Revista Conexos

Una revista de arte y literatura, sin fronteras generacionales ni geográficas

El viaje de los renegados y otros poemas

LUIS FELIPE ROJAS

 
Terrores públicos (2006)

He perdido un mapa una bandera
he sido un sin-país
un ser que entre sombras desdice del aplauso

en ese año de la pérdida
busqué el alivio en El Gran Túnel
en el Té que me faltaba
sin bandera ni perfumes para no perderme
pasé al Gran Túnel

Releo las cartas de JX
bajo el ruido del avión que parte
y doblo página y señal
todo sin-país se marcha

meto en la funda la agonía
voy al Túnel
 
 
 
El viaje de los renegados

Cada soldado me pedía de beber
cada muchacha arrimaba el labio
sin la mueca
sin la mano extendida para la moneda

el que fuma despacio es mi padre
el que está de pie junto a la hornilla
va a lanzar un grito
va a girar la llave
va a buscar la bala
el destino mío
va a encender una cerilla

cuando digan no bajo el arco de la puerta
el que lleva Rojas tatuado en la espalda
va a poner el pecho

mi padre suspira en el atril
grita entre la muchedumbre
fuma despacio
con diez kilos demás se adelanta a mi regreso
no espera la mueca
ni el grito del soldado
mi padre dice Rojas a la espalda
y fuma por mí
de frente a la metralla

la mueca no
ni la muchacha
 
 
 
Allí en la manigua

Salinas puso un punto para armar el odio
allí donde la mano no regresa después de las ofensas
dijo mansedumbre como quien dicta dos disparos
como quien arrasa a base de castigos

yo vi al negro Salinas juntar el fuego para nosotros
y fuimos una completa sinfonía
difícil para otros entender ese gesto

partimos al amanecer sin una patria que olvidar
ya el odio estaba sembrado en las miradas
lo sostuve cuando nos quedamos sin la flor
sin las especies para el hijo de mañana

después de los combates no hubo señal de sobrevida
solo el punto en que Salinas juntó el rencor
las dos vueltas de la bala
el corazón que se partía en dos

no hubo paz
ni almendras para el Té
 
 
 
Anunciaciones dobles

Han cerrado la calzada para esconder el rostro de los héroes
y el olor a cebolla mata los recuerdos
golpea el corazón
golpea adentro
en la calzada la llovizna

si los nuevos campanazos –piensa–
si los cuerpos jóvenes y relucientes
y el perfume
para qué tantas coronas tantos himnos
los héroes duermen una vida

te daré un soplo de luz
dice un cartel desde la orilla
han cerrado la calzada al paso ciudadano
y no puedo ya pisar los techos rojos
las anunciaciones no son dichas para mí

nos quedamos fuera del sueño
de la vaguedad de una memoria trunca
cuando nos dieron pase abordo

el olor a cebolla
mata las presencias dobles
 
 
 
Redenciones

Habrá que buscar otra tumba otro soldado
habrá que dar nombre propio
a otras soledades
y dejar que descanse este soldado esta memoria trunca

desconocer su cabellera su tos en la noche
¿De dónde quiso venir este soldado?
habrá que acopiar la mansedumbre para resguardar su inocencia
sus recuerdos infantiles
la pedrada el resbalón

en la tumba del pétreo soldado
pondremos también sus chistes
su dejadez en el amor sus tropelías
para que así sea una tumba
un soldado
para desconocerle en sus descanso
universal

silente
 

Luis Felipe Rojas (Foto cortesía del autor)

Luis Felipe Rojas
(Foto cortesía del autor)

LUIS FELIPE ROJAS. San Germán, Cuba, 1971. Poeta y narrador, tiene publicados los poemarios Secretos del Monje Louis (2001), Cantos del mal vivir (2005), Animal de alcantarilla (2006), Anverso de la bestia amada (2006) y Para dar de comer al perro de pelea (2013). Es periodista independiente, radica en Miami. Los poemas aquí reunidos pertenecen al libro inédito Fuera del área de cobertura.

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Esta entrada fue publicada el 07/09/2014 por en Poesía.
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