¿A dónde dicen, Emilia, que van a subir?
Cuidado con el agua que sube muy rápido
y mamá no sabe nadar. Cuidado
con el carrusel que la marea,
el semáforo que la asusta,
la mermelada que le pone ácido el cogote.
Cuidado con hacerme mucho caso,
con dejar entristecerte por mi queja continua.
Cuidado con la electricidad, el gas, con el agua
que sube muy rápido y te puede gustar ese ahogo
imposible, ese fugaz abismo, ese abandono.
Cuidado con olvidar antes de tiempo los miedos
con los que te protejo y te acobardo
y te fortalezco y te prevengo
y te mutilo y te fotocopio
y te adoro y te reduzco a mi peor versión.
Cuidado con no olvidarte de mi jaqueca falsa,
de mi cobardía.
Que no te toquen.
Y es que sube rápido el agua y no ahoga a la esponja
ni al agua ahogada ya en la bañadera.
Cuidado con cuidarte más de la cuenta
con no poner el cuerpecito valiente y hermoso:
allá arriba en el tobogán tú solita vas a volar a donde quieras,
vas a caer y yo te estoy esperando.
También aparece publicado en Desdramatizándome. Cuatro poemas para el teatro, Ediciones Alarcos, La Habana, 2009.
HABLA CHARLOTTE CORDAY:
2
Charlotte Corday, originaria de Caen, provinciana y un poco noble
Lleva un lindo vestido y zapatos última moda
A juicio de los historiadores
es una persona muy presentable…
Honorable público:
Excrecencias, majestades de todos los países
uníos los unos a los otros
Hoy 13 de julio de 1793 vais a ver
la gran noche caer sobre el héroe en su bañadera:
“Nuestro espectáculo será el de Jean Paul Marat y su agonía
la cual como todos sabemos tuvo lugar en su bañadera
bajo la mirada vigilante de Charlotte Corday”.
Estoy aquí preparando el arma, ajustando mi corsé
Masturbándome con el futuro destello de la llamarada
sueño con el cadalso, con mi tálamo nupcial.
¿Qué país es este donde el sol es espeso y sólido
como el de los mataderos?
¿Quiénes son ustedes?
¿Por qué bailan, qué es esa risa que los sacude?
¿A qué aplauden?
¿Qué país es este
donde la carne robada yace en el pavimento,
qué caras son estas?
Cuantos más extranjeros vi, amé más a mi Patria.
Antes pensaba en la impresión de mi persona
ese momento de exposición de mi naturaleza
descomponiéndome.
La verdad es que casi nada antes había estado
organizado
compuesto
orquestado.
Antes pensaba en la impresión de mi país sumergido
en los campesinos, en las calles, en la basura.
Antes pensaba en la impresión de mi dentadura
en un sandwich de queso azul.
Antes solía encontrar a los revolucionarios en la escuela
Antes
Antes.
Debo recoger las firmas de los interesados en asistir al ajusticiamiento. Los verdugos han afilado bien la cuchilla. Los condenados rezan sus últimas plegarias, quieren papas fritas, huevos fritos, jamón. La cercana muerte los libera del colesterol acechando. Debo recoger la firma del que se autopropone para, para, para….
Debo, debo, debo, debo, debo
Quiero, quiero, quiero, quiero
La revolución enseñó que las flores a veces son arrasadas por los tanques. Qué significa una bañadera de sangre frente a la sangre que falta por derramar. Al matarlo a él salvo a miles de hombres. El clamor está dentro de mí. Lo que debo decirle a él, no puedo escribirlo, no puedo cuchichearlo, quiero hundirme con mi puñal de mango blanco. Los monarcas son buenos papás a cuya sombra todos vivimos en paz. Además, por qué hablar de la falta de respiración. Hablemos de las colectas de ropas, de las sopas populares, del auxilio médico, de los dulces favores de nuestros padres espirituales, del libre pensamiento en las funerarias. La revolución enseñó que las flores son arrasadas por los tanques. A veces. No digo la sociedad, digo la revolución. Digo “la revolución de la revolución de la revolución”.
Somos los inventores de la revolución pero todavía no sabemos utilizarla.
Oh, padre. Pater. Patético. Padre patético. Paternidad patética. Papá desempleado. Papa. Patata. Papilla.
Papa móvil. Pa lo que sea Fidel pa lo que sea.
Pa pa pa pa pa pa pa pa pa (onomatopeya de ráfaga de AK-M)
Para distinguir lo falso de lo justo hay que conocerse
Yo
yo no me conozco.
Cuando pienso que descubrí, que conocí algo
una joya, es decir, una persona
es decir, el amor
al punto dudo.
Y enseguida trato de olvidarlo
destruir la ilusión para que no me destruya a mí.
La única verdad es mi torcedura,
como una puta, una veleta encima de un molino
no sé si soy el verdugo o la víctima
el instrumento de tortura o la enviada de Dios.
Soy una asesina
pero esto no es una identidad
como si algo fuera una identidad
En realidad, nací en Latinoamérica
comí muchos frijoles mágicos desde niña
chícharos verdes
me recibí de enfermera, estoy lista para curar
si se quiere, si se mira
con cristales polarizados de policía
¿existe alguna relación entre enfermeras y policías?
¿entre enfermedades y políticos?
¿entre la policía política y los enfermos flores?
¿entre usted y yo?
Soy una donación de sangre voluntaria
soy una principiante
soy una heroína
Tengo miedo de enfermar de cáncer de útero.
Ahora
¿qué significa la complicidad civil?
Sólo tendré reposo el día que encuentre al hombre
que sepa ironizar mi crimen:
Marat parece entender mi lado neurótico.
¿Quién es la muchacha de seno húmedo
y vientre húmedo, echada boca arriba
que se pone a soñar con refajos
de tela basta?…
¿Quién es la que ve la cabeza rodando de Marat
cuando menstrúa su muerte?
Siempre he sentido un profundo resentimiento
hacia los de mi clase que no se conforman
y quieren patear aún más
a los ninguneados de abajo
con la guardia en alto.
Siempre me he sentido la extraña
que de una manera extraña
nunca ha tenido el mismo tipo de trabajo
nunca ha pertenecido a nada preciso:
un cuarto de hotel
un perfume
¿En qué consiste mi impostura?
¡ Igualdad, libertad, fraternidad !
Era la hermana de mi hermano
tenía con él una historia común
una especie de trágica añoranza común
con mi hermano
las mismas cosas de la infancia
las mismas comidas
los mismos juegos con mi hermano
los mismos muertos
Cuando era adolescente llegué a pensar
en un matrimonio perfecto entre mi hermano y yo.
Me sentí deplorable, me sentí una novelita de deshecho
una novelita rosa es una rosa es una novelita es un deshecho
En medio de los escombros de la guerra
semejantes pensamientos, ¿para qué?
Mi hermano y yo cada domingo preparamos
un almuerzo revolucionario
mojamos el pan en el huevo frito
Amanecíamos jugando en la cama de nuestros padres
y la revolución aparecía de manera rápida
en la televisión, en la esquina caliente.
Nara Mansur Cao
Nara Mansur Cao (La Habana, 1969)
Poeta, dramaturga y crítica teatral. Egresada del Instituto Superior de Arte. Ha publicado los libros de poemas Mañana es cuando estoy despierta (2000), Un ejercicio al aire libre (2004) y Manualidades (2011, Premio Nacional de Poesía Nicolás Guillén y Premio de la Crítica Literaria 2012).
Sus textos teatrales han sido estrenados por los grupos Teatro d’Dos y La Guerrilla del Golem en Cuba y como lecturas dramatizadas en el Stages Theater Center en Estados Unidos. Desdramatizándome. Cuatro poemas para el teatro reúne cuatro de sus textos teatrales y obtuvo el Premio de la Crítica 2011.
Actualmente vive en Buenos Aires y colabora con el Estudio Teatral El Cuervo que dirige Pompeyo Audivert.
Bien intenso el poema dramático sobre la Corday. Lo he disfrutado al máximo.