-I-
Guerras
muchas guerras
pero en los tiempos de paz
se escuchan versos
de hombres que enamoran doncellas
en parques y cafés
se habla de pan blando y oloroso
al mar se entregan
caballos de crin plateada
Gea se viste con sus mejores galas
y Neftis enciende la luna
en todos los veranos de la tierra
saltan de alegría finas lencerías
y las mujeres se miran al espejo
los niños se suben a los árboles
los viejos recuerdan en los portales
sus primeras aventuras…
En una noche ideal
no se oye el estruendo de un obús
ni se ve su estallido
desgarrar las sombras
todos se entregan al sosiego
de la estrella que brilla
nadie se esconde en una trinchera
apretando con las manos los oídos.
Con la guerra
lo hermoso deja de existir
nuestra carne
se convierte en carroña
pero nadie la devora…
han muerto los buitres
o se han ido.
-II-
Atravieso los puentes
como si en ello me fuera la vida.
¿Qué existe al otro lado?
¿El hombre con el brazo de oro
la caballería rusticana
los espíritus de Ray Bradbury
y Madame Butterfly…
o simplemente el Cosmic Latte
con sus neutrinos de siempre?
No sé por qué me apresuro.
¿Acaso me esperan?
¿Tal vez esos muertos
a los que no dije adiós?
Que no sea la voz
gritándole a un perro
que se vaya al infierno
y no regrese
ni arpones persiguiendo
criaturas indefensas
que no sea la infeliz
escondiendo el rostro
bajo un trapo negro
o la explosión de proyectiles al caer
sobre sinagogas y mezquitas
que no sea la piedra
lista para ser lanzada
al primer idiota
que se cruce en mi camino
que no sea la afonía
de prédicas dipsómanas
y mucho menos banderas
salpicadas de excremento y plasma.
Qué habrá al otro lado oh Dios
por variar sólo por variar
que no se repita que no se repita…
-III-
Mi cabeza
es demasiado pequeña
para tantos martillazos.
Ahora está colgada
en un árbol muy alto
la lluvia se encarga de lamer
todas sus hendiduras
y los córvidos
-después de vaciarla-
escapan a otros enjambres.
Siempre es igual
la cabeza se recuesta
sobre una rodilla blanda
y espera la caricia
de manos que le espanten las pulgas
la costra de heridas viejas y profundas
las huellas de pedradas malignas.
Después las manos desaparecen
mueren en una esquina
y queda la cabeza
escondida entre la hierba
mientras huye de las trampas
y los ramalazos del viento
con la sed infinita
que cuartea su lengua.
-IV-
Hay alguien que me ama
y aparta las nubes con las uñas
en cuanto cae la noche.
Le llamo fantasma
otras veces aparición.
Dejo que me observe entre las ramas
incluso que arañe la pared
aunque me despierte.
Hoy le alumbré los ojos
con una lámpara azulada
me pareció que hablaban…
es una poesía –me dije.
Estamos solos en este mundo
de escaleras al cielo
manantiales y basura
cloacas y parques y locos
ambos nos escondemos
en los mismos laberintos
cantamos juntos cuando defecamos
compartimos la peste
y nos limpiamos con la lengua
las lagañas y los restos de insectos
que se nos pegan a las comisuras.
Aunque su amor no alivia
todas mis carencias
es bueno saber que existe
un gato como yo que no le teme
a ese aliento depredador de la lechuza
que resuella en la oscuridad.
-V-
Más allá
de la vela y el candelabro
del susto y el asombro
la garrapata y la picada
lo falso y lo difícil
el obús y las rencillas
las discordias y el maltrato
la estocada y las heridas
el cuerpo y las arrugas
el tiempo y los desgastes
la angustia y la fiereza
el falso techo y el granizo
los escombros
y el ácido despojo de la lluvia
más allá
de la estampida y la huida
del golpe y la injuria
la verdad y la mentira
los rencores y el perdón tardío
la ola sucia y la arena oscura
la aversión y las flaquezas
el ruido y las pedradas
los derrumbes y las flechas
existe un abismo redentor
una palabra cordial
luces que nunca se apagan
caminos desbrozados
donde los peregrinos
hincan sus huellas
y las sombras se desvanecen
ante el hechizo de las aguas
más allá
mucho más allá…
cuando la soledad
se adueña de la noche
y el salmo de los pájaros
regresa.
Carmen Karin Aldrey (Preston, Holguín, Cuba, 1950). Artista, poeta y escritora. Estudió Pintura en L.A., California, donde también se graduó de College en la especialidad de Turismo. Ha publicado los poemarios Aceite (Linden Lane Press, 2011) con 19 ilustraciones a color de su obra plástica, Noctibus (Linden Lane Press, 2012), El fuego de la lluvia (Imagine Cloud Editions, 2014), y el libro de narrativa/testimonio Las siestas de Scherezada (Imagine Cloud Editions, 2014). Ha colaborado con poesía, narrativa y trabajos periodísticos en diferentes espacios impresos y electrónicos. Sus pinturas han sido expuestas en galerías de Estados Unidos y España. Administra su Blog Soligregario. Es fundadora y directora de La Peregrina Magazine y la editorial Imagine Cloud Ed.
su poesía refleja la calidez y sensibilidad de la autora. Gracias, Carmen Karin.
Gracias, Carmen Karin y Conexos.
Muchas gracias, Conexos! Ha sido un placer compartir con ustedes. Y muchas gracias a las personas que comentan. Un fuerte abrazo, eternamente agradecida. Carmen K Aldrey
el salmo de los pájaros reegresa de tu mano… Gracias por existir!
Un abrazo infinito, María Cristina, gracias a ti por ser como eres.