Torá(x)h II
Antes que abril perforara ojos, antes de muerta. Dos días después del abuelo, tres antes de madre. Playa, silencio, no pregunta. Nace otoño, olvido, abuela, polvo lo que nadie extraña. Digo ahora porque dije memoria, algo desaparece, las ruinas de jardines del porvenir. Fogatas, extraña vestimenta. Qué extraña la música; de las palabras; que no conducen a nada. Pregunto por la inflexión; imposible en lo escrito. Noches de sábado, todo llena sala de gaviotas. Digo porque otras palabras cobijan pechos con esperanza de barcos. Digo porque decir trae mareas, trae astronautas. Las pisciformes caras de angustia en novelas victorianas riegan arena sobre inicua televisión de martes. Tambores atados sandalias, etc. Digo porque esparzo ceniza dentro de mí, mar agitado soy en espera de polvo estelar para destruirse. Jardín soy que se forma en medio de un nudo. Instalación soy en el océano hecha por aire. Acá, de lejos de todo, piel de durazno. Digo a mal. Con rabia digo. De a sorbos, espero viento, en sueño digo. Al pie del silencio germina cada mundo de invierno. Dos días después del abuelo tres antes de madre, calendariopierdesentidoantelaverdad. Antes que abril perforara ojos, J ve a Platón junto a la hamaca del patio. El ver verbo fulmina como queriendo morir, lluvia, polvo. Como queriendo
Ya, da igual.
***
XXVII. un juego de ti
para Martín Reyestelegrama de lo muerto, Martín pescador sueña
el mar, el vientre de la mujer de su vida, se pudre
imagina esa extensión inmensurable, esa
cadencia de olas, ese perfume imperfecto
palabras agitadas en la oscuridad vertiginosa
peces saltan rabiosos, alcanzan aviones de guerra
lo ves e imaginas que ahora que ahora mismo, Martín
empieza a llover y llover, imaginas, no hay lengua
no hay simulación, no hay recuerdo entero
que salve a ese hombre de morir, de morir mi padre
en día sin cielo, foto de revista de arte, secuencia de cine
día sincrético, ebrio de orina de barcas hundidas
de astillas de saliva radiante, de productos sacrílegos
del espíritu muerto de sus padres, jamás mis padres
jamás lengua mía ensartada al miedo
mar abdomen abierto, ves la sangre y nadie
necesita imaginar la sangre, nadie necesita referencia
fluye blanquísima sobre la tormenta a veces
cuando luz de Venus en The American Astronaut
ilumina mis flores, blancas, terciopelo y patio tras la casa
telegrama de lo muerto, Martín pescador sueña
que aquellas flores crecen en un vientre
mar vientre de la mujer de su vida, y nada más
y nada más
***
III
apolo toca la puerta de mi cementerio
viejo nombre
nueva quimera
dice
⎯qué es la noche⎯
en el despoblado más grande de los silencios
nuestras técnicas almas se rompen
hoy llorarán los dioses
porque los caminos están ocultos
los sueños flacuchentos
buses bailan tangos
la soledad es un insulto en el pecho
gracias blasfemia por las palabras obscenas en el viento
en vano fue la espera
no te ofendás
si aquiles te decapita como simple flor de ocaso
nosotros también lo hicimos
las palomas van
al lado donde se deja de ser mundo y acaban los pájaros
donde se es gaviota y no sombra
no volverán
los dos lo sabemos
el único ojo del mundo se cierra para siempre
(sobre nuestras fauces)
la esperanza es un camino rasgado e intransitable
de tanto esperar ver pasar al ángel
entendemos
que esta no es su ruta
te extrañamos poeta
perdoná
que jamás hubiera lágrimas para empedrar esta calle
que el boomerang a ti no vuelva
el viento debió llevárselo
al lugar donde lo gris es noche
la tarde un manantial que en estos océanos no llora
se esfumaron las puertas del mundo
¿Aún querés saber qué es la noche?
***
sobre el fondo de una canción de Calle 13
nada destruye con tanto ímpetu como la alegría, oh la alegría que busca con quien jugar ¿y quién juega con nosotros, quién?, nada ¿y quién juega con nosotros, quién?, nada cantan todos ¿quién juega con nosotros, quién?, nada, nada, nada aparte de la débil tranquilidad, sí, el azúcar aparte del júbilo borroso del cine, los eclipsados aparte la madrugada de héroes peinándole las cabelleras a sus cámaras fotográficas y con todo eso la música, la música de esta hacienda que se aparea con la demencia, ñam, la música, sí de mujeres avivadas por una portilla sublime detrás de la cual había hace poco un vaso cuya fuente venía del cielo e iba a las cuatro vaginas de dios revestidas de una luz que fluía de los amores perdidos de los hombres todos, baby de las cosas todas y nada más
***
ii
sin esquemas sin preámbulos la vida me cierra los ojos. y como vivir es cuestión de memoria el poema fluye espeso como roca antigua en el pie derecho. amor por la roca. la roca mi abuela mi abuela olvidar el tráfico de lascosas the scorpion king o la momia borrar lo falso. hasta mis oídos sienten la exacta falsedad de su fotografíao nostalgia de los lejanos de los muy lejanos sin músicas sin drogas sin pretextos. la vida no significa aún loque creía. lo único significable es la ebriedad apostada en todas partes (cómo explicarlo/ cómo si te preguntaspor qué un hombre por qué no amarillo tauro/ concilio del sueño). un muerto saca la mano de entre algo parecidoal silencio. algo que no duerme en lenguaje extranjero. sueño extraño ácrata ¿cómo explicarlo/ cómo? si ayer encontré este libro en un prostíbulo. como un cuerpo nadando cocaína vino a mí la metáfora del libro de los muertos. ¿ve? así de fácil irse cuando el cuerpo que se ama llega tan lejos de uno caminando diez pasos hacia atrás y uno adelante (¿cómo saco de mi vida el lenguaje si un autobús es el universo y yo he clavado los pies a un metro cuadrado de tierra?¿cómo?)
Wingston González
Wingston González. Livingston, Guatemala, 1986. Ha publicado los libros de poesía «Los Magos del Crepúsculo [y blues otra vez]» (Editorial Cultura, 2005), «CafeínaMC, segunda parte, la fiesta y sus habitantes» (Catafixia Editorial, 2010), «CafeínaMC, primera parte, la anunciación de la fiesta» (Folía Editores, Argentina, 2011); y el guión para teatro «Autopsia del resplandor» (Centro Cultural de España en Guatemala, 2012). Aparece en las recopilaciones de poesía «Aldeas mis ojos» (Guatemala: Centro Cultural Metropolitano /Centro Cultural de España, compilación de Alan Mills, 2007), «Tránsito de fuego» (Caracas: Casa Nacional de Letras Andrés Bello, compilación de Raquel Molina y traducción al portugués de Gladys Mendía, 2009), «6» (México: Santa Muerte Cartonera, 2010), «Antología de la poesía contemporánea de la República Dominicana y Guatemala» (Guatemala: Editorial Cultura, compilación de Javier Payeras, 2010), «Peligro inflamable» (Buenos Aires: Folía Ediciones, compilación de Sebastián Bruzze y Luli a secas, 2011), «L’avant-garde du monde» (Marsella: La Marelle, traducción al francés de Alba-Marina Escalón, 2012), «4M3R1C4 2.0» (México: UNL, compilación de Héctor Hernández Montecinos, 2012), «Microfé» (Guatemala: Catafixia Editorial, compilación de Javier Payeras, 2012), «Todos aquí» (Rosario: UNL, compilación de Osvaldo Aguirre y Pablo Makovsky, 2012); de relato breve «Sin Casaca» (Guatemala: Centro Cultural de España, 2008); y de ensayo «Escritura, polimorfias e identidades» (Buenos Aires: Libros del Rojas, compilación de Paula Viturro, 2009).