Revista Conexos

Una revista de arte y literatura, sin fronteras generacionales ni geográficas

Tiempo y otros poemas

DELIO REGUERAL

 

Tiempo
(Ilustración: Delio Regueral)


 
Tiempo
 
Se desdobla en sorpresa el amor cuando llega al vacío,
Y calcula sabueso ya su buen dolor
Al que habla tinta china desde retorno en vicio,
Como un castigo mimado ya tras la infancia.
 
Fui condenado a libertad ya sin condición,
La voluntad no sirve a quien ya nace entre rejas,
Ahora hay que usar la imaginación,
Intuir basta uso egoísta ya ante el riesgo de ser.
 
Camino sobre hojas secas en silencio.
Espío sobre mi pasado por encontrar
la inconsciencia sin culpa ya por venir secreta,
solución inquieta por convicta, ya estupenda.
 
Casi nunca somos deseo, ya apenas vuelve cegato el otro
Ante la crecida del rio nunca se sabe todo, ¡lotería!,
Dormidos mutiladores arriban ya después del susto
Así, y solo allí, los testigos ya callan, lloran, ya deudores.
 
La maleta ya está lista, y ya el braille
sin uso ya el me voy hace,
basta el golpe de luz y ya no estoy,
no hay ya espacio para el tiempo, y ya.
 
 
 

Seis
(Ilustración: Delio Regueral)


 
Seis
 
Siempre alguien lo ha dicho todo cuando se hace tarde bien temprano
así las manos llenas fracasan ante la urgencia
así despierta en cama hembra y bien cansado el remordido.
 
En la cueva de los soles de Saturno se despierta confusa una mañana
culpa a la noche, la señala como responsable ante sus excesos
y herida por las estrellas caídas de una bandera en culpa
vuelve en sí lo que nunca le fue posible al futuro circular.
 
Ya ha perdido tres el nueve frente al espejo
y un inglés reclama en la interestatal su senda izquierda,
va camino a Nashville, llega,
juzga la prisa de un policía rumbo al esteroide.
 
Adelantando el reloj te espera el tiempo que hiere
no discutas con quien no volverá ni por la ira roja
puede lo ingrávido un salto en tierra firme
todo lo puedes tú cuando apareces el espacio de los pigmentos.
 
según la matrona de los fetos, por muertos nacen puros,
renuncian al bien de los castigos;
el color se satura cenizo en sus labios
como todo viaje inolvidable, desde el último,
ha de ser improvisado bajo el riesgo fiel y frío de los amantes.
 
 
 
Plantados
 
Habrá que perdonar a los que aman limpio y seco
En caricias grises de castigo, que convidan
Al receso ocasional en desperdicio hueco
A una isla sin humos de auxilio en las Antillas
Habrá que resbalar el equilibrio de uno mismo
Por esquirol decano en su propia huelga
Habrá que simularse obediente sectario
Al darse vuelta como reloj de arena
Habrá que sentarse en el banquillo
A callar los nombres que aun navegan
Bajo la rebelión abstracta de los verbos
Habrá que plantarse ante las condenas
Para herrado sin equívoco está el caballo
Que en cada casco lleva la marca de un amigo
Bien subido a su montura de intercambio
Habrá que ver con el oído en la penumbra del silencio
Roto por el llanto de las hienas que seducen
La sed de los felinos en tiempos de sequia
Habrá que imponerse ante el juicio de las razones
Importadas de otros tiempos por arqueólogos
Armados de una brocha y dos paciencias
Habrá que ser en la noche de los perdones
Aquellos que provocan desvelo a la justicia
Habrá que ser lo que se es, cuando se está desnudo
O habrá que perderlo todo en la higiene del carácter
Habrá que mezclar en el retrato de un viejo
El orgullo por lo hecho con la vergüenza de su deuda
Habrá que morir sin perdón ni permiso, así,
Nace con la muerte, la utopía de la paz eterna.
 
 

Delio Regueral
(foto: Eva M. Vergara)


 

Delio Regueral. Fotógrafo y artista gráfico. [Delio Photo Studio: http://www.deliophotostudio.com]

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Esta entrada fue publicada el 22/12/2019 por en Poesía.
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