mea culpa
a manoly
cuando quise arrancarme el corazón
para sentirme limpio
una mitad de mí salió cantando
hasta desvanecerse en los rincones de la casa
dejando un sabor amargo en las paredes
un musgo enrojecido
un eco que se prende en el silencio
de la otra mitad creció un árbol
y junto al árbol una ciudad dormida
un país de nadie atravesando el mar
donde mi corazón flotaba solitario
el tiempo pasó
y cansado de estar limpio
uní mis dos mitades
con un poco de humo heredado de los días
salí en busca de un lugar
donde poner algunos de mis muertos
comencé a vivir
y descubrí el amor
y puse siempre el alma en cada intento
compartiendo alegrías
costumbres que se aprenden con los años
sueños que se sueñan
sin importarle a uno
si pueden convertirse en realidad
cuando quise arrancarme el miedo
puse en la balanza el corazón
y me senté a esperar.
underground silence
el jardín duerme
y en cada sombra
duerme el enhebrado hilo de la noche
alguien
cruza los límites
donde se pudren los últimos deseos
y el pacto sutil con la añoranza
se aleja
se precipita
rompiéndose en el vaho que despide un cuerpo
quemándose en la carne de otro cuerpo
hay demasiados ojos
sobre la humedad del muro del jardín
en cada sombra
la memoria duerme su callada soledad
su esquizofrénica insolencia
las palabras se queman
en la maleza que arde.
manhattan 7pm
en la estación del metro
donde sólo es posible
respirar el oxígeno del que va a tu lado
he sentido esa sensación
de libertad
con que el viento
(arriba)
arrastra las hojas del otoño
me he sentido atravesar la tierra
como si la ciudad dejara de existir
y el mundo se redujera solamente
a la música del tren sobre los rieles
he visto a una mujer anciana
apoyar su cabeza contra el cristal de la ventanilla
y cerrar los ojos
parecía un ángel soñándose por dentro
descansando el peso del día que muere
justo cuando este tren
se pierde debajo de la tierra
una estación tras otra
donde cuerpos apurados entran y salen
cual manadas de aves migratorias
dejándome llevar
me uno al vuelo de esas aves
y la ciudad resurge
levantando a mi paso su mole de altos edificios
y luces de colores
quien me acompaña
puede respirar mi oxígeno
y esa sensación de libertad
en la fría brisa que golpea mi cara
y hace volar las hojas del otoño.
new york, octubre 26 – miami, noviembre 2, 2007 3:51 a.m.
salir a matar
a joel sosa
en la habana
a veces
cuando las luces de miami
te recuerdan a la habana
desatas tus ganas de volar
y la calle es una anunciación del tiempo
como quien deja el alma pegada a la pared del cuarto
para no dañar los sutiles recuerdos
que los amigos fueron adhiriéndole
sales apretando los labios
reteniendo contra ti esa brisa de mar
que corta y se deshace
has salido a matar el tedio
la costumbre
la nostalgia que guardas de los días pasados
salir a matar lo que te duele
es sólo el pretexto que te inventas
para no morir de miedo
te aterra mirar atrás
y ver a tu mejor amigo llorando tu partida
recordarlo así es una cuchillada que aún te hace sangrar
lo sientes abrazarte y el mundo vuelve a estremecerse
sin saberlo dejaste el corazón en ese abrazo
que sólo el tiempo guarda
el mar que te acompaña conoce tus secretos
las sombras que en la arena ve juntarse
hasta desvanecerse
ese instante fugaz donde el placer te hunde
a veces las luces de miami
te recuerdan a la habana
a veces
sólo a veces.

GEORGE RIVERÓN
Foto: Ernesto G.
George Riverón (Holguín, Cuba, 1972). Poeta, actor, periodista, editor, fotógrafo y realizador audiovisual. Graduado de Licenciatura en Comunicación Audiovisual (Dirección de Cine, Radio y TV) en el Instituto Superior de Arte de La Habana y de Fotografía Profesional en Photo Art Academy y en New York Institute of Photography. Fundador y director de la revista literaria digital La zorra y el cuervo y el sello editorial Bluebird Editions. Es el fotógrafo oficial de la revista http://www.lifestylemiami.com su página oficial es: http://www.georgeriveron.com
Preciosos poemas…lo felicito.
Exelentes poemas que he disfrutado mucho,mi buen amigo george es de los poetas que primero vive y luego escribe…eso……me gusta.