando su séptima vida.
llegó a mi puerta llena de luces de inauguración.
como si invitara al inicio de su último salto
como si en sus preguntas
se agazapara un camino hacia el futuro.
un animal.
y yo intentando respuestas inteligentes.
y yo subestimando su bondad
con abrazos y raciones de pescado sintético,
todavia hay sonidos que la dibujan en la noche
todavia despierto
y su humana confianza está sentada frente a mí
apaleándome el sueño
dejándome saber que las tempranas muertes
tienen de ofrendas
y de sacrificios al amor.
poemas excelentes. A. Fonseca
Creo recordar a Juan Carlos Valls en el taller literario de la Casa de la Cultura de Plaza. Si no era el mejor, sí era uno de los mejores que habían pasado por allí. Hoy en día pienso que debe ser un excelente poeta. Estos tres poemas hacen sentir de verdad lo que es buena poesía. Saludos, Manuel Gayol