Revista Conexos

Una revista de arte y literatura, sin fronteras generacionales ni geográficas

Tres poemas de Pedro Larrea

PEDRO LARREA

 
5
 
Soy más viejo que mi cuerpo
como el cedro es más viejo que sus hojas actuales.
Hiberno como el cedro, y despierto cuando la batuta
 de las horas
golpea el atril del espacio. Por mí han pasado corcheas
como por el cedro macillos de colibríes.
Soy el que fui con la corteza de lo que seré sin estrenar.
 
Soy más joven que mi espíritu.
Mi casa es un cráter que creó una roca extraterrestre
antes del invierno nuclear y de la primera glaciación.
No comprendo que ninguna pirámide sea más antigua
 que el más joven de mis olivos,
ni entiendo la trompeta frigia y el arpa persa que a veces
 toco por intuición.
Me confunde ser testigo del nacimiento de una galaxia.
 
Cómo puedo ser viejo cuando soy joven y joven
 cuando soy viejo.
Cómo pude no existir una edad única
 Cómo pudeque me dé sentido,
que justifique mi presencia en el pasado y el presente
y que imponga paz al bramido bélico del estar siendo
 y del ser estando.
Cuándo poseeré un rostro definitivo
 para todos los espejos.
Cuándo podré decir este soy yo
 sin equivocarme demasiado.
 
Soy joven pero conozco los secretos de la cartografía.
Soy viejo pero tengo agilidad para boxear
 contra mí mismo.
Soy lo que falta antes de ser y lo que queda después
 de estar.
A quién odiaré más que al palimpesto de mi carne.
A quién tendré por cómplice en el soborno de mi espíritu.
A quién daré los labios de quien me habita sucesivamente
 en soledad.
 
 
 
15
 
Cuando mueves las manos me enseñas a blandir tulipanes.
Esa dosis de armisticio que propagan tus uñas
es una escuela de cómo domar dromedarios.
Quiero dibujar tus dedos pero ya están trazados
 por delfines
o por la lluvia que espolvorea semilla de yucca
sobre el jardín salvaje de un llanto incomprendido.
 
Cuando mueves las manos combates el hambre
y te reconozco en tu postura de ninja durmiente,
de húsar que ofrece su espada a un sintecho.
Eres una valkiria que toca una tuba oxidada
en la terraza de un sórdido rascacielos.
Aunque alimentan, nadie sabe entender tus yemas todavía.
 
Cuando mueves las manos entran en ritmo
las sonrisas de toda una ciudad en donde importan.
Tienes algo indescriptible en los nudillos,
algo así como bongos olvidados en la jungla
pero más profundo: quizá el cuero de una darbuca abisal.
Hay artefactos que no comprendo
 sin que tú los hagas música.
 
De pronto tus manos no se mueven. Sé que descansas,
que ahora no vas a crear más dulces conflictos
y que atenderás a los quiromantes.
Mientras, yo vigilo tus guantes y difundo tu sueño.
Cuando no mueves las manos petrificas koalas.
Te esperaré batiendo palmas y forjando anillos.
 
 
 
19
 
La muerte se disipa con la muerte
como amasando pan se pierde el hambre.
Hay que pisar baldosas de otro día,
llegar a la llegada y no llegar.
 
Alguien cocina sardinas de luz
en la sartén del terco calendario
y quiere devorar el apetito
que aparece al mirarse en el espejo.
 
No ser el doble ni el disfraz, no ser
la consabida calavera, no
ser la repetición de una película
 
sino ser el plural y el costurero,
el esqueleto de todos los monos
y filmar el dolor al desvestirse.
 
 

Los poemas anteriores pertenecen al libro: Manuscrito del hechicero, Publicado por Valparaíso en el 2016
 
 

Pedro Larrea
(Foto: Lilly D’Alessandro)


 

Pedro Larrea (Madrid, 1981). Es autor de dos libros de poemas: La orilla libre (Madrid, Ártese quien pueda, 2013) y La tribu y la llama (Madrid, Amargord, 2015). Ha publicado poemas y reseñas en ABCD, Cuadernos de Valverde, Nayagua, Calidoscopio, Lateral, Generación XXI, Deriva y Fósforo. Como ensayista, ha firmado el estudio Federico García Lorca en Buenos Aires (Sevilla, Renacimiento, 2015). Se licenció en teoría de la literatura y literatura comparada por la Universidad Complutense de Madrid, y obtuvo su maestría y su doctorado en literaturas hipánicas. También para la misma institución dirigió la Casa Hispánica Bolívar y participó en varios programas como UVA in Valencia y Semester at Sea. Ha sido profesor visitante en prestigiosas universidades estadounidenses, como Emory University o Hollins University. En el presente imparte clases para Randolph Macon College (Virginia, Estados Unidos).

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Esta entrada fue publicada el 15/01/2018 por en Poesía.
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