Arte poética
Entro a la vida del poema
a través de una puerta:
las manos solitarias en la palidez
busco degustar mis propias revelaciones
¿las hubo? ¿las habrá?
dejo úlceras en el papel
/oficio de farolero
/en país muy grande
busco la perfección en el poema
pero hay demasiada suciedad en el mundo
el inframundo
/casi microscópico
que nos guarda de (des)hacer
con las falsas remuneraciones del pasado
a través de los años
fingiéndose no ser
/el ser
que hemos sido
y seremos
recolectar es persistir
hasta la nueva página.
Vicarias
MientrasEobservoElasEvicariasEsilvestresEde este patioE(en este
patio siempre ha habidoEvicariasEsilvestres) intento escribir una
sencilla carta capaz de redimirme de tanto desacierto /una carta
que pueda demostrarte quien soy…
(soyEalguienEqueEmira vicarias silvestresEatravésEde una
ventana) escucho la lluvia y pienso en ti /como si en este mundo
no hubieran más que vicarias silvestres.
Eros de los locos
Los locos aman con un amor distinto
se olvidan de los parques mientras la lluvia cae
y su rara felicidad viaja de norte a sur
ellos no saben que están exorcizándose
en las faldas que pasan bajo los paraguas
sin conocer que hay alguien pendiente de sus dudas
una estrella atiendo entre la muchedumbre
la madona no sabe que hay una mano ardiente
escudriñando en sus rincones más secretos
los locos aman con un amor distinto
por eso son felices /nadie les corta:
la tarde es imposible para amarnos
ellos cruzan la tarde y entran en el amor
solo le hace falta una calle con sombra
una mujer sin nombre sentada en una acera
una brisa inocente que les enseñe el mundo
y algún bolsillo roto donde guardar la mano.
De Los días de mi muerte (Capiro, 2007)
Primera ilusión
Hombre soy. Un condenado
por el pleistoceno herido.
¿Por cuánto tiempo escondido?
¡Por cuánto tiempo callado!
Sonámbulo consumado
convivo con el deseo.
De todas las sombras reo
con manos de simio puro
siento venir el futuro
y no comprendo. No creo.
El otro yo
Alguien escribió por mí
estas líneas olvidadas.
Sólo existo en las pedradas
azarosas. Me escondí
en el otro que no fui
cuando el otro ya era viejo.
Yo soy el otro. Gracejo,
con el último acertijo.
Soy el otro. Soy el hijo.
Voy camino del reflejo
de un fantasma —material
fuera del que soy—. ¿Adónde
desterrar al que se esconde
en alguien que no soy? —Mal
concepción de lo fatal
para descifrar lo escrito—.
El otro no es infinito.
Yo y el otro nunca hablamos.
¿Quién sabe si nos amamos
los dos con un solo grito?
El otro empuja la pluma
hacia un mundo indescifrable.
Yo trato de ser amable
pero no puedo, la bruma,
la sombra que soy, la espuma
se aglomera en la memoria.
El otro alcanza la gloria.
A través de mí se salva.
Nadie marcha con el alba.
Soy un muerto sin historia.
A veces soy en los días
del otro, un fantasma avieso.
Imagino que estoy preso
en el otro que me espía.
De ser solo una utopía
no soy nadie, apenas soy
la sombra hacia donde voy
en el otro que me escribe.
¿Seré acaso yo el que vive?
¿Quién me inventa? ¿Dónde estoy?
Yo soy el otro. Me escondo
ilusorio en otra sombra.
No hay vida si no me nombra
el otro, al que le respondo,
sumergido en lo más hondo
de los dos, y el otro grita.
El otro soy yo. ¿Quién quita
que alguno de los dos sea
sombra del otro, marea
de alguna sombra infinita?
Tercera ilusión
Para los jóvenes de La Criolla,
que ni siquiera tienen un terreno de pelota
donde batear sus miserias.
Soy un animal sediento
dentro de un vaso de alcohol,
y voy, como un caracol
que se arrastra sobre el viento;
apenas salir intento
de la jaula de los dones,
me encuentro con las razones
de ser un hombre suicida,
atrapado sin salida
en un mundo de ilusiones.
De Manual de las ilusiones (Editorial Capiro, 2015)
Idiel Garcia (Foto cortesía del autor)
Idiel Garcia. La Criolla, (1980). Poeta y narrador. Ha publicado los libros de poesía Los días de mi muerte (Editorial Capiro, 2007); El jardín de las delicias (Sed de Belleza Ediciones, 2010); Cementerio de sombras (Editorial Capiro, 2013); Manual de las ilusiones (Editorial Capiro, 2015), libro de décimas con el que resultó ganador en la XXVI edición del Premio Fundación de la Ciudad de Santa Clara. Ha obtenido además los premios: Nacional de Cuento Eduardo Galeano, en el año 2011; Nacional de Reseña Crítica Segur, 2012; VI Concurso Literario Internacional de Poesía Ángel Ganivet, Helsinki, Finlandia; entre otros. Textos suyos aparecen en las antologías Faz de tierra conocida, La calle de Rimbaud, El árbol en la cumber y Memorias de una Isla (Chile). Es miembro de la AHS y egresado del Taller de Técnicas Narrativas del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Conduce el taller literario “Julián de Casal”. Ha colaborado con las revistas Umbral, Esquife, Hacerse el cuerdo, Ariel, Calle B, Soy Cuba, Annios, entre otras.