Revista Conexos

Una revista de arte y literatura, sin fronteras generacionales ni geográficas

Para llegar a Delfos y otros poemas

ALBERTO LAURO

 
PARA LLEGAR A DELFOS
 
Cruzar el mar. Perdido en la ciudades.
Pasar entre brumas la intemperie.
Protegido está el que para siempre escapa
Extranjero hacia la noche de las islas.
Enmudecer pisando las fronteras.
Herido evadir las trampas, los ejércitos.
Evocarte en la presencia
De otros cuerpos. Oír de cerca la blasfemia,
Alabanzas, labios de dignos oradores,
Miserables. Padecer los riesgos
Del que avanza al caminar como un inútil.
Y llegar a Delfos, donde el Oráculo,
Entre humos perfumados, me grita
La ofensa irreparable para quien vive:
Mortal e hijo de mortales.
 
 
 
BENDITO EXILIO
 
A veces me dan ganas de bendecir a los dictadores,
De encender por sus excesos y satrapías
Grandes cirios en templos y altares,
Desearle larga vida a los tiranos.
Por ellos –es cierto– fuimos expulsados de donde nacimos,
Pero de otra manera nunca hubiéramos salido de allí,
Encerrados en nuestra docta ignorancia.
Isócrates, hijo de familia acaudalada y educado por célebres preceptores
–Tisias, Georgias y Pródigo: los más notables de su tiempo–
Hubo de exiliarse en Quíos, donde vivió dando clases de Retórica.
Epitecto, primero esclavo, estuvo exiliado en Roma
Y fue admirado por Marco Antonio.
Lisias, bajo la Tiranía de los Treinta,
Tuvo que huir de Atenas y en otras ciudades
Dedicarse a escribir discursos por encargo.
Donde nacieron no pudieron quedarse
Y en tierras lejanas, aunque distantes de los suyos,
Bebieron, escribieron, fornicaron y amaron,
Sabiendo cierto los versos de Páladas de Alejandría:
Escena y teatro es la vida entera.
Cuando me llegue la muerte como él quiero decir:
Llegué a puerto. Y a las diosas Fortuna y Esperanza
Gritarle sin rencor a la cara, ebrio de vino y de rosas:
Jugad ya con otros ahora
Que en esta vida, a pesar de infortunios y trampas,
Mucho me divertí.
 
_____________________________________________________
* Los versos en cursivas pertenecen a Páladas de Alejandría.
 
 
 
CON LA BENDICIÓN DE AFRODITA
 
Más temible que un campo de batalla
Es la cama de una alcoba.
Allá la fuerza y la espada imperan
Y derrotados quedan los cuerpos o victoriosos.
Pero acá no cesan la intriga, la argucia y los celos.
Repta la insidia como sinuosa serpiente
De colmillos envenenados.
Que te lo digan, preciosa Safo,
Dulce amiga, tú que sabes de esas lides y me darás razón.
Tú que no a hombre alguno sino a mujeres amas
Y por ello has sido blanco de afrentas,
Sabes de lo que hablo.
Seguiré tu ejemplo: cuando las lenguas de ti murmuran,
En venganza hundes tus lágrimas de dicha
En el vientre de la joven que posees.
Más dulce que uvas maduras
Es para ti el clítoris de Anactoria,
Que chorreando mieles
Sin pudor te abre sus piernas
Te ofrece sus senos
Y, con la bendición de Afrodita,
Triunfal se entregan la una a la otra
Sin reservas ni recato.
 
 
 
SALOMÉ
 
Del amor a la perversión hay un paso.
La veleidosa joven se niega.
Su padre le ha pedido que baile
Esa danza en la que se despoja, uno a uno,
De siete velos hasta quedar completamente desnuda.
Quiere deslumbrar a sus invitados.
Ella dice que no. Que no. Y él suplica,
Implora, ruega al borde del llanto que baile,
Y lo complazca a cambio de lo que pida.
Ella lo tiene claro:
La cabeza del hombre que ama,
Ya que la despreció por otro,
En bandeja de plata.
 
 
 
CIUDAD EXTRAÑA
 
Una ciudad a mis pies duerme.
No canta. Ni bosteza. Ni llora.
Como por las frías venas de sus calles
A medianoche me pierdo.
Sólo el velo de la lluvia nos separa
Como el silencio cubre de espanto
El rostro inexpresivo de una novia muerta.
 

Alberto Lauro (Foto cortesía del autor)

Alberto Lauro
(Foto cortesía del autor)

ALBERTO LAURO (Cuba, 1959). Poeta, escritor, periodista. Licenciado en Filología Hispánica en la Universidad de La Habana. Ha estudiado además Bibliotecología y Archivología. En España, donde reside desde 1993, ha publicado Parábolas y otros poemas (Ed. Rondas, 1977), Cuaderno de Antinoo (Ed. Betania, 1994), Cartas no enviadas (Revista Encuentro de la Cultura Cubana 51 – 52, 2009), Hijo de mortales (Premio Internacional de Poesía Luys Santamarina, Ciudad de Cieza 2011) así como las plaquettes El errante e Invocación frente al desierto mar (Ed. Jábega, Madrid, 1994 y 1995). En Cuba, todos premiados, el poemario Con la misma furia de la primavera (1987), así como los poemarios para niños Los tesoros del duende (1987) y Acuarelas (1990). En Estados Unidos: La novia de Lázaro (2011) y en Francia Distante el Paraíso (2011). Sus poemas aparecen en numerosas antologías de la poesía cubana actual. Coordinador de la monografías Joaquín Rodrigo (Ferré Editeur, París, 1998), Gina Pellón (Aduana Vieja, Valencia, 2007) y en la colección de entrevistas Todos los libros el libro (Ed. Los Libros de las Cuatro Estaciones, Farmville, Virginia, USA). En 2004, obtuvo el VI Premio Odisea de Literatura por su novela En brazos de Caín.

Anuncio publicitario

Información

Esta entrada fue publicada el 07/09/2014 por en Poesía.
A %d blogueros les gusta esto: