Foto: Ernesto G.
me he detenido a saborear el invierno hemos aprendido de la sombra su alfabeto de nocturnidades sus elementales historias de caerse y nacer de nuevo sobre la (misma ruta porque hemos lavado con sal la dureza de nuestros cuerpos y dentro de todos los rincones hemos puesto señales para luego reconocernos. podría de una vez deshabitar los párpados inconclusos podría mostrar los pies sobre el espejo inútil donde los cánticos buscan la fruta inexistente. aprendimos a comernos las monedas y en las vísperas del baile agitarnos aunque haya pasado la tarde como un sueño torpe buscando tal vez el desamparo un lugar donde hacer crecer de nuevo las mareas. entonces en medio del salón me he detenido a saborear el invierno. besarle la boca al corazón saciado de lo inseguro sería colar un viento dentro de los jardines o en la cesta llena (de peces la sombra inventa una música que sólo la escucha la memoria de los (antiguos espejos. la casa es un breve sueño en que el sol apenas alcanza y la luces no llegan a entibiar el agua todo queda en frío. todo se nos quiebra sepultados quedan los sueños el fugaz recuerdo y la inocencia. allí en aquellas casas de patios breves y sombríos portales donde dios caminaba taciturno deshaciendo la mágica luz del agua siempre hemos sabido que algo de terror llenaba los patios porque en las noches subía un grito dentro del sueño. la noche que sube descolorida con sus preguntas y el ladrido de los perros que sorprenden el tránsito por estas (habitaciones los rincones húmedos los recodos desconocidos por la lluvia. en esta casa el reloj se mide por los surcos de los techos es mágico el juego de saltos y números cerca de los jardines hemos jugado a morir tempranamente allí en el patio colgábamos nuestras sucesivas muertes jugar a ver quien apenas se sostenía en pie entre un extremo y (otro de la sombra. sólo el silencio sale de mi pecho mis sueños están quietos sus alas caídas ya no pesan reverencian al tedio inmortal de la sombra ya no buscan en las (ramas del almendro el grito salvable y desnudo. pido una luz que ahora devele las ganas de mordernos porque he visto las luces que mueren como si fueran peces del (invierno entonces la rabia de no poder se humedece a golpes de lágrimas y todos tiran un pañuelo al viento para no maldecirse. dime entonces dios mío qué hacemos estoy torpe al ver que todos los demonios comen de la misma mesa y se beben la sangre de mi pobre sueño tan mudo. nos quitaron la semilla que mi madre llevaba dentro de los senos quería plantar un árbol lejos del invierno y la muerte y yo miraba dentro de sus ojos como el sueño de ser eternos se desvanecía porque destruyeron las puertas abiertas a un sitio sagrado donde se salvan los más secretos pensamientos. ah señor mis manos arden desconsoladas el rostro de mi padre se hace niebla al recordarlo se deshace pero yo pido unos gritos y sólo el silencio sale de mi pecho despacio despacio hasta el final. ascienden mis órganos como una nube ascienden mis órganos como una nube se me juntan las ganas de serme fiel a mí mismo ajustando el corazón a la más antigua melodía pero el corazón me deja de cantar cuando más lo necesito porque a veces no encuentro las teclas de un piano. me comprendo para que todo salga como es debido es importante (buscarse a uno mismo un lugarcito que nos regale un descanso placentero pero me peleo con mis brazos y con mis manos logro encontrarme en (otro sitio llevando todo mi corazón hacia el costado derecho. anda vida es que no entiendo qué te pasa ahora que has vuelto ayer te fuiste cuando dije aquellas palabras llegué hasta mi infancia y mi carne estaba puesta para la cena pero la cena estaba fría porque los amigos faltaban desde hace (años se marcharon sobre el mar y mi mirada se me quedó rumbo a ellos hacia las olas que los alejaron vuela mi corazón con su (sangre blanca vuela muy alto y se aleja de todo lo conocible por nosotros los que se quedaron con el pañuelo haciendo señas a los marinos. hace tiempo no camino soñando con puentes ni vidrieras porque mi corazón se tatúa un camino nuevo en sus brazos se marca espirales de todos los colores aquellas canciones que sirven para mirar lejos. hace tiempo no me pregunto nada que no pueda responderme no hay necesidad de exprimirme el cerebro inventándome nuevas (respuestas no hay necesidad de ahogarse dentro de la sangre de quebrar mis manos hasta que me duelan. hace tiempo no escucho canciones de amor hoy he soñado que veía mucha gente muerta en los mercados sus ropas se movían pero ellos estaban congelados y yo me creía que su muerte era una escalera porque intentaba subirme encima de ellos para salvarme. esa muerte no era trágica lo trágico es que estaba solo lo trágico de todo es que siempre voy a estar solo. anda vida te regalo unas vacaciones para que no dejes de (sentirme y cuando estés a punto yo te esperaré parado sobre mis brazos (desnudos. anda vida que quiero ver de nuevo tu mirada aunque los lobos estén cerca y muerdan duro la frágil alma que nos han dejado los amigos. existen días en que mientras yo busco en el mismo sitio aparecen nubes de caracoles y muchos peces distintos que tienen su vida en los ocultos rincones. las olas me cambian a la arena salvadora de los recuerdos no puedo encontrar las huellas de los que vuelven a descubrirse pero no lo sabremos nunca aparte de que todo se comienza a (quemar y ascienden mis órganos como una nube y se despierta mi muerte calcinando la infancia más querida. vamos a hacer preguntas acerca de la diferencia que existe entre (el dormirse y el quedarse desvelado ya sea por tener muchos nervios o por no tener sueño cuando la claridad de los tejados nos ilumina (ahora. vamos a hacer preguntas desde dentro sin pasarnos el alma entre (los labios aunque la boca se me llena de muros y más muros vamos a mirar nuestros techos. mi esqueleto se ha quedado fuera de la casa aunque muchas veces ha pedido a gritos que le cambie el ardor de (todo lo quemado. vamos a buscar todo lo que está roto dentro de la carne porque me arden las quemaduras que tengo adentro dale vida presta tus huesos presta tus toallas. presta una mano para alzarme del vacío en que he quedado ahora que alguien se ha comido mi corazón. mi bosque está lleno de árboles muertos porque también puedo ser como un insecto que busca el aire viviendo en una simbiosis de resinas y hojas otoñales siempre es invierno y los únicos crujidos que existen me los (envía el silencio. vivo además de pie porque tengo muchas dudas porque también puedo ser aquellos pájaros que se aprestan sobre los alambres a esperar el invierno y que no les puedo prometer ni el más mísero alimento y tengo mucho miedo de las telas de araña que nos muerden porque nosotros hicimos el invierno al vender corazones en un bosque que está lleno de árboles muertos. la levedad un tenue roce y las manos que juegan a esconderse la levedad tenerte así de iluminada así llena de agua (y jardines la levedad no puedo evitarla. he tenido de mis ancestros todas las ramas y los nidos (sus raíces. la levedad es lo que heredé de mi abuela con toda la sangre todos mis huesos pulmones faltos de espacio y los sueños (fueron prohibidos y es que quiero creer en la belleza pero los árboles se mueren nadie asiste mi padre fue el sonido detenido por la muerte. también fui muerte allí mismo con todos los relojes rotos estuve recostado a los balcones porque llevo a cuestas mis sueños. llevo todos los huesos y los pongo en fila para contarlos mejor. he roto miles de veces mi cuerpo sobre el patio he quemado las más antiguas hojas. no existe madre mía nada más cierto que querer toda la libertad para uno mismo.
Alfredo León Barceló (San Cristóbal, 1969) Cuba
Graduado de Maestro Primario. Ha obtenido varios Premios y Menciones en diferentes certámenes de Literatura, entre ellos: Premio UNEAC y Premio Poesía del concurso Waldo Medina (1993 y 1995) respectivamente. Mención en Poesía de Amor de Varadero, 1995, Mención Poesía en el XX Encuentro Nacional de Talleres Literarios, 1996. Mención Poesía en el Premio de Literatura y Plástica Mina Pérez, 1996. Premio Ensayo de los Encuentro de Talleres Literarios provinciales, 1997. Mención Especial de Poesía en el IV Concurso Literario Bonaventuriano de Poesía y Cuento Corto, convocado por la Universidad de San Buenaventura Cali, Colombia, 2008. Ha publicado Postales del Naufragio (Editorial Loynaz, 2009), además su obra ha sido difundida en varias revistas nacionales, como Vitral, deLiras, Habáname, en la Antología “IV Concurso Bonaventuriano de Cuento y Poesía”(Editorial Bonaventuriana Cali, 2009) y en diversas páginas de Internet.
En el año 2006 se le editó digitalmente su cuaderno De cuando el cielo era ángel en el sitio Web http://www.yoescribo.com. Es miembro de Poetas del Mundo. Reside actualmente en Miami, Estados Unidos.
Triste, por momentos desgarrador..letras que llevan a un sitio de dolor, a un lugar interno que recuerda y llora…no deja de ser hermoso leer estos poemas, excelente, gracias.