Revista Conexos

Una revista de arte y literatura, sin fronteras generacionales ni geográficas

«Paleolítico Interior» y otros poemas

MATÍAS MONTES HUIDOBRO

 
Vacío estoy del verso y el poema
 
Me han robado las palabras todas:
vacío estoy del verso y el poema.
Descansa mi cerebro inerte
en el pertinaz silencio de las venas.
Ni venas hay,
desdigo,
ni latido,
ni corazón,
ni arteria.
Creer que hay
es afirmar que existe
cuando el no haber
es única certeza.
Sin compañía estoy,
abandonado,
cerrado al corazón y al fuego.
Mientras soñaba
se labraba muerte.
El silencio es un lector perenne.
Toco puertas donde no existen
           puertas.
Abro ventanas en donde no se
           encuentran.
Es un hacer
    donde el no hacer se hace.
Es un crear
    que en su crear descrea.
Un devenir
    que en ir se desvanece.
Viajo en un viaje
    donde viajar no existe.
Vivo un vivir donde la vida es muerte.
Cantar no es canto
y escribir es pena.
 
 
 
Shirley Jackson
 
El mal existe en todas partes.
Tengo un disco con la voz de
       Shirley Jackson.
Quisiera ser poeta
para escribirle un poema a
       Shirley Jackson
que ya no está.
1919-1965.
Recuerdo cuando ella llegaba a la casa
             victoriana de
       Miss Strangeworth
y cuando allá en Meadville
       paseábamos juntos
bajo los grandes árboles de Park Avenue
y mirábamos la casa victoriana de
       Miss Strangeworth.
Pero en todas partes quedaba la esperanza
            de su presencia.
Recuerdo
las ramas grises del invierno,
la nieve del invierno,
las hojas ardientes del otoño,
y el verano.
El parque de Meadville
con el general Meadville,
tan gallardo, al centro, y las iglesias
             episcopal
             metodista
unitaria
alrededor,
y veo a
   Miss Strangeworth
recorriendo las iglesias
y besando suavemente los sudarios,
tu sudario tal vez,
pobre Shirley Jackson.
Pero de todos modos me consuela saber que tú
estabas allí,
no sé si en tu rosal
      o entre tus libros,
tejiendo la madeja
y escribiendo un poema para niños.
 
 
 
Paleolítico Interior
 

Para Calvert Casey, suicida en Roma

Quien pudiera escribirte
Calvert Casey
ese nombre tan raro que tú llevas
tu dirección no tengo
un poema a la fosa de tus huesos
que en Roma descansan de las fieras.
Catacumbas
olvidos acumulan
paleolítico interior de los recuerdos.
¿Olvido eres,
Itálica desnudo?
Nada mejor que Roma
    para en recuerdo hacerse.
La muerte cae como si fuera un templo.
De roca da su Coliseo al tiempo
inmensa dentellada de la muerte.
En foro y en columna y en Constantino arco
cenizas tú
estás en el polvo que se eleva y calza
la cotidiana sandalia de tu muerte.
¿Olvido eres o tu recuerdo haces?
memoria que persiste en la distancia:
herencia en piedra,
en polvo de caminos,
pervives recordando en tus andenes.
Estuve allí en terminal de trenes
donde sin duda tú
de allí partiste un día.
Allí el reloj donde constante tiempo
pañuelo blanco de ti se despedía.
¡Qué buen morir en distanciada especie!
¡Qué buen saber en pesarosa ruina!
El cráter óseo del Coliseo lanza
su dentellada al viento que es la vida.
¡Y tú en las catacumbas y yo en el agua!
¡Y tú entre leones,
yo aquí con mis togadas fieras!
Yo que de bruma soy soy de ceniza.
Tú me llegas hoy reloj de arena.
¿Olvido eres o mi recuerdo haces?
¿Recordarán milenios?
Si tu ceniza en mí y yo en la tuya.
si construyes en mí y en ti construyo,
paleolítico interior
       en ti me vuelco.
 
 
Estos poemas pertenecen al libro Un salmo quisiera ser (Linden Lane Press, 2015).
 
Para adquirir un ejemplar pinche aquí: http://www.amazon.com/salmo-quisiera-ser-Spanish-Edition/dp/1502339382
 

Matías Montes Huidobro (Foto de Ernesto G.)

Matías Montes Huidobro
(Foto de Ernesto G.)

Matias Montes Huidobro (Sagua la Grande, Cuba, 1931). Dramaturgo, narrador, poeta y ensayista. Ha obtenido en teatro el Premio Prometeo por Sobre las mismas rocas, el Premio Nacional de Teatro Jose Antonio Ramos por Las vacas. Ha estrenado y publicado, en Cuba: Los acusados, La botija, Gas en los poros, El tiro por la culata. Fuera de Cuba se han estrenado y publicado La Madre y la Guillotina, Ojos para no ver, La navaja de Olofé, Fetos, Oscuro total, Su cara mitad, Un objeto de deseo, Tirando las cartas, La sal de los muertos, Exilio, antologada en Cuba en 2012. Su obra ha sido finalista en los premios Planeta, Alfaguara, Ateneo de Santander, Cáceres de Novela Corta. Obtuvo en 1997 el Premio Café Gijón de novela. Publicó recientemente: La Avellaneda una y otra vez (2014), y una nueva edición de Oscuro total. En poesía ha publicado el volumen: Un salmo quisiera ser (Linden Lane Press, 2015) que reúne su producción poética. Profesor Emérito, Universidad de Hawai.

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Esta entrada fue publicada el 23/05/2015 por en Poesía.
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