Orfandad
El follaje me cubre donde
la ruta parece abandonarme.
Como el ala de un pájaro
que conoce todos mis secretos.
Me entiende, porque nos une
la mordida de un relámpago.
No pregunta.
No juzga.
No condena.
Me sigue, para que no padezca
la orfandad de los alucinados.
Ecos del silencio
Desnuda la tarde de canciones.
Febril el ocio y sedienta la palabra.
Adolorido el gesto del ánima
que se cruza de brazos frente a mí.
Está de luto el gesto y pálida la mano,
que ha olvidado decir.
Sigo
Sigo las huellas
estampadas en el asfalto.
Ellas señalan rumbos.
Auguran destinos.
Revelan intenciones
de llegar a alguna parte,
donde otras huellas se regresan.
Aminorando
Aminorando la marcha
puedo sentir el roce de la tarde a mi costado.
Como un ave de paso, que te besa fugaz
y deja su mirada ardiéndote en la espalda.
Lizette Espinosa