Revista Conexos

Una revista de arte y literatura, sin fronteras generacionales ni geográficas

Poemas de Silvia Elena Regalado Blanco

SILVIA ELENA REGALADO BLANCO

CURRÍCULUM VITAE

Además de poeta,
Madre:
un rato por las noches
y los fines de semana;
costurera diplomada,
nutricionista empírica,
médica autodidacta,
artesana,
medio bibliotecaria,
articulista inédita,
algunos estudios
en letras y sociología,
habría que agregar :
hilvanadora de lunas,
coleccionista de sueños,
– con el respectivo costo
de lágrimas, risas
y desvelos –
es decir,
enamorada indómita
del milagro universo,

del movimiento eterno,
…. de la vida.

DESNUDO

Yo
te quiero desnudo
intenso en tu paisaje
de paraíso mío
noche-día fundidos
fuego
estallando en mis manos.

Yo
me quiero desnuda
emergiendo del polen
líquida en tu lenguaje
de rosas subterráneas.

Venada de tu pasto
me quiero libre
y ávida.

Ese dios que me habita

¿Y qué quiere  este dios que me habita?
Ese dios poderoso mueve tiempos, afectos.

Manipula palabras.
Él me quiere en su huerto

y yo busco una estrella más allá de sus lares.
Ese dios no me dice y me deja lanzarme,

pero me cierra puertas, me interpone silencios.

Deja noches sin alma y paredes inmensas.
Me las clava en las manos, en los pies, en el pecho…
¿Qué le pasa a este dios que es amor y castigo?
¿Qué reclama de mí, qué le falta, si es todo?
Me detiene, me amarra, me devuelve a su fuego,
a su infierno divino…
Y yo lo sé, es su tiempo. Es mi tiempo de él.
Cierro puertas, ventanas. Acomodo mi piel en su alma.
Y como un caracol me recojo hacia mí, hacia él, que  soy yo

A Katia Miranda Jiménez

Hay una niña que abre un libro de cuentos.

Ella, palabra de amor, sílaba de sueños,

es un jardín de risas, ama a su perro.

Pinta abrazos y soles para su pelo.

Ella duerme en las tardes y hace tareas

su boca cantarina llama a su hermana.

Juntas inventan mundos donde son flores

y árboles, que amorosa, besa la tierra.

Es una niña clara como la lluvia

manantial… si está triste.

No abre su puerta blanca a las mentiras

su corazón es bosque, su madre, cielo.

Hay una niña que abre un libro de cuentos

y de pronto la noche es pesadilla

todo gira a la inversa, ella está sola

con su grito y su angustia

sola en su súplica.

Una mano que ama se vuelve garra

uno a uno desangra todos sus sueños

en minutos la muerte devora pájaros

siembra el dolor y el llanto

en las manos abiertas de una niña.

Hay un libro de cuentos que está cerrado

una niña misterio dentro de sus páginas

un abrazo homicida, perenne, impune

una ley que se tuerce contra la vida,

¿Quién devuelve  nidos y árboles

a las manos tan  limpias de Katia?

¿Quién se atreve a jurar su derecho

a soñar  con un mundo de iguales?

¿Quién le presta un cuaderno

donde  escriba confianza

sin que sangre su miedo

sin que un gesto falaz y asesino

la aniquile y la haga pedazos?

¿Quién  defiende a miles de niños y niñas…?

Hay un libro de cuentos cerrado.

Hay culpables en casas abiertas.

Un enjambre de mentira y muerte

un desgarro que lucha por ser esperanza.

Hay un país al que le queda muy grande su nombre…

BREVE CONVERSACIÓN CON DIOS

Uno que otro día
me amanece el deseo de invitarte a un café,
de abrazarme a la certeza
con la que me nombraste para siempre.
Quiero escuchar como respira en vos el universo,
descubrirme,

en el milagro sin edad de tus pupilas.

Días en los que necesito darte gracias
por lo que me concediste infinito,
por la posibilidad de hacer y re-inventar
cada trozo de mi vida a mi propia semejanza                                                                                   o a la tuya.
Por la angustia y la fe en lo que anhelo,
por la alegría dulce de los frutos.

Este amor mío renegó tanto de nombrarte.
Se ufanó de sí mismo,
evadiéndote,
refugiándose en tu sustancia,
cumpliéndote en tus principios,
pero sin la humildad serena de aceptarte.

¿De qué he huido?
Si todo rumbo me devolvió tu aliento;
si toda libertad, sin vos, siempre fue cárcel.
Aquí estoy otra vez,
emergiendo de tus entrañas:
confiándote mi vida,
abandonándome a tu ímpetu,
despertando a tu amor,
fundiéndome en tu nombre.

Silvia Elena Regalado Blanco

Silvia Elena Regalado Blanco

Silvia Elena Regalado Blanco. San Salvador, 1961.Se graduó de Licenciatura en Relaciones Públicas y Comunicaciones por la Universidad Tecnológica de El Salvador (1998), Máster en Administración Educativa por la Universidad Latina de Costa Rica (1999), y Diplomado en Pedagogía por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, UCA (1999). Ha publicado cuatro libros de poesía (Pieles de mujer, Desnuda de mí, Izquierda que aún palpitas y Como cielo por mis venas). Ha ganado cinco premios nacionales. Es editora de la COLECCIÓN JUNTAS LLEGAMOS A LA PALABRA (2002), que publicó a seis poetas salvadoreñas, y de la COLECCIÒN VERSO CRECIENTE, que ha publicado a la fecha cuatro títulos de poetas jóvenes centroamericanos. Actualmente es la Directora de la Casa del Escritor, Museo Salarrué,  Secretaría de Cultura de la Presidencia. Facilita talleres de creación literaria.

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3 comentarios el “Poemas de Silvia Elena Regalado Blanco

  1. laperezaediciones
    10/03/2013

    Una poesía muy femenina, que no feminista. Me ha gustado mucho, porque no es pretenciosa; y porque está permeada de una sensibilidad auténtica.

  2. Alma
    11/03/2013

    Me gustó, lloré, me miré allí; miré a mi Dago y a mis hijos…gracias!!

  3. Jorge
    12/03/2013

    Muy bello y tierno «Curriculum». Muy humano y maternal y autentico «A Katia Miranda Jimenez»; dramatico el cambio que se opera a mitad del poema entre un libro de cuentos que se abre y otro igual
    que se cierra

Los comentarios están cerrados.

Información

Esta entrada fue publicada el 10/03/2013 por en Poesía.
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