Revista Conexos

Una revista de arte y literatura, sin fronteras generacionales ni geográficas

Dos poemas de Esteban Luis Cárdenas

ESTEBAN LUIS CÁRDENAS

 
Un borracho y la policía
 
Caminaba sobre un hilo
de asfalto, escoltado por los policías.
Era un borracho.
Conducía el automóvil sin frenos
y cometió otras infracciones.
La policía intenta siempre
detener a los borrachos.
Un borracho solitario
en un auto sin frenos es peligroso,
aún sin cometer otras infracciones. Hace rechinar
los neumáticos y sus propios zapatos (ya inexistentes)
lo impulsan contra los movimientos
de las sombras.
Los policías
lo obligaron a caminar sobre el hilo
de asfalto y lo humillaron. Había también
una mujer-policía.
Era un borracho
que no tenía zapatos,
zigzagueaba en la pista y le dolían
los labios y los pies desnudos.
La policía sonreía.
Era de noche
y el borracho danzaba
sobre el asfalto.
Los policías gritaron
Mientras lo conducían al precipicio.
No había sombras. Se habían ido.
El borracho cometía infracciones. La policía
detiene a los borrachos y los obliga
a cometer infracciones.
Un borracho solitario (tras el timón)
se deslizaba sobre el asfalto
y no había policías.
 
 
 
Barrio
 

a Carlos Victoria

 
Un pájaro de nácar trinaba
posado en la punta de un mástil amarillo.
Farolas azules y rojas y un símbolo verde.
Restos de emblemas oficiales. Signos oscuros
para los ojos alertas y el avanzar nervioso.
Afluyen los significados y el orgullo
se humilla.
Un negro (cubano o norteamericano),
cruza la calle y empuja un carro de metal
color plata.
Barrio.
Se deslizan rumores;
alguna puta joven grita
reclamando su pago o, simplemente, un crack.
La policía merodea por las cercanías
y los expendedores se alteran.
Hombres diseminados con ritmos y delirios.
Barrio
de estibadores, de drogadictos y noctámbulos.
Se ven jardines apretados. Barcos.
El olor activo y resinoso del río;
figuras esbeltas, misterios.
Boarding homes, markets cubanos (bodegas)
o norteamericanos asaltados por cubanos.
El Círculo K., antiguo Utotem
y mujeres distintas, jóvenes vagamente hermosas
y buenas hembras, con los senos hacia abajo.
Barrio.
Seres solitarios, dibujos de las encrucijadas,
alzan los ojos y observan los relieves:
entechados de imitación, tejas fijas,
similares a alfombras.
El barrio está tranquilo,
Soporta la tarde hermosa y las canciones
que brotan de los hogares junto a músicas
alegres y altas.
A veces gritan en las casas. Una madre
maldice a sus hijos y culpa a Norteamérica.
Barrio.
Los refugios perecen sosegados
bajo la ambigüedad de las luces.
Tardes que no les importan a los desamparados,
a los anormales. Atisban los interiores
de un Ejército de Salvación. Una limosna.
Nadie ruega a los dioses. Vociferan.
Los dioses no escuchan. Permanecen fatigados,
sombríos.
Los solitarios y algunos,
con premura, siguen por ciertos rumbos.
Se nutren con el viento del océano.
Hay lugares enrejados y pobres
en donde mueren los inexpertos, los desgastados.
Barrio.
Un pájaro de nácar
posado sobre la punta de un mástil amarillo
continúa trinando.

All América. ACLF.
South Florida, 1994

 
 
Estos textos pertenecen al libro Ciudad mágica (Éditions Delatur, 1997)
 

Esteban Luis Cárdenas (Foto de E. M. V.)

Esteban Luis Cárdenas
(Foto de E. M. V.)

Esteban Luis Cárdenas (Ciego de Ávila, 1945-Miami, 2010) fue expulsado de la Universidad de La Habana en 1966 por “diversionismo ideológico”. En 1978 es condenado a 15 años de prisión por intentar asilarse en la embajada argentina en La Habana; es indultado al año siguiente. Salió de Cuba en 1980; residió en Miami. Publicó los poemarios: Cantos del centinela (1993), Ciudad mágica (1997), Transfiguraciones (2007) y el libro de cuentos Un café exquisite (2001).

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3 comentarios el “Dos poemas de Esteban Luis Cárdenas

  1. Maria Cristina Fernandez
    10/06/2016

    Arrasador poema, ese que nombrara BARRIO.

  2. Carmen Karin Aldrey
    10/06/2016

    Imperecedero. Gracias al Universo por tu existencia.

  3. Juan Carlos valls
    14/06/2016

    Leer a estos poetas nuestros, descubrirlos en la soledad que no merecen, asusta y obliga. Estos poemas son tan grandes y fueron tan grandes sus vidas , que la estatura que creemos poseer se hace borrosa.

Los comentarios están cerrados.

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Esta entrada fue publicada el 09/06/2016 por en Poesía.